Muere el dibujante Miguel Gallardo, creador de Makoki y de ¡®Mar¨ªa y yo¡¯

Miguel Gallardo, uno de los autores de c¨®mics m¨¢s conocidos y aplaudidos de Espa?a, creador del ic¨®nico personaje Makoki, entre otros, ha fallecido este lunes a los 66 a?os, seg¨²n inform¨® su agencia literaria, MB, en un comunicado. El artista, responsable de obras como Mar¨ªa y yo y Un largo silencio, era ¡°uno de los m¨¢ximos representantes de la novela gr¨¢fica y la ilustraci¨®n de los ¨²ltimos 40 a?os en Espa?a¡±, como destaca el mismo texto. Gallardo padec¨ªa desde hac¨ªa a?os un c¨¢ncer, por el que fue operado en 2020 y que precisamente hab¨ªa relatado en uno de sus tebeos, Algo extra?o me pas¨® camino de casa.

Varias de sus creaciones m¨¢s exitosas part¨ªan de su propia vida, su familia o sus recurrentes viajes. Un largo silencio, en concreto, relataba los recuerdos de su padre, soldado republicano en la guerra civil espa?ola, y fue una de las primeras obras literarias que, ya en 1997, recuperaba la memoria y la dignidad de los perdedores del conflicto.

Mar¨ªa y yo, en cambio, se centraba en el autismo de su hija, que ten¨ªa 12 a?os cuando se public¨® la primera edici¨®n de la novela gr¨¢fica, en 2007. La obra supuso toda una revoluci¨®n en el tebeo nacional, justo el mismo a?o en que Paco Roca lanzaba otro c¨®mic tan brillante como arriesgado: Arrugas. Gallardo se atrev¨ªa a contar un tema tan ¨ªntimo y espinoso en un c¨®mic, repleto de ternura y de humor pero sin miedo al dolor, y su ¨¦xito no se limit¨® a las ventas: hubo adaptaci¨®n al cine ¡ªcon nominaci¨®n al Goya incluida¡ª, traducci¨®n a una decena de idiomas, el Premio Nacional de C¨®mic de Catalu?a y hasta una versi¨®n teatral estrenada en Rusia. La historia se prolong¨®, m¨¢s tarde, con una segunda entrega, Mar¨ªa tiene 20 a?os.

Mucho antes, en los setenta, Gallardo hab¨ªa marcado otro punto de inflexi¨®n en el c¨®mic espa?ol. Con los mismos ingredientes: valor, talento y una sonrisa. Tan solo nueve d¨ªas despu¨¦s de las primeras elecciones democr¨¢ticas en la Espa?a posfranquista, lanz¨® al estrellato a un quinqui que se hab¨ªa fugado de una sesi¨®n de electrochoque en un frenop¨¢tico, tanto que todav¨ªa le quedaba pegado alg¨²n electrodo. El 24 de junio de 1977 en la revista Disco Expr¨¦s, debutaba Makoki, de la mano de Gallardo y el guionista Felipe Borrayo, que dio paso muy pronto a Juan Mediavilla. Entonces, fue un destello. Cinco ¨¢lbumes despu¨¦s, ya era un mito.

Aquella obra underground, y m¨¢s en un pa¨ªs que empezaba a redescrubrir la libertad, tuvo un impacto inmediato. ¡°Fue un milagro aquel ¨¦xito, no ¨¦ramos profesionales, solo quer¨ªamos contar lo que estaba pasando, Ir de bares, fumar canutos... conectamos con el p¨²blico de forma brutal¡±, contaba Gallardo a EL PA?S en 2012, cuando se edit¨® un tomo que reun¨ªa a todas las aventuras de Makoki en un mismo libro. El propio autor contribuy¨® al impulso en Espa?a de los tebeos m¨¢s alternativos: fue miembro fundador de la revista El V¨ªbora. Una vez m¨¢s: atrevimiento.

El mismo, probablemente, que le empuj¨® siempre a no conformarse y buscar nuevas formas de ilustraci¨®n. Naci¨® en Lleida, en 1955, y estudi¨® en la escuela Massana de Artes y Dise?o de Barcelona. Trabaj¨® para revistas de historietas como Star o B¨¦same mucho, y para medios como The New York Times, The New Yorker, The Washington Post o EL PA?S. La mayor¨ªa de las veces escrib¨ªa y dibujaba todo ¨¦l solo, aunque tambi¨¦n se junt¨® con Paco Roca para contar las vicisitudes de ambos en Emotional World Tour. Diarios itinerantes.

Su ¨²ltima obra ¡ªsu sello habitual, Astiberri, la editar¨¢ el pr¨®ximo 10 de marzo¡ª tambi¨¦n bucea en el universo personal: El gran libro de los perros narra la llegada de Cala a la vida del creador y de su pareja, Karin du Croo. Gallardo compart¨ªa con los lectores en vi?etas lo que le suced¨ªa. Pero, de fondo, dibujaba las emociones humanas. Su agencia literaria recuerda que ¨¦l se defin¨ªa como ¡°tradujante¡±, porque llevaba a las im¨¢genes lo que los dem¨¢s conciben en palabras. Aunque resulta imposible traducir lo que piensan ahora tantos adoradores de su obra. Para dibujar algo as¨ª, har¨ªa falta Miguel Gallardo.