¡®A tiempo completo¡¯: la guerra cotidiana de una mujer trabajadora y con hijos

Parafraseando el m¨ªtico t¨ªtulo de la pel¨ªcula de Agn¨¦s Varda Cl¨¦o de 5 a 7, A tiempo completo bien se podr¨ªa haberse llamado Julie de 6 de la ma?ana a 12 de la noche: nunca disponible. Su vida es una batalla continua en la que no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar. O mejor, para lograr trabajar, para sostener el delicado equilibrio de su organigrama vital: trasladarse cada d¨ªa desde su casa en un pueblo cercano a Par¨ªs, a¨²n de noche, despu¨¦s de dejar a sus peque?os hijos con una vecina que los cuida, desarrollar su labor como jefa de camareras de piso de un gran hotel, intentar mejorar su estatus con una serie de entrevistas para un puesto superior en otra empresa, volver a su hogar a tiempo de recoger a los ni?os, organizar pagos, facturas, lavadoras, plancha, ba?os, comidas, cr¨¦ditos del banco, cumplea?os, conversaciones con un exmarido que no le acaba de transferir la pensi¨®n, lidiar con unas condiciones laborales sangrantes y, en el colmo de las dificultades, luchar contra una huelga nacional de transportes que la hace vivir a la carrera. Literalmente. Por supuesto, con el sistema, impuesto desde arriba, siempre en contra.

Segundo largometraje del franc¨¦s Eric Gravel, A tiempo completo es el crudo retrato de la fatal cotidianidad de una mujer que no est¨¢ sola, pero que pelea sola, de una madre coraje que aguanta lo inaguantable. Una mujer que seguramente es la que m¨¢s motivos tiene para una huelga, aunque a la que lo ¨²nico que le acaba importando del paro y de las reivindicaciones es que pueda esquivarlos para poder seguir en su puesto de trabajo. Compartiendo coche por las ma?anas, haciendo dedo por las noches. A la hora de reivindicar derechos hay que tener muchas cosas, pero ella no tiene ni tiempo para hacerlo. Gravel pega su c¨¢mara al cuerpo de la magn¨ªfica actriz Laure Calamy, a su espalda, a su rostro cada vez m¨¢s desencajado, a su ilusi¨®n y a su desesperanza, y filma el desasosiego, el desaf¨ªo vital de una luchadora, la angustia contempor¨¢nea de una mujer con estudios, formaci¨®n, experiencia laboral y val¨ªa para trabajar en puestos mucho m¨¢s elevados, y que se tiene que conformar con hacer cientos de camas, limpiar mierda de ricos ego¨ªstas y tener que quitar del curr¨ªculo sus mejores aptitudes para evitar ser rechazada por ese drama de la sobrecualificaci¨®n para el puesto. La ruinosa paradoja del sistema.

La indefensi¨®n de la protagonista es total, y Calamy, con esa mezcla de dulzura, personalidad y vulnerabilidad mostrada en pel¨ªculas recientes como Solo las bestias y Vacaciones contigo¡­ y tu mujer, muestra tal variedad de registros que, cuando llega su llanto final, este trasciende su individualidad para ser la cruz del lloro de toda una generaci¨®n de mujeres atrapadas en la tela de ara?a de una sociedad que las ha masacrado. La m¨²sica de corte electr¨®nico de Ir¨¨ne Dr¨¦sel, artista visual y musical de vanguardia, puntea una existencia a golpe de ri?¨®n que agobia e hipnotiza al mismo tiempo, llevando al espectador a un estado de excitaci¨®n imprescindible para intentar comprender lo quiz¨¢ incomprensible.

Premio a la mejor direcci¨®n y a la mejor actriz de la secci¨®n Orizzonti del Festival de Venecia, la pel¨ªcula es el espejo de unos tiempos acelerados, nerviosos y cada vez m¨¢s intolerables. Los de la falta de respiro, los de una vida para los dem¨¢s, para el trabajo y para el miedo de quedarse sin ¨¦l. Los de la angustia a tiempo completo.