Roc¨ªo Romero, torera por vocaci¨®n: ¡°Siento que el toro me ha elegido a m¨ª¡±

Roc¨ªo Romero (C¨®rdoba, 1998) es torero (as¨ª prefiere que la llamen) desde su nacimiento. Ese es, al menos, su convencimiento: ¡°Creo que el toro me ha elegido a m¨ª¡±, afirma con indisimulada timidez. Y ella, a sus 22 a?os, y con el t¨ªtulo de enfermera a punto de colgarlo en la pared de su habitaci¨®n, lo explica as¨ª: ¡°Recuerdo que era muy peque?a y sent¨ªa algo en la barriga cuando ve¨ªa toros; en el colegio infantil me dec¨ªan que escribiera cinco palabras, y siempre se me ocurr¨ªan las mismas: toro, capote, muleta, banderillas, toreo¡­ No s¨¦, algo se hab¨ªa despertado en m¨ª. Yo digo que el toro me llam¨®¡±.

A?ade que, siendo todav¨ªa una ni?a, lo pas¨® muy mal (¡°llor¨¦ much¨ªsimo¡±) porque se autoconvenci¨® de que no pod¨ªa ser torero, y la gimnasia r¨ªtmica se convirti¨® en una v¨ªa de escape. Ten¨ªa entre doce y trece a?os, se proclam¨® campeona de Andaluc¨ªa y tercera de Espa?a, y dice que esa era su vida hasta que se cruz¨® el toro.

¡°Como gimnasta pod¨ªa expresar con mi cuerpo lo que llevaba dentro, hasta que me puse delante de una becerra y comprend¨ª que ese nuevo movimiento s¨ª sacaba de m¨ª todo lo que sent¨ªa¡±.

El acontecimiento sucedi¨® en Dos Torres, el pueblo cordob¨¦s de sus abuelos, donde cada a?o se sueltan vacas en la plaza de toros con motivo de las fiestas.

¡°Estaba con mi madre y mis dos hermanas en el tendido, soltaron una vaquita, sin pensarlo fui al callej¨®n, busqu¨¦ a mi padre y le ped¨ª una muleta; sal¨ª al ruedo y le di cinco derechazos y un pase de pecho limpios. Veo el v¨ªdeo y todav¨ªa no s¨¦ c¨®mo fui capaz de hacerlo porque nunca hab¨ªa cogido una muleta. Ten¨ªa 13 a?os, s¨ª, y fue la primera y ¨²nica vez que mi madre me ha visto torear. Recuerdo la plaza llena, el alboroto que se form¨®, y que yo pens¨¦ que aquello que acababa de hacer era muy f¨¢cil¡±.

¡°Tras mi exitoso debut con caballos pas¨¦ del todo a la nada en una semana¡±

La vida le ha demostrado despu¨¦s que aquel pensamiento no fue m¨¢s que un sue?o ligero. Abandon¨® con l¨¢grimas en los ojos los podios de la gimnasia r¨ªtmica por los vestidos de torear (¡°el toro lleg¨® a mi vida y arras¨®¡±); ha demostrado que su vocaci¨®n va en serio, ha salido a hombros de la Maestranza de Sevilla antes de debutar con caballos en la plaza madrile?a de Vistalegre en febrero de 2018, se ha ganado el respeto de la gente de toro, y ha conocido la miel y la hiel de la profesi¨®n.

¡°No esperaba que el salto al escalaf¨®n de novillero con picadores iba a ser as¨ª¡±, comenta la torero.

Roc¨ªo Romero vivi¨® tres exitosas temporadas sin caballos, con una media de 30 festejos por a?o; y desde 2018 solo ha toreado seis novilladas picadas. Es verdad que tras su paso por Vistalegre se fractur¨® el peron¨¦, que la mantuvo seis meses en paro, y, al final del a?o, su apoderado, Alberto Garc¨ªa, decidi¨® romper el compromiso que los un¨ªa. Y, despu¨¦s, la pandemia¡­

¡°Pas¨¦ del todo a la nada en una semana. Tuve un debut con caballos con mucho ambiente y repercusi¨®n medi¨¢tica, y de pronto¡­ Eso es duro de asimilar. Ni era tan buena antes ni tan mala despu¨¦s. Simplemente, atravesaba un proceso de aprendizaje, propio de todos los toreros, condicionado por una grave lesi¨®n y la p¨¦rdida del apoderado¡±.

¡°Me di de bruces con la realidad m¨¢s cruda¡±, concluye Roc¨ªo. ¡°En el escalaf¨®n de novilleros entran en juego intereses que no tienen nada que ver con el g¨¦nero¡±, continua; ¡°No siempre torea quien se lo gana en el ruedo; el toro no sabes si eres mujer u hombre porque esto es para personas capaces¡±.

En este punto, la torero recuerda su paso triunfal por la Maestranza sevillana -tore¨® dos tardes en el certamen de nuevos valores en 2017 y cort¨® tres orejas- y el sabor agridulce de aquella gesta.

¡°Salir a hombros de Sevilla es lo m¨¢s emocionante que he vivido en mi vida; disfrut¨¦ de ello desde que me vi anunciada en los carteles. Torear donde lo hab¨ªa hecho Manolete era un sue?o. Fue una sensaci¨®n muy bonita que recuerdo con alegr¨ªa, pero tambi¨¦n con pena y frustraci¨®n¡­¡±

Porque Roc¨ªo Romero no ha vuelto a pisar el albero sevillano y s¨ª sus compa?eros de cartel.

¡°¡­Y mire que lo he intentado. Y la excusa es siempre la misma: que son muchos los compromisos y los intereses¡±.

¡°Si yo sintiera que no tengo capacidad para ser alguien importante en el toro, no estar¨ªa aqu¨ª¡±

Pero esta torero dice no desanimarse: ¡°Todo pasa por algo, y, cuando tenga la oportunidad, dar¨¦ la mejor versi¨®n de m¨ª¡±.

¡°Si yo sintiera que no tengo capacidad para ser alguien importante en el toro, no estar¨ªa aqu¨ª, porque este es un mundo muy bonito, pero terriblemente duro. Con 22 a?os y una carrera en la que no falta trabajo, no tendr¨ªa necesidad. Estoy aqu¨ª porque creo que tengo algo que decir y puedo decirlo. No tengo prisa, y no quiero torear por torear¡±.

Roc¨ªo insiste en que no echa de menos la vida de las amigas de su edad. ¡°No. Ellas tampoco saben lo que es salir a hombros de la plaza de Sevilla, que es tocar el cielo con los dedos. Yo hago con gusto la vida que he elegido. No he sacrificado nada por el toro porque vivo por y para el toro¡±.

- Pero, ?piensa ejercer en el futuro su profesi¨®n de enfermera?

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- ¡°La enfermer¨ªa me ha gustado siempre, pero la carrera me la he tomado como un hobby, y me ha ayudado a evadirme cuando he tenido problemas con el toro. Me gusta estudiar y saber, pero no me veo como enfermera porque mi vida es el toro. Quiz¨¢, como integrante de un equipo m¨¦dico taurino, tal vez¡­¡±

¡°Intento transmitir lo que siento¡±, responde cuando se le pregunta que se defina como torero. ¡±Y eso es muy dif¨ªcil expresarlo con palabras; es algo tan grande, tan fuerte¡­ Me gustan los toreros con personalidad¡±.

- ?Tiene un sello?

- ¡°Estoy en esa b¨²squeda¡±.

- ?Artista o lidiadora?

- ¡°Me gusta el toreo artista con todo mi cuerpo; me gusta la armon¨ªa que se puede crear con el toro, pero hay que adaptarse a sus condiciones¡±.

- ?Y el futuro?

- ¡°Quiero verlo con ilusi¨®n. Espero que finalice pronto la pandemia y aparezcan oportunidades. Yo no quiero muchas, solo una; me siento preparada y con ganas¡±.

¡°Me encanta la vida que llevo¡±, termina Roc¨ªo. ¡°Entreno ma?ana y tarde, voy al campo, y no paro; pero necesito torear en la plaza¡±.

Para ello, cuenta con un nuevo apoderado, ?scar Fern¨¢ndez, en quien ha depositado toda su confianza, y con un fiel mozo de espadas, su padre.