El desamparo infinito de un ni?o que crece sin padres
Un documental analiza la tutela de menores en Espa?a. En 2018 quienes viv¨ªan en centros (unos 21.300) superaron por primera vez a los que resid¨ªan con familias (unos 19.500)
Ra¨²l Serrano lleg¨® al centro con su padre, que lo llevaba agarrado de una mano y a su hermana, de la otra. Ten¨ªa cuatro a?os. De aquel d¨ªa recuerda que jug¨® con el resto de ni?os y una soledad inmensa que ya no le abandonar¨ªa durante los 14 a?os que pas¨® en una instituci¨®n. La Administraci¨®n le retir¨® la tutela a su padre, un hombre que maltrataba a las dos mujeres con las que viv¨ªa, que a su vez tambi¨¦n ejerc¨ªan la violencia entre ellas. Afirma que no tiene recuerdos de afecto, que creci¨® sin que nadie le diera un beso de buenas noches, pensando qu¨¦ ser¨ªa de ¨¦l, esforz¨¢ndose por no parecerse a su familia. Serrano ha plasmado en un documental su experiencia y las de otros cuatro extutelados. "Si no vives el amor incondicional, no tienes confianza ante la vida", sostiene Serrano, director, guionista y productor de la cinta.
A finales de 2018 hab¨ªa en Espa?a 40.828 menores tutelados por el Estado. De ellos, unos 19.500 estaban acogidos por una familia ¡ªque cuida a los ni?os temporalmente, un periodo que en ocasiones puede alargarse toda la vida del menor¡ª. Casi 21.300 viv¨ªan en centros. Fue el primer a?o desde que se tienen registros en que el acogimiento residencial super¨® el familiar, seg¨²n el Ministerio de Sanidad. Un aumento que se debe a la mayor llegada de menores extranjeros no acompa?ados el a?o pasado. Las cifras las anunci¨® este jueves la ministra Mar¨ªa Luisa Carcedo durante el IV congreso de la Asociaci¨®n Estatal de Acogimiento Familiar (Aseaf), que se celebra en Madrid. All¨ª se present¨® tambi¨¦n, en un pase privado, el documental que Serrano ha tardado 10 a?os en gestar. As¨ª crecen los enanos repasa, en boca de adultos que fueron tutelados ¡ªpor familias y en centros¡ª y de expertos, la realidad de los ni?os declarados en desamparo.
"Uno de los grandes problemas es que no hay datos suficientes. No se sabe cu¨¢l es el fracaso escolar, ni cu¨¢ntas personas acaban en la calle al cumplir los 18 a?os o volviendo con sus familias, a un entorno de violencia", cuenta Serrano al tel¨¦fono. ?l se propuso dar voz a quienes no la tienen. Y en el proceso descubri¨® que, si bien el sistema ha evolucionado en 20 a?os ¡ª¨¦l ahora tiene 38¡ª, su relato "tiene vigencia". "?C¨®mo es posible que mi experiencia y la de chavales que han salido hace tres a?os del centro se parezcan tanto? Incluso hay cosas que han empeorado. En mi ¨¦poca no hab¨ªa guardas jurado. Ahora s¨ª. Los ni?os crecen ya estigmatizados. ?Qui¨¦n tiene un vigilante en su casa?", critica. En el documental tambi¨¦n analizan las pol¨ªticas de la Generalitat Valenciana, "pioneras porque est¨¢n tratando de reducir el tama?o de los centros residenciales", explica el guionista y productor.
La ley proh¨ªbe las retiradas de tutela por motivos exclusivamente econ¨®micos, aunque la pobreza suele estar presente en estos casos. "Cuando se toma una medida de separaci¨®n es porque se ha detectado maltrato. Y el m¨¢s frecuente es siempre el menos llamativo, que afecta a 7,5 de cada 10 ni?os maltratados: la negligencia, el abandono, no prestar atenci¨®n a las necesidades m¨¦dicas, de afecto, etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n pueden darse malos tratos f¨ªsicos, emocionales¡", explica en el documental Jes¨²s Palacios, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n en la Universidad de Sevilla.
La madre de Natalia, que fue maltratada por su padre, comenz¨® a beber y a tener comportamientos agresivos tras la separaci¨®n. La joven, que ahora tiene 21 a?os, y su hermana acabaron en un centro. "Nadie ayud¨® a mi madre cuando le quitaron nuestra tutela. Le diagnosticaron bipolaridad a?os despu¨¦s", cuenta en la cinta. "Me vi sola, sin nada. Ni una casa, ni familia que te arrope. Yo, que siempre he tenido muy presentes los estudios, tem¨ªa por mi futuro", dice esta joven que ahora cursa Criminal¨ªstica. "Pasaba 365 d¨ªas del a?o ah¨ª: Navidad, verano, Semana Santa, todo", recuerda. "Ech¨¦ de menos tener a una persona referente, que demostrara que te quer¨ªa, que no solo hiciera su trabajo", afirma. "Hay educadores con los que mantengo el contacto, pero a otros prefiero no verlos nunca m¨¢s. A uno lo echaron por agredir a un ni?o, otros confundieron sentimientos hacia menores", sostiene esta madrile?a, que al cumplir los 18 a?os, y tras pasar por un centro para mujeres v¨ªctimas de violencia machista, decidi¨® volver a casa con su madre.
Ra¨²l Serrano recuerda el compa?erismo, y que en aquellos a?os en el centro tambi¨¦n sinti¨® alivio por no estar en su casa. Pero la convivencia era dura. En la cinta, los testimonios de los chavales que vivieron en instituciones contrastan con las historias de los menores que crecieron en acogida. Como Jes¨²s, que ahora tiene 18 a?os. Tras una primera experiencia en la que descubrieron que sus padres de acogida le maltrataban, lleg¨® a quienes ahora considera su verdadera familia. Su mayor miedo, durante a?os, fue que le obligaran a volver con sus padres biol¨®gicos.
"Tenemos un sistema de protecci¨®n [a la infancia] decimon¨®nico en pleno siglo XXI con un enfoque paliativo en lugar de preventivo, que nada en la precariedad. Env¨ªa a los ni?os donde hay un recurso, no piensa en qu¨¦ recurso necesitan esos ni?os", explica en el documental Almudena Olaguibel, especialista en pol¨ªticas de infancia de Unicef. "Cualquier ni?o necesita a un adulto que est¨¦ loco por ¨¦l", prosigue Mar¨ªa Arauz, presidenta de Aseaf. Precisamente lo que le falt¨® a Ra¨²l Serrano.
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