Suicidio y ¡®realities¡¯
Este formato televisivo es la versi¨®n contempor¨¢nea de los combates de gladiadores. Entretienen al p¨²blico mediante la crueldad hacia un grupo de ciudadanos que se humilla p¨²blicamente
El mito de S¨ªsifo tiene la frase de apertura m¨¢s c¨¦lebre de Albert Camus: ¡°Solo hay un problema filos¨®fico verdaderamente serio: el suicidio¡±. Expresa la impotencia socr¨¢tica de los sabios aut¨¦nticos. Camus piensa sobre el suicidio resign¨¢ndose a no entenderlo, porque las razones del suicida son inefables, incluso cuando dejan una nota.
Por eso es tan grosero el ruido que malogra el duelo por Ver¨®nica Forqu¨¦. Miles de tuiteros y cientos de opinadores no solo aseguran comprender las causas de su muerte, sino que identifican a los inductores. Dictan sentencia contra Masterchef y los realities sin que nadie se atreva a hacer de su abogado. No es este un alegato en su defensa, tan solo un recordatorio: nunca sabremos por qu¨¦ la actriz tom¨® sus decisiones ni si hab¨ªa forma de evitarlas. Desconocemos tanto, tant¨ªsimo, que especular es de muy mal gusto.
Dicho esto, los realities son la versi¨®n contempor¨¢nea de los combates de gladiadores. Entretienen al p¨²blico mediante la crueldad hacia un grupo de ciudadanos que se humillan p¨²blicamente bajo los l¨¢tigos de los domadores, que, a su vez, son m¨¢s populares cuanto m¨¢s tiranos. Los efectos que pueden provocar sobre alguien deprimido o con trastornos mentales han de ser por fuerza devastadores, pero no hac¨ªa falta que la tragedia irrumpiese para tirar del guindo a tanto moralista a la violeta.
El formato gusta porque se parece a la vida de hoy, porque todos vivimos en cierta forma en uno de esos concursos donde nos jugamos el tipo en cada prueba, nos contamos cuentos sobre superaci¨®n y admiramos a cocineros, futbolistas u opositores a registradores de la propiedad que han triunfado en sus propios realities metaf¨®ricos. Condenar estos programas como si la pantalla no fuese un espejo orientado a la sociedad es tan rid¨ªculo y est¨¦ril como resolver en un tuit ese problema filos¨®fico que nadie ha comprendido.
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