¡®Llegaron de noche¡¯: mejor las intenciones que el estilo
Imanol Uribe habla de los seis jesuitas a los que asesin¨® el Gobierno de El Salvador a trav¨¦s de una mujer, cocinera y asistenta, testigo de la atrocidad
Entiendo la obligaci¨®n moral de que el cine tampoco olvide las m¨²ltiples barbaries que han asolado durante el siglo XX (y contin¨²an, pero los regueros de sangre parece que han disminuido) a casi todos los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. Matanzas de gente inocente perpetradas por los Estados (tambi¨¦n por grupos guerrilleros que practicaban esa atroz metodolog¨ªa) y de las que no han tenido que dar cuentas en la mayor¨ªa de los casos. De acuerdo, tiranos como Trujillo y Somoza no murieron en su camita, pero la mayor¨ªa de los criminales masivos salieron impunes, bendecidos por sus dioses, aunque jam¨¢s por la Historia. Y tuvieron poderosos c¨®mplices en sus impunes salvajadas. Estados Unidos, tan democr¨¢ticos ellos, siempre echaron una mort¨ªfera mano, intentando que fuera clandestina, a dictaduras monstruosas. La URSS tambi¨¦n puso su granito de arena protegiendo a Fidel Castro. Y la Guerra Fr¨ªa corri¨® el riesgo de ponerse muy caliente.
Pero ocurrieron cosas sorprendentes y heroicas en aquellas batallas tan desiguales, como que una parte de la Iglesia cat¨®lica, ancestralmente ligada al poder o especializada en cerrar los ojos ante los desmanes de este, denunciara sus atrocidades, se pusiera de parte de las v¨ªctimas e intentara ayudarles. Ya sabemos c¨®mo acabaron con la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n. Aunque esa gente se jug¨® la vida, alz¨® la voz, fue solidaria con los d¨¦biles, dej¨® huella.
Imanol Uribe habla de ellos en Llegaron de noche. De los seis jesuitas a los que asesin¨® el Gobierno de El Salvador en 1989, con nocturnidad y alevos¨ªa, intentando cargarle los muertos a la guerrilla. El protagonismo y la labor de Ignacio Ellacur¨ªa y sus compa?eros son relativos en la trama. Se centra en una mujer, cocinera y asistenta en la residencia de estos, testigo de la atrocidad que se perpetr¨® esa noche. No tiene vocaci¨®n de hero¨ªna, es una persona elemental y agradecida a quienes le dieron trabajo y la trataron con respeto y cari?o. Tambi¨¦n es honesta. Con la excusa de protegerla ante un atentado, el FBI la oculta en Miami, junto a su marido y su hija. Y ah¨ª prosigue su pesadilla. Intentan con la metodolog¨ªa m¨¢s artera que cambie su testimonio y le cargue la barbarie a los sublevados. Los aut¨¦nticos verdugos y sus c¨®mplices estadounidenses la torturan psicol¨®gicamente, la acorralan, pretenden confundirla, la amenazan. Sin ¨¦xito.
Y agradeces que el cine tenga tan buenas intenciones ocup¨¢ndose de cr¨ªmenes gubernamentales durante tanto tiempo impunes. El problema de Llegaron de noche es que est¨¢ narrada sin fuerza expresiva. La veo de lejos, su poder de conmoci¨®n en mi caso no existe. Aunque est¨¦ claro qui¨¦nes son los buenos y los malos (los segundos sin matices inquietantes), en ning¨²n momento me resulta compleja ni apasionante. Algo extra?o en un director como Imanol Uribe, que ha realizado pel¨ªculas turbias, desasosegantes y poderosas como La muerte de Mikel, D¨ªas contados y Lejos del mar. Aqu¨ª no me sorprende casi nada. La atrocidad real que describe no deja huella en la memoria.
S¨ª me parece notable la interpretaci¨®n de la actriz colombiana Juana Acosta. No hay en ella el voltaje sensual que siempre acompa?a a sus personajes, algo tan natural en Acosta como atractivo para el espectador. Aqu¨ª aparece desmaquillada, sufriente, dubitativa, absolutamente cre¨ªble en el personaje de esa pobre y decente mujer que ha sido testigo del horror y lo denuncia.
Llegaron de noche
Dirección: Imanol Uribe.
Intérpretes: Juana Acosta, Karra Elejalde, Carmelo Gómez, Cristhian Esquivel, Manu Fullola, Harlys Becerra.
Género: drama. España, 2022.
Duración: 107 minutos.
Estreno: 25 de marzo.
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