Habla la memoria de Sorrentino
¡®Fue la mano de Dios¡¯ no es la mejor pel¨ªcula que ha realizado el director italiano, pero es con toda seguridad la m¨¢s intima
Revistas especializadas y suplementos culturales contin¨²an pidiendo listas a los que nos dedicamos a esta movida de hablar y escribir de las pel¨ªculas en las que destaquemos lo que m¨¢s nos ha gustado en la cosecha del a?o. Concretamente, debo elegir mis 10 t¨ªtulos favoritos. Y me colocan en un dilema excesivo. Mi memoria ya est¨¢ muy gastada, me traiciona o est¨¢ so?olienta, pero me parece un disparate exigirle a ella que encuentre 10 pel¨ªculas durante el a?o que se extingue que me hayan fascinado, me despierten emociones, me hayan provocado eso tan cursi como impagable de tocarme el coraz¨®n. Y ese milagro era frecuente en otras ¨¦pocas. Por ejemplo, con el gran cine estadounidense de los a?os setenta. Y con unas cuantas obras maestras del cine europeo. Y no es que haya perdido el sentido del gusto, pero en los ¨²ltimos tiempos me resulta arduo encontrar pel¨ªculas que me dejen huella y aconsejar su visi¨®n a la gente que se f¨ªa un poquito de m¨ª. A lo ¨²nico que aspiro en esta ¨¦poca tan condicionada por la peste y de masivo consumo casero de cine y series a trav¨¦s de las plataformas es a encontrar de vez en cuando en las salas t¨ªtulos que me entretengan durante un rato. Que perduren en la memoria es una utop¨ªa. Pero el talento o el genio no pueden haberse extinguido. Pero, ?d¨®nde est¨¢n?
Ante esa sequ¨ªa, es esperanzador encontrarse con una pel¨ªcula imprevisible, a veces luminosa, otras triste, con un humor costumbrista, sat¨ªrico, con aroma surrealista, muy sentida por parte del autor, un tipo llamado Paolo Sorrentino, el mejor y m¨¢s personal director que ha dado el cine italiano desde hace demasiado tiempo. Se titula Fue la mano de Dios, que fue la delirante o c¨ªnica explicaci¨®n que dio Maradona al gol que marc¨® con su mano en aquel mitol¨®gico partido contra Inglaterra. Sorrentino era un chaval cuando Maradona ficha por el N¨¢poles y le devuelve el orgullo y la alegr¨ªa de vivir a una ciudad tan ex¨®tica como deprimida. Sorrentino le exige a su memoria sentimental que retrate esa ¨¦poca, que retrate a su pintoresca familia, que fabule con ella, con las situaciones luminosas y con las tr¨¢gicas, que hable de la incertidumbre, las ansias, los descubrimientos y la temprana e inquebrantable decisi¨®n de ese cr¨ªo de dedicarse a algo tan m¨¢gico como hacer cine.
Hay un identificable y potente sello personal en la est¨¦tica de las pel¨ªculas de Sorrentino. Sus im¨¢genes son exuberantes y barrocas. Utiliza el caos con mucho sentido y posee sin esfuerzo una transparente vena po¨¦tica. Nunca se queda corto. A veces, incluso se pasa. Su obra es sorprendente y genuina. Puede equivocarse, pero sus apuestas siempre son fuertes. Y ha acertado plenamente en pel¨ªculas tan extra?as y hermosas como Las consecuencias del amor y La gran belleza. Sin embargo, aqu¨ª existe una referencia obligatoria. Y son determinadas pel¨ªculas y la forma de expresar ese universo que utiliz¨® Federico Fellini en las excepcionales Amarcord y Roma. Si no aparecieran los t¨ªtulos de cr¨¦dito, muchos espectadores creer¨ªan que Fellini hab¨ªa resucitado. Llevan ese aroma los personajes. Tambi¨¦n viven en un clima parecido. Hay esperpento y caricatura. Pero tienen sentido. Fellini era m¨¢s descabellado y gracioso. Sorrentino opta a veces por el sentimentalismo. Dispone de una imaginaci¨®n poderosa. Y sabe crear im¨¢genes cautivadoras. Fue la mano de Dios no es la mejor pel¨ªcula que ha realizado, pero es con toda seguridad la m¨¢s intima. Parece decir: ¡°Me la deb¨ªa a m¨ª mismo¡±. Y le ha salido bien.
Fue la mano de Dios
Dirección: Paolo Sorrentino
Intérpretes: Toni Servillo, Luis Ranieri, Alfonso Perugini, Lino Musella.
Género: Drama
País: Italia
Duración: 130 minutos.
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