Miguel Poveda: ¡°Por amor he mordido el polvo y la almohada, literal¡±
El cantaor catal¨¢n presenta ¡®Diverso¡¯, un disco donde interpreta otros ritmos del mundo adem¨¢s de flamenco e inicia una gira a partir del 17 de febrero en el Teatro Real de Madrid
El cantaor Miguel Poveda (Barcelona, 48 a?os), este hombre escueto de talla capaz de izar a pulso con su torrente de voz los vellos del oyente m¨¢s flem¨¢tico, llega al hotel donde hemos quedado, te mira a los ojos, te saluda por tu nombre y, a los dos minutos, parece que lo conoces de toda la vida. Locuaz, c¨¢lido, simpatiqu¨ªsimo, seguro que el maestro Poveda, idolatrado por su parroquia, lleva puesta su coraza y su poquito de personaje, pero lo disimula infinitamente mejor que otros con menos cartel y menos tablas. Se r¨ªe de todo y con todo. Empezado por ¨¦l mismo.
Titula su disco ¡®Diverso¡¯. ?Lleva comisi¨®n del chef Dabiz Mu?oz?
No, pero deber¨ªa invitarme a su restaurante, o colarme en su lista de espera. Me gusta todo, y soy un paladar superagradecido.
?Es as¨ª de omn¨ªvoro para todo?
No, hay cosas que no trago ni tragar¨¦: la mediocridad, la mentira y, sobre todo, la intolerancia, lo dictatorial, lo impuesto. Todo lo que cohiba la libertad del ser humano. Ya me quit¨¦ esas mochilas y ahora voy muy ligero.
?Qu¨¦ piedras llevaba a cuestas?
Igual ciertos complejos que hac¨ªan que me afectaran demasiado las cr¨ªticas feroces de las redes sociales. Date cuenta que yo empec¨¦ a cantar con 15 a?os y dej¨¦ de estudiar mucho antes. Mi educaci¨®n, mi investigaci¨®n de la vida ha sido por cuenta propia. Antes ten¨ªa un ansia por comunicarme, por llegar, por ser artista, por llenar conciertos. Ahora, ya con un pie en los 50, me tomo mi voz como un don que me ha permitido recuperar el tiempo que perd¨ª en la escuela.
?Su voz es su tesoro?
Totalmente, pero solo ahora soy consciente de que fue mi pasaporte a la libertad, al mundo, a abrir los ojos y la mente, y mi visado a la felicidad, porque a trav¨¦s de ella me siento realizado y ¨²til.
?Por qu¨¦ le costaba ir a la escuela?
Bueno, algunos me llamaban ¡°mo?as¡±, porque era un poco amanerado y jugaba con las ni?as. Pero yo tambi¨¦n me port¨¦ mal. Como dice Alejandro Sanz en una canci¨®n, a veces me hac¨ªa el malo para que no me dieran palos.
?Por eso cree que perdi¨® el tiempo en el colegio?
No, lo perd¨ª porque no estaba centrado. Era buen estudiante, pero era vago. A partir de los 10 a?os empec¨¦ a suspender todo y dej¨¦ de prestar atenci¨®n. Le perd¨ª el respeto. Nos ocurri¨® a muchos. Pasamos de dar una asignatura en catal¨¢n a darlo todo en catal¨¢n, menos una clase de castellano. No quiero echarle la culpa a eso, pero dej¨¦ de tener inter¨¦s en las clases. Y luego me arrepent¨ª. Es de lo que m¨¢s me he arrepentido en mi vida.
Me siento flamenco hasta la m¨¦dula, pero en mi comportamiento, e igual en mi est¨¦tica de escenario, he sido m¨¢s del estilo de un cantante americano
?Cu¨¢ndo empez¨® a sentir ese arrepentimiento?
Cuando, a los 20 a?os, gano el festival de cante de La Uni¨®n y me llama Bigas Luna para hacer una pel¨ªcula, La teta y la luna. Estaba reci¨¦n llegado de la mili. Recuerdo una cena con Bigas y otras personas y pens¨¦, Dios m¨ªo, no s¨¦ ni de lo que est¨¢n hablando. Me sent¨ª tan rid¨ªculo, tan cateto, que dije, esto no me va a volver a pasar, tengo que leer, tengo que ver c¨®mo habla la gente, tengo que cultivarme. A partir de ah¨ª abr¨ª los ojos al mundo y fui una m¨¢quina de aprender, de fijarme en todo, de meterme en todos los berenjenales. Pas¨¦ de vivir de Badalona, en mi micromundo de emigrantes, a Barcelona y ah¨ª empec¨¦ a cambiar y cambiar mi vida.
?Sali¨® del armario?
Nunca estuve dentro. Cuando les dije a mis padres que era gay tuve que explicarles lo que era la homosexualidad. Eran dos inmigrantes, murciano y manchega, que no hab¨ªan salido de su gueto de Badalona y no conoc¨ªan el mundo. Una vez que lo entendieron y vieron que segu¨ªa siendo ¨¦l mismo se acabaron los armarios.
?Es usted cantaor o cantante?
Est¨¢ mal que lo diga, pero las dos cosas. Me siento flamenco hasta la m¨¦dula, pero en mi comportamiento, e igual en mi est¨¦tica de escenario, he sido m¨¢s del estilo de un cantante americano.
Defina ¡°sentirse flamenco¡±.
Sentir la verdad absoluta y la capacidad de rasgarte el coraz¨®n en dos segundos del flamenco. Vivir ese flechazo para todo: la alegr¨ªa, la pena, el dolor, el amor.
En escena va siempre cual pincel. ?Cu¨¢ntas chaquetas de fantas¨ªa tiene en el ropero?
Jajaja. Muchas. La ropa de escenario es mi gran vicio.
Antes, alguna vez me tambale¨¦. Era curioso, quer¨ªa probarlo todo, y lo prob¨¦, pero supe lo que me dominaba, y yo necesito estar en mi juicio las 24 horas
?Y qu¨¦ hay de las drogas, el sexo, y el rock and roll; o Camar¨®n?
Ya nada. Antes, alguna vez me tambale¨¦. Era curioso, quer¨ªa probarlo todo, y lo prob¨¦, pero supe lo que me dominaba, y yo necesito estar en mi juicio las 24 horas.
Hay a quienes las drogas les inspiran, dicen.
Bueno, yo alguna vez fum¨¦ un porro, escuch¨¦ a Marchena y vol¨¦, pero no me hace falta el porro para volar con Marchena y yo s¨ª que necesito ser due?o de m¨ª.
?En el amor tambi¨¦n?
Ah¨ª no mando: por amor he mordido el polvo y la almohada, literal. Soy muy enamoradizo, mucho. He sufrido much¨ªsimo. Ahora soy muy feliz. El ser tan intenso, para lo bueno y para lo malo, es positivo a la hora de cantar. Canto mejor ahora que a los 20.
O sea, que est¨¢ como nunca, como dec¨ªa Lola Flores.
Bueno, espero no tocar techo nunca. A nivel de facultades es evidente que se van perdiendo con los a?os, en flamenco, a veces, una voz castigada tambi¨¦n duele mucho. La voz rota que ten¨ªa Camar¨®n, o Agujeta, esas voces vividas tienen mucha emoci¨®n. Yo la tengo m¨¢s castigada que a los 20, y cuando la tenga m¨¢s castigada a¨²n, cantar¨¦ mejor, espero.
Yo tambi¨¦n denuncio esa pr¨¢ctica [la gestaci¨®n subrogada] cuando se hace mal. Mi madre gestante tiene una casa m¨¢s grande que la m¨ªa, lo ha hecho de forma voluntaria
?C¨®mo se castiga uno la voz?
Te la castiga la vida. Igual que te salen arrugas, canas, barriguita, tu voz va cambiando. Lo que vives te deja poso. No me voy a tirar a la calle a fum¨¢rmelo y beb¨¦rmelo todo, pero ya se encargar¨¢ la vida de castig¨¢rmela.
Su hijo, gestado por un vientre de alquiler, se llama ?ngel. ?Por qu¨¦ eligi¨® ese nombre?
Porque es el nombre m¨¢s bonito del mundo. Yo me llamo Miguel ?ngel. Mi padre, que para m¨ª era un ¨¢ngel, ya se fue. Y mi hijo es ahora, con mi padre, mi ¨¢ngel de la guarda, el ni?o que yo fui. Mi hijo me pone delante de la cara la pureza m¨¢s absoluta.
?Est¨¢ preparado para las preguntas de su hijo en el futuro?
Ya hemos hablado muchas veces sobre c¨®mo vino al mundo.
?Cree que con seis a?os ya lo entiende?
Te sorprender¨ªas, te podr¨ªa hacer una prueba. ?l habla con la madre gestante. Tenemos un contacto continuo, mi hijo y yo, tenemos un v¨ªnculo tan fuerte de amor que esas explicaciones est¨¢n, estar¨¢n para el resto de su vida. Respeto y entiendo cualquier postura, pero no me gustar¨ªa que ese fuera el titular.
La gestaci¨®n subrogada no es legal en Espa?a. Eso es un hecho.
S¨¦ que no est¨¢s a favor, te lo noto y te lo respeto. Yo tambi¨¦n denuncio esa pr¨¢ctica cuando se hace mal. Mi madre gestante tiene una casa m¨¢s grande que la m¨ªa, lo ha hecho de forma voluntaria. Otra cosa es que me aprovechara de una situaci¨®n chunga de una mujer, eso no lo har¨ªa jam¨¢s. Podr¨ªa obviar esta pregunta, pero quiero hablarlo con naturalidad, precisamente para poder hablarlo con mi hijo. No soy un asesino.
Se emociona hablando de su hijo. ?Es el amor de su vida?
Claramente, de tu pareja puedes desenamorarte, o desenamorarla, pero de tu hijo no te desenamoras nunca.
En ¡®Diverso¡¯ hay una canci¨®n en catal¨¢n. ?Le ha perdido el rechazo que le cogi¨® en la escuela?
Me he enamorado del catal¨¢n cuando me he sentido libre. No es que lo rechazara. Lo hablaba y lo entend¨ªa, pero las cosas que se hacen por imposici¨®n tienen mucha menos carga de amor. Cuando llegas a ellas desde tu libertad y tu curiosidad, surge el flechazo.
CANTAOR Y CANTANTE
Miguel Poveda (Barcelona, 48 años) siempre ha nadado contracorriente. Hijo de inmigrantes murciano y manchega en Badalona, gay sin armarios en el otrora cerrado mundo del flamenco, catador de estilos en un arte que solía exigir limpieza de sangre, Poveda se considera tan cantaor como cantante y obra en consecuencia. Empezó a cantar a los 15 años en locales de su ciudad natal, a los 20, a la vuelta del servicio militar, ganó el festival de cante de Las Minas de La Unión y, desde entonces, se ha ganado el respeto de los puristas sin renunciar a seguir alternando con otros estilos vocales al alcance de su garganta. Célebre, también, por sus puestas en escena: "me gusta darle prestancia a mi arte". Ahora, presenta su nuevo disco, 'Diverso', y anuncia gira tras un año marcado por la pandemia.
Babelia
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