Joan Fontcuberta incluye al rey em¨¦rito en una obra art¨ªstica sobre esc¨¢ndalos sexuales
La pieza, realizada con tecnolog¨ªa ¡®deepfake¡¯, est¨¢ incluida en la exposici¨®n inaugurada en Can Framis de Barcelona con los ¨²ltimos trabajos del fot¨®grafo
El fot¨®grafo Joan Fontcuberta (Barcelona, 66 a?os) suele jugar con lo real y lo irreal en sus trabajos. Son famosas sus series en las que inventa un cosmonauta sovi¨¦tico, un explorador en busca de especies animales desconocidas, incluso al mismo Bin Laden, al que Fontcuberta les da vida. En una de sus ¨²ltimas obras ha conseguido que cuatro personajes poderosos de la esfera pol¨ªtica, Donald Trump, Silvio Berlusconi, Dominique Strauss-Kahn o el rey em¨¦rito Juan Carlos I, vivan un orgasmo en p¨²blico mientras realizan uno de sus discursos. Es lo que ha hecho en Beautiful Agony, un proyecto realizado junto con Pilar Rosado y producido por Le Fresnoy-Studio National des Arts Contemporains del Ministerio de Cultura de Francia, mediante la tecnolog¨ªa de la red generativa antag¨®nica (GAN, por sus siglas en ingl¨¦s) con ayuda de una de las dos supercomputadoras que hay en Barcelona. Seg¨²n el creador, esta tecnolog¨ªa se ha aplicado de una manera ¡°deliberadamente caricaturesca a una determinada categor¨ªa: la de personalidades poderosas de la esfera pol¨ªtica que se han visto involucradas en casos mediatizados de esc¨¢ndalos sexuales, episodios de asedio sexual o de relaciones il¨ªcitas¡±.
En Beautiful Agony, Fontcuberta ha usado un v¨ªdeo deepfake a partir del tratamiento de una gran base de datos de rostros de personas experimentando un orgasmo que, aplicado a estos cuatro personajes, les hace cambiar su cara durante unos segundos. Delante de los v¨ªdeos, que no pueden ser reproducidos fuera de la muestra por una cuesti¨®n de derechos de propiedad intelectual, Fontcuberta ha explicado este lunes que estas obras tienen un car¨¢cter exclusivamente expositivo y que ha ¡°optado por mantener un punto de artificialidad por la exageraci¨®n esperp¨¦ntica y la parodia, porque no se pretende enga?ar, sino revelar los mecanismos del enga?o¡±.
La obra puede verse por primera vez en Espa?a en la exposici¨®n Monstruos, que se inaugura en Can Framis, una de las sedes de la Fundaci¨®n Vila Casas de Barcelona, hasta enero de 2022. En ella, este reconocido fot¨®grafo, ganador del Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 1994 y de Ensayo en 1998 y el Premio Hasselblad en 2013, muestra sus ¨²ltimos trabajos, en los que reflexiona sobre la ¡°ruina¡± de la fotograf¨ªa como objeto que conserva la memoria y las posibilidades que ofrece la supercomputaci¨®n para generar nuevas im¨¢genes a partir de algoritmos matem¨¢ticos.
El rey em¨¦rito est¨¢ presente en la muestra en otra de las ¨²ltimas obras de Fontcuberta: Botsuana Safari (2015), elaborada a partir de la fotograf¨ªa conocida en 2012 despu¨¦s de que el exmonarca se rompiera la cadera en un safari en este pa¨ªs africano. En ella se ve¨ªa a Juan Carlos I con su rifle Ribdy Express en mano, junto a Jeff Rann, director de Rann Safaris, de los que el monarca era asiduo. Detr¨¢s de ellos, un enorme elefante reci¨¦n abatido por el propio monarca tras dispararle siete tiros con su arma. La popular imagen, a la que Fontcuberta le ha a?adido la presencia de Francisco Nicol¨¢s G¨®mez, el peque?o Nicol¨¢s, ¡°personaje que parece sacado de la novela picaresca del siglo XVI¡±, es la base para la obra que ha realizado como un mosaico romano, con 20.000 peque?as teselas de m¨¢rmol de Carrara de color blanco, negro y grises. ¡°La composici¨®n es un retablo aleg¨®rico de la Espa?a del trapicheo y de la corrupci¨®n. El m¨¢rmol invoca el lujo y la ostentaci¨®n m¨¢s kitsch y el mosaico la representaci¨®n milenaria que anticipa la estructura de la imagen digital en p¨ªxeles¡±, explica el fot¨®grafo. Esta pieza solo se hab¨ªa visto hasta ahora un par de meses de 2019 en la galer¨ªa T20 de Murcia. ¡°No la he mostrado en la feria Arco ni en ning¨²n museo¡±, aclara el fot¨®grafo.
En esta ¡°exposici¨®n de tesis¡±, como la califica el artista, Fontcuberta sigue investigando sobre el deterioro de las im¨¢genes por procesos qu¨ªmicos o naturales, pero que ¨¦l les da una segunda vida. ¡°Muchas im¨¢genes permanecen en zonas de los archivos que se llaman ¡®Purgatorio¡¯, al que van a parar los documentos en mal estado, aislados para no contaminar al resto¡±, explica.
Algunas de estas fotos enfermas son las que utiliza en las dos series tituladas Trauma. ¡°Es como si algunas fotograf¨ªas se rebelasen contra su mandato de preservar el recuerdo y muestran sus propias cicatrices. Los humanos utilizamos la c¨¢mara para vencer el tiempo y encapsular la historia, pero al final el tiempo acaba cobr¨¢ndose su venganza, porque muchas pierden su v¨ªnculo con la realidad y se vuelven amn¨¦sicas, como si padeciera Alzheimer¡±, asegura el fot¨®grafo delante de im¨¢genes de fusilamientos en la revoluci¨®n mexicana o paseos victoriosos, pero virados, de Franco por las calles de Barcelona, en las que la acci¨®n natural o el mal revelado ofrece nuevas y sugestivas lecturas.
M¨¢s sorprendente es la serie Gastr¨®poda, protagonizada por los caracoles que viven en el jard¨ªn de la casa de Fontcuberta. ¡°Todo comenz¨® cuando observ¨¦ que la correspondencia que hab¨ªa en el buz¨®n, por la humedad, acababa pegada una con otra y atra¨ªa a los caracoles que les gusta comer papel, sobre todo las invitaciones y publicidad de exposiciones. Acababan con todas ellas¡±, asegura el autor de estas bellas im¨¢genes (vistas a trav¨¦s de pantallas de luz) que afirma que ¡°cuestionan los conceptos de autor, la creaci¨®n y la obra¡±. Fontcuberta confiesa que, tras superar el enfado, acab¨® comprando un terrario para sus ayudantes y que los ha acabado exponiendo junto al resultado de su trabajo donde ha mostrado esta serie. En Can Framis se pueden ver en v¨ªdeo en plena acci¨®n.
Por primera vez puede verse tambi¨¦n Frenografias: atlas visual de la locura, la serie en la que Fontcuberta analiza la imagen de la locura partiendo de las fotograf¨ªas que el psiquiatra Joan Obiols realiz¨® en los a?os cuarenta y cincuenta del siglo pasado a sus pacientes, buscando los rasgos comunes de las diferentes patolog¨ªas. Con la misma tecnolog¨ªa GAN que aplica a las personas que se graban en un orgasmo, gener¨® (tambi¨¦n con ayuda de Pilar Rosado) nuevos rostros de personas que no existen. Lo sorprendente es que en estados intermedios los logaritmos generan modelos est¨¦ticos que recuerdan a los rostros creados en pinturas por artistas como Edvard Munch, Pablo Picasso, Antonio Saura, Francis Bacon y Oskar Kokshka, entre otros muchos. ¡°La tecnolog¨ªa consigue en poco tiempo lo que la historia del arte ha hecho en muchos a?os¡±, acaba el fot¨®grafo.
Babelia
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