Abdulrazak Gurnah: celebraci¨®n de la multiculturalidad

Al leer a Abdulrazak Gurnah por primera vez, le asalta al lector la sorpresa de conocer cu¨¢n cosmopolita ha sido la costa oriental del continente africano. En las p¨¢ginas del nuevo ganador del Premio Nobel de literatura, comerciantes persas e indios conviven con tanzanos y sultanes oman¨ªes, revelando la nutrida red de intercambio cultural, social y material que existi¨® entre ?frica, Oriente Pr¨®ximo y Asia antes de la irrupci¨®n del colonialismo europeo. Este cosmopolitismo ha sido la espina dorsal del Oc¨¦ano ?ndico en general y de la isla de Zanz¨ªbar en particular, una regi¨®n semiaut¨®noma de Tanzania ¨Cy lugar de origen del escritor ¨C que ha sido testigo milenario de las relaciones afroasi¨¢ticas.

La experiencia migratoria ¡ªya sea de car¨¢cter libre o forzado¡ª es el eje de gran parte de la obra del tanzano. El propio autor lleg¨® como refugiado al Reino Unido ¡ªpa¨ªs en el que reside actualmente¡ª despu¨¦s de que la Revoluci¨®n de Zanz¨ªbar derrocara el r¨¦gimen del Sult¨¢n Jamshid bin Abdullah Al Said y provocara una feroz represi¨®n contra la poblaci¨®n de origen ¨¢rabe y asi¨¢tico en la isla. Este es el contexto hist¨®rico que articula la novela By the Sea (2001) (En la orilla, editorial Poliedro). Cuando el protagonista de la narraci¨®n, el zanzibar¨ª Saleh Omar, llega a Londres solicitando asilo, solo trae consigo una peque?a caja con incienso. El origen de ese objeto es el punto de partida de una historia familiar que transciende naciones, culturas y continentes y que desaf¨ªa el r¨ªgido binarismo entre ¡®origen¡¯ y ¡®destino¡¯ que normalmente caracteriza las historias sobre migraci¨®n y los efectos del colonialismo.

Las narraciones de Gurnah habitan espacios transculturales y multiling¨¹es que parecen difuminar las fronteras entre el ¡®yo¡¯ y el ¡®otro¡¯, el ¡®nativo¡¯ y el ¡®extranjero¡¯. Los personajes de By the Sea (2001) o Desertion (2006), por ejemplo, navegan con fluidez entre el ingl¨¦s, el swahili, el ¨¢rabe o el gujarati. Son personajes que parecen desafiar el concepto de ¡®origen¡¯ o incluso la propia categor¨ªa de ¡®naci¨®n¡¯ y que encuentran en el hibridismo y la multiculturalidad un motivo de celebraci¨®n y empoderamiento. Sin embargo, Gurnah no se deja seducir por la tentadora idea de una ?frica pre-colonial id¨ªlica. Su obra tambi¨¦n se adentra en las sombras del continente africano, como es el caso de su obra m¨¢s c¨¦lebre, Paradise (1994) (Para¨ªso, editorial El Aleph), nominada al Booker Prize y que relata el comercio de esclavos que ya exist¨ªa en ?frica en la ¨¦poca precolonial.

La concesi¨®n del Premio Nobel a Abdulrazah Gurnah es una oportunidad para (re)descubrir a un autor que no solamente ha sabido captar las contradicciones de la experiencia migratoria y las identidades h¨ªbridas, sino que tambi¨¦n nos permite reimaginar un continente africano pr¨®spero, multicultural, multiling¨¹e, con sus luces y con sus sombras, pero que no necesit¨® del tutelaje de Europa para abrirse al mundo.