¡®Pan de lim¨®n con semillas de amapola¡¯: tan previsible como fatigosa

Qued¨¦ asombrado por la meloman¨ªa y el extraordinario o¨ªdo de Isabel D¨ªaz Ayuso averiguando canciones despu¨¦s de escuchar el primer acorde en el triunfante mon¨®logo que le ofrecieron en El hormiguero. Pero me sonroj¨¦ ligeramente ante su certidumbre de que el cine espa?ol est¨¢ atravesando su mejor momento. Supongo que se refer¨ªa al ¨¦xito internacional de esa hueca y alargada mediocridad con formato de serie titulada La casa de papel. Y, de acuerdo, el privilegiado instinto de Santiago Segura para adivinar lo que desea el gran p¨²blico le sigue funcionando en su saga familiar. Y han recaudado suficientes euros las muy meritorias Maixabel y El buen patr¨®n. No tengo datos, ni me interesan, de cu¨¢ntos conmovidos espectadores han pasado por taquilla para degustar la irrelevante aunque tambi¨¦n irritante cosita que lleva la firma de Almod¨®var, pero sospecho que la cantidad se aleja bastante de los esplendores de anta?o. Urge, por tanto, encontrar f¨®rmulas en el cine espa?ol para que retorne ese envejecido y asustado p¨²blico que ten¨ªa la ancestral costumbre de ir al cine una o dos veces por semana. Con afici¨®n a las pel¨ªculas de buenos sentimientos, tem¨¢ticas y desarrollos convencionales, situaciones y conclusiones previsibles. Salir de la sala con buen ¨¢nimo y que el tema de lo que se ha visto y o¨ªdo, o el recuerdo de personajes y di¨¢logos, amenicen la posterior merienda o el paseo.

Deduzco que esas son las intenciones comerciales de Pan de lim¨®n con semillas de amapola. El t¨ªtulo puede sugerir que la vocaci¨®n de esta pel¨ªcula es po¨¦tica o surrealista. O solo cursi, pensar¨¢n los amargados. Y tengo la sensaci¨®n desde el principio de que est¨¢ realizada con excesivo c¨¢lculo, buscando un p¨²blico determinado y amplio al que humedecer los ojos, sorprender lo justo, con recursos y atmosfera de culebr¨®n cultivado, plana en su desarrollo. Y se supone que pasan muchas cosas, pero est¨¢n narradas de forma tan previsible como pl¨²mbea. Y hay de todo. Temas candentes que dir¨ªan los bur¨®cratas del progresismo. La protagoniza una doctora que trabaja para una ONG en ?frica, con un novio m¨¢s joven, solidario, guay. La profunda conciencia social de esta dama y su repentina ansia de maternidad la incitan a adoptar a una desamparada beb¨¦ que ha quedado hu¨¦rfana. Aunque antes debe regresar al pueblo en el que naci¨® para intentar desvelar fantasmas y traumas familiares, reencontrarse con una hermana aparentemente convencional que vive un infierno con un marido que es una bestia maltratadora, bucear en un pasado lleno de misterios. Se pretende la continua emotividad del receptor, todo es intenso y sentimental. En mi caso, no lo consigue. Los enigmas del pasado que plantea me desinteresan, el metraje se me hace interminable, los desbordantes actos de amor ante los momentos tr¨¢gicos que van a llegar me dejan fr¨ªo.

Me pueden acusar de fr¨ªvolo, pero lo ¨²nico que me retiene entretenido en la butaca hasta el final es el protagonismo de Elia Galera, una mujer muy hermosa, elegante, rebosante de clase. El cine tambi¨¦n se trata de eso, de ver y escuchar a actrices y actores que poseen im¨¢n, de los que la c¨¢mara se enamora consecuentemente. Esta pel¨ªcula la dirige Benito Zambrano, se?or con el que nunca encuentro el t¨¦rmino medio. O me gusta mucho y me lo creo (Solas, Intemperie, la serie Padre Coraje) o me pone de los nervios. Es el caso de Habana blues, La voz dormida o esta fatigosa cr¨®nica sentimental.