¡®Un peque?o mundo¡¯: el acoso escolar a ras de suelo
La ¨®pera prima de la belga Laura Wandel es una dur¨ªsima inmersi¨®n en el patio de recreo entendido como c¨¢rcel y pesadilla
Esta dur¨ªsima, terrible, pel¨ªcula belga se aproxima al acoso escolar desde la altura de dos peque?os hermanos v¨ªctimas de una crueldad insoportable. La ¨®pera prima de Laura Wandel es un lograd¨ªsimo acercamiento sensorial a la naturaleza m¨¢s violenta de la infancia y sus secuelas. Una espiral de silencios, miradas perdidas, pasillos ruidosos y gritos de patio de recreo narrados a ras de suelo, con una crudeza devastadora.
No era sencil...
Esta dur¨ªsima, terrible, pel¨ªcula belga se aproxima al acoso escolar desde la altura de dos peque?os hermanos v¨ªctimas de una crueldad insoportable. La ¨®pera prima de Laura Wandel es un lograd¨ªsimo acercamiento sensorial a la naturaleza m¨¢s violenta de la infancia y sus secuelas. Una espiral de silencios, miradas perdidas, pasillos ruidosos y gritos de patio de recreo narrados a ras de suelo, con una crudeza devastadora.
No era sencillo mantener el pulso de una historia as¨ª, pero en 72 minutos Wandel lo consigue siguiendo estrategias propias de los hermanos Dardenne y, sobre todo, de L¨¢szl¨® Nemes en El hijo de Sa¨²l. Es decir: inmersa en planos borrosos y subjetivos, con un realismo minimalista, despojado de elementos narrativos convencionales, pocos di¨¢logos, confiando en el poder del fuera de campo y dejando que el espectador se empape del clima opresor de un colegio entendido como c¨¢rcel y pesadilla. Un mundo visto desde abajo mientras arriba, los adultos, desbordados o a sus cosas, no se enteran del dolor y el miedo que se apodera de un ni?o roto.
El punto de vista es el de la hermana del ni?o acosado. La c¨¢mara deambula absorbiendo todo lo que la cr¨ªa ve y sufre, pegada casi siempre a ella, sin salir nunca de los muros del colegio. Es en ese microcosmos, encapsulado en el patio de recreo, donde los ni?os experimentan su primera vida en sociedad y donde se desata la peor cara de la infancia.
Aunque el patio es el eje de los acontecimientos, tambi¨¦n est¨¢n la piscina escolar o el comedor, donde afloran la incomunicaci¨®n, la soledad de los ni?os protagonistas, y tambi¨¦n alg¨²n dato que nos gu¨ªa en este desolador drama: el ni?o come solo, el ni?o huele mal, los hermanos llevan siempre la misma ropa y los crueles comentarios de la sobremesa evidencian que el padre, el ¨²nico que los lleva y trae al colegio, no trabaja. La precariedad familiar se manifiesta de forma sutil aunque contundente, es el fino velo de pobreza que provoca el escarnio de los compa?eros m¨¢s grandes y m¨¢s s¨¢dicos.
La terca mirada de Maya Vanderbeque en la piel de la peque?a Nora y el cabizbajo G¨¹nter Duret en el de su hermano Abel conforman un conmovedor n¨²cleo fraternal que tampoco se presta a simplificaciones. Ella es fuerte y compacta, mientras que el ni?o es flaco y d¨¦bil. Siempre serios, casi nunca juegan. La hermana, sola y sin amigos en su primer curso, es la v¨ªctima colateral del tormento de su hermano. En una secuencia final pavorosa, Laura Wandel resuelve con un estremecedor abrazo esta indagaci¨®n en la violencia y el desamparo infantil.
Un peque?o mundo
Dirección: Laura Wandel.
Intérpretes: Maya Vanderbeque, Günter Duret, Karim Leklou, Laura Verlinden, Léna Girard Voss, Thao Maerten, Laurent Capelluto.
Género: drama. Bélgica, 2021.
Duración: 72 minutos.
Estreno: 25 de febrero.