La grandeza de Fet¨¦n Fet¨¦n
El d¨²o convierte la m¨²sica en una apasionante labor de recuperaci¨®n de la memoria y revalorizaci¨®n de las identidades
A veces, basta una buena canci¨®n para viajar, sin necesidad de coger un avi¨®n, un tren o un coche. Lo dijo el m¨²sico Diego Galaz, miembro del d¨²o Fet¨¦n Fet¨¦n, durante el concierto que celebraron el pasado s¨¢bado dentro del festival Inverfest en el auditorio Paco de Luc¨ªa de Alcobendas. M¨¢s all¨¢ de que cualquiera que se emocione con la m¨²sica sabe que una canci¨®n es un artefacto con virtudes transportadoras en la memoria, fue imposible no darle la raz¨®n. Fet¨¦n Fet¨¦n hacen viajar en el tiempo con su recuperaci¨®n de sonidos folcl¨®ricos de Espa?a y otras partes del mundo.
As¨ª lo atestigua su espect¨¢culo: El m¨¢gico planeta de los instrumentos ins¨®litos. Un fascinante recorrido a trav¨¦s de los instrumentos musicales que marcan la tradici¨®n como el viol¨ªn, la mandolina, el acorde¨®n, la flauta, la gaita, la zanfona o el tambor con el que el d¨²o consigue reflexionar sobre los valores de la creatividad, la ecolog¨ªa, el reciclaje o el respeto a las diferentes culturas. Un espect¨¢culo pensado para ni?os, pero en el que disfrutan m¨¢s a¨²n los adultos.
Para esto, la f¨®rmula parece sencilla, aunque no lo es. El concierto deriva por muchos momentos en una charla muy did¨¢ctica y con h¨¢biles toques de humor. Diego Galaz y Jorge Arribas comentan de d¨®nde vienen los instrumentos, c¨®mo suenan y por qu¨¦ suenan as¨ª y hasta c¨®mo se pueden fabricar algunos con materiales reciclables, a mano en nuestras vidas, como las percusiones de cucharas y sartenes, la gaita con brick de vino, el viol¨ªn con caja de puros o el serrucho o la silla camping flauta. Es en este m¨¦todo donde Fet¨¦n Fet¨¦n convierten la m¨²sica en una apasionante labor de recuperaci¨®n de la memoria y revalorizaci¨®n de las identidades.
Vistos como una especie de ¡®luthiers¡¯ de la Espa?a vac¨ªa, Fet¨¦n Fet¨¦n, d¨²o creado en 2009 tras salir del grupo La Musga?a, llevan ya muchos a?os defendiendo la herencia castellanoleonesa que mamaron de ni?os. Recuerdo haber sabido de ellos por primera vez hace ya cinco a?os en El Patillas, la c¨¦lebre taberna de Burgos abierta desde 1914, llena de encanto, fotograf¨ªas, instrumentos, porrones y cervezas y que en 2020 vio por desgracia perder a su due?o Armando. All¨ª, por entonces, nos citamos el m¨²sico Igor Paskual, algunos chicos de la M.O.D.A., el periodista ?ngel Carmona y estupendos profesores de la Universidad de Burgos para ver tocar a unos y otros como solo se tocaba en las viejas tabernas, entre la improvisaci¨®n, la bulla y el alcohol. El Patillas era casa de Fet¨¦n Fet¨¦n, el espacio simb¨®lico y maravilloso donde mostraban su destreza y amor por su labor sonora.
Pero no solo recuperan el legado de su tierra. El d¨²o reivindica con pasi¨®n y curiosidad todo tipo de estilos como la jota, el son, el chotis, la tarantela, el bolero, el vals, las mui?eiras¡ Trae al presente una identidad rural que cada a?o desaparece m¨¢s en Espa?a y que no solo nos conecta con nuestro pasado, sino tambi¨¦n con otras culturas de Europa, ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina. Tres discos como Cantables, Melod¨ªas de ultramar y Bailables presentan un horizonte sonoro tan rico y bello que deber¨ªan estudiarse en las escuelas.
Desde la perspectiva de las tendencias que mueven a los medios comerciales, Fet¨¦n Fet¨¦n podr¨ªan ser vistos como algo curioso. Sin embargo, eso es simplificar su labor a lo anecd¨®tico, m¨¢s en esta sociedad de consumo r¨¢pido y desmemoriada. Su labor es encomiable y deber¨ªa ser, como la de otros muchos artistas de todas las regiones de la Pen¨ªnsula, mucho m¨¢s visible y valorada.
A fin de cuentas, el d¨²o castellanoleon¨¦s nos recuerda que la cultura r¨ªtmica espa?ola es mestiza, proviene de siglos de influjos y que la m¨²sica viaja por encima de fronteras, reyes, gobiernos y empresas de marketing. La m¨²sica es tan compleja y apasionante como la identidad de sus pueblos. Y Espa?a tiene muchas identidades conviviendo durante siglos y haci¨¦ndose o¨ªr mediante sonidos rurales, alegres, bailables, vivaces¡ ilustradores de una tierra llena de ritmo.
Fet¨¦n Fet¨¦n nos lo recuerda y adem¨¢s con calidad y entusiasmo, tanto que nos hace part¨ªcipes. Es su grandeza.
Babelia
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