Mientras no entendamos que no somos superiores sino parte de la naturaleza, ella tendr¨¢ que record¨¢rnoslo
El libro ¡®Planeta In-sostenible¡¯, del ec¨®logo mexicano Luis Zambrano, ilustra de d¨®nde proviene y cu¨¢nto nos retrata la creencia/ignorancia de que la naturaleza se puede controlar
![Imagen de las coladas descendiendo por las laderas del volc¨¢n Cumbre Vieja en La Palma](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6QV3E6XI4BA7BGPYRSUEIAL4GM.jpg?auth=f65aa71f1d71430c125c46631a3f19d64932f608655d5d2699cde2e7f7406bab&width=414)
La tala de ¨¢rboles no solo nos deja sin madera, rompe un ecosistema de relaciones. El ec¨®logo mexicano Luis Zambrano explica, en su libro Planeta In-sostenible (Turner), que la naturaleza no act¨²a linealmente sino sist¨¦micamente. Por eso los intentos de los humanos por controlar la naturaleza no son m¨¢s que una idea paternalista, una fantas¨ªa escapista en lugar de aceptar que es ella la que controla. Y que somos parte de ella.
Frente a los paternalismos, que buscan proteger presuponiendo nuestra ignorancia o no reparando a veces en la suya, la postura maternalista ¨Dejercida por hombres o por mujeres, claro¨D ser¨ªa la que cuida. Est¨¢ en nuestra naturaleza: queremos proteger a todos los animales que son similares a nosotros. Zambrano explica que ¡°nunca veremos grupos de protecci¨®n para un alga, un hongo, un ¨¢caro, un an¨¦lido o incluso un vertebrado como un celacanto, pues no vemos su cercan¨ªa aunque estos animales puedan ser tan importantes o m¨¢s que los grandes mam¨ªferos¡±. Por eso Zambrano explica que el concepto ¡°proteger la naturaleza¡± implica un error: estar en condiciones de protegerla; es decir, estar por encima de ella. Que es justamente lo que no ocurre. Pase lo que pase, la naturaleza permanece y se vuelve a abrir paso. Nosotros, como especie, no.
![El bi¨®logo Luis Zambrano, fotografiado en el parque Tamayo del Bosque de Chapultepec de M¨¦xico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XDOFNY76BFGVNACDUYF4ZEFHMU.jpg?auth=e044788cf957e699236023781bb7a02e2946fdc247ecc12178f7652aebeab80e&width=414)
?De d¨®nde viene la ignorancia de pensar que podemos controlar la naturaleza? Zambrano se remonta a Arist¨®teles, que consideraba que entender la naturaleza era de gran importancia, mientras Plat¨®n la consider¨® un pensamiento menor. Esa misma discrepancia caracteriz¨® la generaci¨®n del conocimiento biol¨®gico en la Edad Media y el Renacimiento, cuando gran parte de ese conocimiento ¨Dcomo la b¨²squeda de la utilidad de plantas¨D pod¨ªa relacionarse con la brujer¨ªa. Los naturalistas primero y, posteriormente, Darwin se encargaron de separar la magia de la biolog¨ªa.
La teor¨ªa de Darwin, y el descubrimiento de la gen¨¦tica que desemboc¨® en la biolog¨ªa molecular, hicieron que los experimentos en el laboratorio ¨Da diferencia de la investigaci¨®n en el campo¨D lograran que la biolog¨ªa fuera mensurable y as¨ª acogida por el resto de las ciencias llamadas ¡°duras¡±, como la f¨ªsica, la qu¨ªmica o la matem¨¢tica. Sin embargo, la ecolog¨ªa qued¨® fuera del reconocimiento precisamente por exceso de complejidad. La raz¨®n, seg¨²n Zambrano, fue que ¡°en los experimentos de laboratorio las variables est¨¢n controladas, mientras que las poblaciones de plantas y animales o las comunidades que viven en diferentes biomas y ecosistemas dependen de m¨²ltiples variables imposibles de controlar¡±. Ning¨²n ecosistema es el mismo en a?os diferentes. Estos sistemas complejos y variables complican sobremanera la generaci¨®n de conocimiento cient¨ªfico.
Muchos de los problemas de nuestra relaci¨®n con la naturaleza provienen de no entender ese punto de partida b¨¢sico: que est¨¢ interconectada y es cambiante. Zambrano explica con estupor que nuestra idea de naturaleza representada por un jard¨ªn cuadrado habla m¨¢s de nuestra ignorancia o prepotencia que de la naturaleza. ¡°El pasto perfectamente cortado demuestra la necesidad de controlar ¡ªm¨¢s bien de reprimir¡ª la naturaleza. Evidencia nuestra creencia de que no somos parte de la naturaleza sino superiores¡±. Este ec¨®logo considera que las religiones occidentales han profundizado en esta visi¨®n, ¡°pues sugieren que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios en un d¨ªa diferente a los dem¨¢s, el ¨²ltimo, ya que el creador hab¨ªa practicado con seres inferiores¡±. El hombre, seg¨²n la religi¨®n, fue creado expl¨ªcitamente para controlar la naturaleza con derecho a cambiar corrientes de r¨ªos y cortar tajos de monta?as. La mayor¨ªa de las acciones humanas ligadas al desarrollo est¨¢n relacionadas con ¡°la conquista¡± de la naturaleza. Incluso as¨ª se ha denominado la conquista de los mares o la del espacio.
![Vista del jard¨ªn de Versalles.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XLRJLL4MBBAV7PJSYLABN3FVSA.jpg?auth=2e44caf9c4709302f7b6b31992467c274a2dfb994af45372347903842b7aab19&width=414)
En el desierto de Arizona, en 1991, realizaron un experimento. Bajo una serie de domos, aislaron cerca de dos mil metros cuadrados de desierto. Quer¨ªan crear siete peque?os biomas (o ecosistemas) como la selva tropical, el manglar, el arrecife coralino, el mar, el pastizal y el desierto. El objetivo era evaluar algunos elementos de cada bioma para ver c¨®mo interactuaban entre ellos y demostrar que eran autosuficientes con el control del ser humano.
La ambici¨®n del proyecto la hemos visto desplegada por algunas de las nuevas urbes del planeta: la fantas¨ªa del ser humano de poder crear un ecosistema en zonas inh¨®spitas y controlarlo para que funcione por s¨ª solo persiste. La esperanza de aquel experimento era crear una serie de ecosistemas que pudieran sobrevivir, bajo domos, en zonas inh¨®spitas de otros planetas. As¨ª, los seres humanos podr¨ªan colonizarlos. ?Qu¨¦ sucedi¨®?
El experimento fracas¨®. Intent¨® comprender el funcionamiento de la naturaleza desde una perspectiva lineal, no sist¨¦mica. Termin¨® reflejando la necesidad de quienes lo crearon de controlar. La idea no era nueva. Varios arquitectos, entre ellos el visionario Bukminster Fuller, lo hab¨ªan intentado. ¡°El sue?o de aislarse por completo de la naturaleza y as¨ª controlarla persiste al considerar que el contacto directo reduce la eficiencia en la utilizaci¨®n de energ¨ªa.
El domo gigante propuesto por Fuller ¡°ten¨ªa que ahorrar la energ¨ªa desperdiciada en el calentamiento de edificios e iba a captar el agua de la lluvia y la nieve para uso en la ciudad¡±, explica Zambrano. ¡°Pero, de nuevo, los c¨¢lculos realizados para comprender las ventajas del domo fueron hechos con visi¨®n lineal¡±. Por eso hablaban de las cantidades de agua y energ¨ªa que se podr¨ªan ahorrar. Zambrano considera que el aislamiento de los humanos con respecto a la naturaleza comenz¨® en las ciudades, con el asfalto que nos impide ver el suelo y el subsuelo vivos. El ec¨®logo sostiene que ¡°la b¨²squeda del aislamiento es la que ha producido cambios en el clima. Los aires acondicionados necesitan de grandes cantidades de energ¨ªa que repercuten en la cantidad de di¨®xido de carbono que arrojamos a la atm¨®sfera, y que a su vez es la que genera el fen¨®meno del cambio clim¨¢tico¡±.
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