Jorge Dioni L¨®pez: ¡°Hay una mirada condescendiente de parte de la izquierda sobre los PAU¡±
El profesor y periodista analiza c¨®mo la estructura neoliberal de las ciudades ha cambiado el mapa pol¨ªtico del pa¨ªs en su libro ¡®La Espa?a de las piscinas¡¯
El urbanismo crea ideolog¨ªa. Es la tesis de La Espa?a de las piscinas (Arpa), el libro en el que el profesor y periodista Jorge Dioni L¨®pez (Zamora, 1974) analiza c¨®mo la estructura neoliberal que define el modelo de urbanizaciones PAU (programas de actuaci¨®n urban¨ªstica, las promociones residenciales que proliferaron en la burbuja inmobiliaria) ha conquistado Espa?a y transformado su mapa pol¨ªtico ti?¨¦ndolo primero de naranja y, luego, de azul y verde. Acaba de ser reconocido como el mejor ensayo del a?o por el Gremio de Librer¨ªas de Madrid y aporta un gentilicio ¡ªlos pauers¡ª que ya ha hecho fortuna.
Pregunta. ?Por qu¨¦ uno se hace pauer?
Respuesta. No es una decisi¨®n. El sistema te va llevando en esa direcci¨®n. Puedes quedarte en la ciudad y arriesgarte a que te suban un 30% el alquiler o irte a un PAU y tener una tarifa plana a 20 o 30 a?os. Si no hay un control de los alquileres ni un proyecto de vivienda p¨²blica y quieres estabilidad, te tienes que ir.
P. Los PAU no tienen muy buena prensa.
R. Existe una mirada condescendiente de cierta parte de la izquierda. Utilizan la palabra aspiracional para definir el estilo de vida de los suburbios como si fuese algo negativo. Sucede lo mismo con los centros comerciales, ¡°esos lugares donde la clase media da vueltas los fines de semana¡±, ?y qu¨¦? Si no entiendes que el centro comercial, Benidorm, Torremolinos, los PAU y la dispersi¨®n urbana son modelos democr¨¢ticos que tambi¨¦n debes defender es que no entiendes el mundo. Ah¨ª est¨¢ la gente que vive de su trabajo, son tu gente, tienes que conocerla.
P. Usted plantea que cuando se crea un PAU generalmente carece de infraestructuras y servicios p¨²blicos. En cambio, se favorecen las alternativas privadas, de tal forma que sus habitantes empiezan a considerar injusto tributar a una instituci¨®n que les presta pocos servicios. Pero esto ha sucedido siempre con los nuevos barrios.
R. No es que estos barrios creen una visi¨®n del mundo, pero s¨ª la refuerzan. La diferencia es que hace 40 a?os esta era m¨¢s colectiva. La reivindicaci¨®n de servicios p¨²blicos se filtraba a trav¨¦s de asociaciones de vecinos, sindicatos, partidos, parroquias¡ Cada ¨¦poca tiene un sentido com¨²n. Y el que imperaba entonces era la redistribuci¨®n, independientemente de la ideolog¨ªa, desde la socialdemocracia al marxismo pasando por la doctrina social de la Iglesia.
P. ?Cu¨¢l es el sentido com¨²n actual?
R. La eficiencia y la productividad. Se ejemplifica bien con el tema de las infraestructuras: ?deben ser eficientes o deben servir para cohesionar el Estado? Es decir, ?debe haber un autob¨²s que conecte Colunga y Oviedo aunque a veces solo viajen tres personas o lo quitamos y que cada uno se busque la vida?
P. Defiende que los barrios dispersos refuerzan esta fe en las soluciones individuales, pero ?no es algo que pasa en toda la sociedad actual?
R. Vivimos en la era de la marca personal y la autoayuda. Dentro de esa visi¨®n yo escojo las mejores soluciones para m¨ª, y esto encaja muy bien con un modelo en el que incluso la Administraci¨®n te dice: ¡°No voy a construir el equipamiento de tu barrio, pero te voy a dar recursos como el distrito ¨²nico escolar o las deducciones fiscales para que t¨² elijas la mejor opci¨®n¡±.
P. ?En qu¨¦ momento se produce en Espa?a ese paso de la visi¨®n colectiva a la individual?
R. En Estados Unidos sucedi¨® en los ochenta. Se puede ver en los h¨¦roes solitarios del cine ¡ªChuck Norris, Harry el Sucio, Schwarzenegger¡¡ª que no solo se enfrentan al mal sino al sistema que les dificulta acabar con ese mal. En Espa?a comenz¨® tras la resaca del 92 y el posterior pelotazo. La redistribuci¨®n ya no hac¨ªa falta, algo que suelen pensar las generaciones beneficiadas precisamente por esa redistribuci¨®n.
P. Si, como dice en su libro, los PAU reproducen la estructura de los monasterios, cerrados sobre s¨ª mismos y con sus habit¨¢culos alrededor de las zonas comunes, ?cu¨¢les son hoy nuestras catedrales?
R. Los centros comerciales: lugares de luz, pensados para pasear por las distintas capillas y rendir culto a las reliquias. Representan el gran acto de fe de nuestra sociedad. Hemos sustituido el ¡°yo creo, Dios proveer¨¢¡± por el ¡°yo produzco, yo consumo¡±.
P. Dice que los PAU y urbanizaciones practican el voto Tinder.
R. S¨ª, es un voto que no es fiel. Si la opci¨®n no les convence, la descartan en un segundo.
P. ?Se est¨¢ tinderizando el mundo?
R. Puede. Me inquieta el concepto de estar o no a la altura del otro. Mi mujer y yo nos metimos este verano y el algoritmo tard¨® un rato largo en emparejarnos.
Babelia
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