Javier P¨¦rez And¨²jar, l¨²dico y pop, gana el premio Herralde con ¡®El a?o del B¨²falo¡¯
El mexicano Daniel Salda?a queda finalista con ¡®El baile y el incendio¡¯
El marchamo intransferible de la narrativa de Javier P¨¦rez And¨²jar (Sant Adri¨¤ del Bes¨°s, 56 a?os) es una f¨®rmula con unas gotas l¨²dicas y situaciones un tanto alocadas que barnizan una conciencia social bien informada. Todo en sus libros va envuelto en un celof¨¢n que mezcla, de manera entra?able, la alta cultura con la pop. Y esos elementos, a¨²n m¨¢s acentuados si cabe, son los que manejan los cuatro artistas sin mucha suerte encerrados en un garaje con el fascismo y el colonialismo como tel¨®n de fondo en El a?o del B¨²falo, la obra con la que el escritor barcelon¨¦s ha obtenido los 18.000 euros del 39? Premio Herralde de Novela. M¨¢s apocal¨ªptica que alocada es la Cuernavaca rodeada de incendios donde se sit¨²a la novela finalista de Daniel Salda?a. El mexicano escribe sobre tres antiguos compa?eros de escuela que intentan apagar sus quemas interiores en El baile y el incendio.
La colecci¨®n estrafalaria de voces y actitudes (recurso cada vez m¨¢s acentuado en su producci¨®n) permite al autor de El pr¨ªncipe valiente y Paseos con mi madre mezclar referencias tan dispares como el nazi Klaus Barbie, el escritor Patrick Modiano, el Cola-Cao, el televisivo detective Cannon, la CNT, el artista Joseph Beyus o el mism¨ªsimo coronel Sanders del pollo frito de Kentucky. Folke Ingo, un escritor finland¨¦s comunista, es el m¨¦dium a partir del que P¨¦rez And¨²jar traba esta premiada novela que le afianza en la escuder¨ªa Anagrama, sello al que lleg¨® poco antes de la pandemia con La noche fenomenal (2019), tras una larga trayectoria en Tusquets.
¡°Ser pop es como pagar el recibo del agua, para m¨ª no es pop, es vida normal; es lo que eres: si has le¨ªdo de peque?o al rat¨®n Mickey, pues eso...¡±, justifica P¨¦rez And¨²jar And¨²jar uno de los poli¨¦dricos contenidos de El a?o del B¨²falo, obra que admite que tiene ¡°una clara tendencia a la entrop¨ªa, al desvar¨ªo¡±. Y desde su misma g¨¦nesis: la novela la ten¨ªa en la cabeza ¡°desde hace casi 25 a?os¡±, empezada y dejada un mont¨®n de veces, y de la que hoy solo quedan los 14 primeros folios, pr¨¢cticamente id¨¦nticos. ¡°Me rajaba: siempre volv¨ªa a ella al acabar otra, pensando que era lo que en realidad quer¨ªa escribir¡±. Se basa en recuerdos de cuando era trabajador de la editorial RBA a partir de compa?eros que hab¨ªan sido montoneros y exguerrilleros, ¡°un mont¨®n de gente que tra¨ªa una leyenda latinoamericana tras ellos¡±, y fue durante la pandemia (¡°ese tiempo de nadie¡±) cuando ¡°perd¨ª la verg¨¹enza y me lanc¨¦; los a?os tambi¨¦n me han aportado m¨¢s oficio para abordarla¡±, asegura.
F¨¢cil no era: Ingo deja una novela p¨®stuma sobre cuatro artistas encerrados en un garaje, hacia 1973, a?o chino del b¨²falo. En el proceso de edici¨®n de la obra, la historia relatada es pespunteada y contradicha a partir de unas intencionadas notas a pie de p¨¢gina de una particular Santa Compa?a intelectual, un grupo que, entre otros, integran la traductora espa?ola del libro, la madre finlandesa del autor, un profesor, un padre de uno de los artistas encerrados o la exdirectora de un peculiar cineclub de Santa Coloma de Gramanet. A ello se a?aden ¡°unas polifon¨ªas del autor desde el m¨¢s all¨¢ sobre la condici¨®n humana a partir de los golpes de Estado y del colonialismo del siglo XX... Y en esa l¨ªnea, los narradores-personajes dan precisamente un golpe de Estado y toman el libro... Quer¨ªa que le pasaran cosas al libro y no a los personajes¡±, explica P¨¦rez And¨²jar.
Am¨¦n de referencias habituales a los cl¨¢sicos literarios (¡±tengo una deuda grande con ellos, pero primero hay que vivir y luego leerlos, por este orden, porque si lo haces al rev¨¦s...¡±), humor y horror se entremezclan en una obra que ¡°tambi¨¦n tiene un tono pol¨ªtico y de compromiso¡±, sostiene la editora de Anagrama, S¨ªlvia Ses¨¦. ¡°He tomado kilos de Cola-Cao, pero tras ello tambi¨¦n est¨¢ un caso de explotaci¨®n colonial espa?ola en Guinea, por ejemplo. Todos es pol¨ªtica y todo es pop, una forma de vivir¡±, reflexiona.
Esa actitud explica, asimismo, la presencia en la obra de un sinf¨ªn de dictadores y personajes pol¨ªticos de regusto autoritario, como P¨¦tain, Mogutu, Gadafi, el propio Franco... ¡°Tambi¨¦n hace un cameo Carles Puigdemont, dentro del maletero de un coche: lo que hace siempre, vamos¡±, desvela P¨¦rez And¨²jar, desde los inicios cr¨ªtico con el proceso independentista. La pincelada no deja de ser una muestra m¨¢s del particular binomio humor y horror que va asomando en el libro: ¡°Van paralelos, pero no mezclados; cuando la matanza de Paracuellos en la Guerra Civil, el dramaturgo Pedro Mu?oz Seca, mirando al pelot¨®n, les dijo: ¡®Pod¨¦is quitarme la vida, la familia, los bienes, todo; lo ¨²nico que podr¨¦is quitarme es el miedo que ahora tengo¡¯. As¨ª se combina humor y horror¡±.
Tambi¨¦n es fruto de una reencarnaci¨®n literaria El baile y el incendio, la novela finalista. ¡°La empec¨¦ hace siete u ocho a?os¡±, admite Salda?a (Ciudad de M¨¦xico, 37 a?os). Unos incendios que asolan Cuernavaca (¡±es una ciudad fea, venida a menos por culpa del narcotr¨¢fico, pero me obsesiona¡±, dice de un lugar donde vivi¨® varios a?os) traducen f¨ªsicamente el ambiente tambi¨¦n bastante irrespirable que se crea entre tres amigos de adolescencia que se reencuentran, para aflorar amistad, deseo y el fin de unas ilusiones que no dejan de plasmar el final de una ¨¦poca. La coreograf¨ªa que prepara una de las del grupo de amigos, Natalia, a partir de la tradicional pieza de Mary Wigman Hexentanz (una danza de las brujas), evoca los aires de la ciudad de Bajo el volc¨¢n de Malcolm Lowry. Salda?a fue incluido en 2017 en la lista Bogot¨¢ 39 de los mejores escritores latinoamericanos menores de 40 a?os y en 2020 obtuvo el premio Eccles Centre & Hay Festival, que le sirvi¨® para remachar la novela.
Su publicaci¨®n como obra finalista es tambi¨¦n una manera de afianzar la creaci¨®n de Salda?a con Anagrama, donde este mismo a?o ha publicado ya Aviones sobrevolando un monstruo, conjunto de cr¨®nicas, reflexiones y ejercicios de metaliteratura que, como sus dos novelas anteriores, ¡ªEl nervio principal y En medio de v¨ªctimas extra?as, ambas en Sexto Piso¡ª son dif¨ªciles de clasificar.
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