El Roto: ¡°Todos hablamos ahora con silenciador¡±

Andr¨¦s R¨¢bago, pintor, es El Roto en EL PA?S. Antes fue Ops. Dice Manuel Vicent, en el cat¨¢logo de la exposici¨®n que El Roto comparte hasta el 15 de enero con Chumy Ch¨²mez en homenaje a la libertad de expresi¨®n y al diario Madrid, dinamitado por Franco hace medio siglo, que despu¨¦s de la revoluci¨®n que supuso Ops para el dibujo en Espa?a El Roto vino ¡°con el encargo de efectuar el desescombro bajo la atenta supervisi¨®n de Andr¨¦s R¨¢bago, el amo y se?or de la dinamita¡±.

La visi¨®n que Chumy y El Roto tuvieron sobre la libertad, cuando hab¨ªa dictadura y ahora que no la hay, no difiere demasiado. La exposici¨®n est¨¢ en la calle Claudio Coello, 99, de Madrid, y R¨¢bago tiene otra, de pintura, en la Casa de la Provincia de Sevilla y se titula Luci¨¦rnagas. Por la belleza empezamos.

Pregunta. ?D¨®nde hay belleza hoy?

Respuesta. En pocos sitios. Vivimos en una ¨¦poca en la que se valoran la fealdad, la brutalidad, lo sucio. Cuando acudimos a cualquier feria de arte o museo en su mayor parte vemos residuos s¨®lidos urbanos.

P. Los poderes, la Iglesia, los gobiernos, a los que atacan Chumy en la dictadura y usted en la democracia parecen id¨¦nticos.

R. El poder de la Iglesia ya no es el que tuvo. Han emergido otros que deber¨ªan ser liberadores, pero se han convertido en un lastre. Los tecnol¨®gicos, cient¨ªficos y econ¨®micos carecen de alma. Dominan el mundo, son peligros y debemos estar alerta.

P. El nuestro se llam¨® cuarto poder.

R. El de la informaci¨®n. Lo hemos dilapidado al servicio de los poderes pol¨ªticos y econ¨®micos. Una forma de periodismo se ha convertido en un mero transmisor de las instrucciones desde esos poderes superiores.

P. Y est¨¢ la invasi¨®n de las redes en el ¨¢mbito del periodismo.

R. El periodismo se traslad¨® a esos sectores donde crey¨® que estaba el futuro. Ha encontrado ah¨ª un nicho importante pero ca¨®tico, y como consecuencia est¨¢ perdiendo los territorios anal¨®gicos, el territorio del papel, del documento, de lo escrito. Me mantengo fiel a unas formas m¨¢s tradicionales de comunicaci¨®n y no entro en eso que llaman redes, a las que tantas vi?etas he dedicado indicando su peligrosidad.

P. Dibuja met¨¢foras, pero de actualidad. Un periodista, pues.

R. Todos mis dibujos tienen que ver con lo que est¨¢ sucediendo, pero lo hago con un lenguaje brechtiano. Practico un alejamiento para conseguir una cierta distancia, de manera que puedan ser vistos con la perspectiva suficiente para que no nos enga?en. Esa distancia es necesaria para observar y reflejarlos de la manera m¨¢s precisa y ¨²til posible.

P. ?Qu¨¦ siente ante lo que ocurre? ?Ira, sosiego¡­?

R. No puedes implicarte emocionalmente si quieres reflejarlo con claridad. Para no tomar una posici¨®n partidista, que convertir¨ªa el trabajo en mera propaganda. No se trata de una equidistancia, sino de un alejamiento. Intentas que resulte visible aquello que crees que est¨¢ perturbando la paz social y que envenena la convivencia. La s¨¢tira ser¨ªa un ant¨ªdoto frente a esos venenos que nos ahogan. Es un instrumento de la sociedad que se expresa a trav¨¦s de un dibujante en cada ¨¦poca.

P. Esta exposici¨®n lo junta con Chumy, los dos dibujando a favor de la libertad de expresi¨®n¡­

R. La exposici¨®n es hist¨®rica y reivindicativa. Chumy fue el gran dibujante de los setenta y ochenta, por quien sent¨ª un gran aprecio, y esta exposici¨®n es un homenaje a su figura y a su trabajo¡­

P. ?Y qu¨¦ ser¨ªa hoy la libertad?

R. La libertad es un territorio falseado por nuestras creaciones mentales. Deber¨ªamos romper esos esquemas para saber qu¨¦ es la libertad. Entretanto, vivimos en nuestra propia enso?aci¨®n.

P. Chumy y usted representan al hombre con un silenciador incorporado¡­

R. Ahora todos hablamos en cierto modo con silenciador, matizamos lo que decimos por temor a herir, por miedo a la repercusi¨®n o al uso torticero que puedan hacer otros. Debemos cuidar lo que decimos, pero no debemos ocultar lo que queremos decir.