Vacaciones, excedencias y d¨ªas sin sueldo: as¨ª afrontan las madres trabajadoras las cuarentenas de sus hijos
El 22% ha renunciado a todo o parte de su trabajo para cuidar de los ni?os en aislamiento, seg¨²n una encuesta de Malasmadres. Al 37% se le ha denegado el teletrabajo pese a realizar tareas compatibles
Hace un mes, cerca de la medianoche, Sandra Mart¨ªnez, de 49 a?os, se enter¨® de que uno de los compa?eros de la clase de su hijo de 14 a?os hab¨ªa dado positivo en coronavirus. A partir de ese momento, comenz¨® un fren¨¦tico juego de malabarismos en el que hubo que concertar una cita con el m¨¦dico, aplazar el trabajo pendiente y retrasar entrevistas previstas. Mart¨ªnez pudo organizarse porque hace un a?o, cansada de pedir permisos para compaginar el teletrabajo y el cuidado de sus tres hijos, comenz¨® a trabajar por cuenta propia para tener un horario flexible, a coste de perder oportunidades laborales. Sin embargo, esta opci¨®n no est¨¢ al alcance de todas: una de cada cinco mujeres con hijos, el 22%, ha renunciado durante este a?o de pandemia a todo o parte de su trabajo para cuidar de sus hijos durante las cuarentenas preventivas por el coronavirus. As¨ª lo indica una encuesta realizada por la Asociaci¨®n Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres, presentada este martes.
En estos casos, las soluciones m¨¢s utilizadas fueron tirar de d¨ªas de vacaciones (74%), coger excedencias (21%) o reducciones competas de jornada (11%), estas dos ¨²ltimas sin sueldo. ¡°El coste de la pandemia lo est¨¢n sufragando las madres, con tal de no dejar a los ni?os y ni?as solos¡±, ha apuntado Laura Baena, fundadora de Malasmadres y una de las voces m¨¢s activas para dar visibilidad a los problemas de conciliaci¨®n en los ¨²ltimos a?os. Baena alerta de que estas medidas son en realidad ¡°trampas de la conciliaci¨®n¡±, porque aunque en apariencia est¨¢n concebidas para facilitar la vida familiar, conllevan una renuncia. La encuesta, con 7.500 respuestas v¨¢lidas de mujeres con y sin hijos recabadas en Internet entre el 12 y el 14 de febrero, tambi¨¦n pone de relieve que cuando el ni?o se tiene que quedar en casa guardando cuarentena, en ocho de cada 10 casos es la mujer la encargada de cuidarlo.
Otro problema que revela la encuesta es que a casi cuatro de cada 10 madres (37%) se les ha negado el teletrabajo a pesar de realizar tareas compatibles con esta modalidad. Para Nuria Chinchilla, directora de IESE Women in Leadership, esto pone en relieve la necesidad de la regulaci¨®n del trabajo a distancia desde una perspectiva de g¨¦nero, y tambi¨¦n de sensibilizaci¨®n de los mandos directivos. ¡°No debemos ver el teletrabajo como un privilegio, sino como una normalidad¡±, ha comentado durante la presentaci¨®n. Sin embargo, las expertas alertan de que el trabajo en remoto no es la panacea, y que solo es eficaz para mejorar la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar si va acompa?ada por la flexibilidad horaria.
¡°?Qu¨¦ hay de comer hoy?¡±. Solo escuchar esa frase hace que Sandra Mart¨ªnez sienta todo el agotamiento del d¨ªa de golpe. Antes, como cada ma?ana, vino el ¡°corred, vamos a llegar tarde al colegio¡±; despu¨¦s, el ¡°?me ayudas con los deberes?¡±, y, entre medias, rascar tiempo para teletrabajar. En el curr¨ªculo de Mart¨ªnez aparece que es profesional de recursos humanos, pero no pone nada del otro trabajo, el invisible. Una carga que, alertan las expertas, corre el riesgo de recaer con m¨¢s fuerza sobre las mujeres si se extiende el trabajo en remoto.
La soci¨®loga Constanza Tob¨ªo plantea una pregunta. ¡°Si el teletrabajo permanece, ?qui¨¦n se quedar¨¢ en casa mientras compagina trabajo y cuidados?¡±. La encuesta del CIS de junio afirmaba que tanto los hombres como las mujeres ampliaron por igual sus tareas en la casa. Sin embargo, tal y como la soci¨®loga advierte, hay que contar con que este reparto ya estaba desnivelado, algo que se ha mantenido. Es precisamente la feminizaci¨®n del teletrabajo algo que preocupa mucho a Baena, puesto que podr¨ªa provocar que las mujeres est¨¦n a¨²n m¨¢s alejadas de la toma de decisiones o de las posibilidades de ascenso, y por tanto, invisibilizadas.
¡°Durante el confinamiento, la carga de la casa y la gesti¨®n emocional pesaba en m¨ª porque su padre estaba m¨¢s activo en el teletrabajo. Ahora sigue siendo parecido¡±, afirma Sandra Mart¨ªnez. Muchas mujeres han renunciado justamente porque su pareja no les echaba una mano y no pod¨ªan permitirse contratar a alguien, un indicador de la falta de corresponsabilidad en los cuidados. La pandemia ha dificultado el acceso a recursos como los abuelos, al ser personas de riesgo. ¡°Siempre se asume que soy yo la que debe cambiar sus planes. Siempre hay alguien que espera algo de ti y es agotador¡±, concluye Mart¨ªnez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.