¡®Las ni?as de cristal¡¯: el mortal sacrificio de las bailarinas por el arte
Una m¨¢s que apreciable tercera pel¨ªcula de un director a¨²n en sus inicios al que, quiz¨¢, le ha podido la ambici¨®n en un desenlace en exceso rocambolesco
¡°El arte debe ser una obsesi¨®n. Si no, no es arte: es entretenimiento. Y aqu¨ª no estamos para entretener a nadie. Para eso ya est¨¢n el zoo y los monos¡±. Sobre este di¨¢logo de Las ni?as de cristal, bien escrito y dur¨ªsimo en su concepci¨®n y en su fondo, pues est¨¢ dicho por la directora de una gran compa?¨ªa de danza a la madre de una de las bailarinas, se mueve la tercera pel¨ªcula de Jota Linares tras la prometedora Animales sin collar (2018) y la intensamente juvenil ?A qui¨¦n te llevar¨ªas a una isla desierta? (2019). Como los m¨¢s distinguidos acercamientos cinematogr¨¢ficos al universo del ballet, el relato pulula alrededor de la pasi¨®n, de la solemnidad y de la tragedia; pocas veces con grandeza, pero siempre con inter¨¦s e incluso con cierta fascinaci¨®n.
Hay en Las ni?as de cristal amor por la danza, de lo que da cuenta, entre otros s¨ªntomas, el hecho de que Linares no tenga miedo a largos pasajes de ballet con la fundamental pieza Giselle como hilo conductor. Un engranaje sostenido tanto por su exterior, la cotidianidad de sus personajes, como por su interior, los subtextos y los paralelismos entre la f¨¢bula tr¨¢gica de locura y muerte de una mujer traicionada por un hombre, y las vivencias de las protagonistas. Desde el bonito e impactante pr¨®logo, la pel¨ªcula queda articulada, en un recurso habitual en algunos de los m¨¢s memorables t¨ªtulos sobre ballet, con Las zapatillas rojas (Michael Powell, Emeric Pressburger, 1948) y Cisne negro (Darren Aronofsky, 2010) como cimas, por la influencia de la obra que se representa en la psicolog¨ªa de las criaturas, que la viven cada d¨ªa como si fuera suya, con la intensidad que tantas veces lleva a la frustraci¨®n, a la ambici¨®n desmesurada, al sacrificio mortal y a un individualismo malsano que puede desembocar en el m¨¢s puro de los ego¨ªsmos.
Los trastornos alimentarios, los accidentes, la sempiterna negrura y la presi¨®n irresistible tienen una evidente influencia en una historia de estructura cl¨¢sica, marcada por los ensayos de una gran representaci¨®n, las vivencias de sus personajes fuera de la compa?¨ªa, junto a sus familias y amigos, y la noche del estreno como colof¨®n. Sin embargo, durante la primera hora de metraje hay algunos desequilibrios que la hacen caer en un ritmo cojitranco, con di¨¢logos m¨¢s largos de lo debido cuando no hay raz¨®n para ello, que parecen llevar al espectador a la sensaci¨®n de estar viendo un cap¨ªtulo piloto de una serie en la que hay demasiado relleno. Sobre todo, porque a los conflictos, y a¨²n estamos en el primero de los dos actos del libreto, les falta hondura. Unas carencias ejemplificadas en el m¨¦todo de autoayuda ¡°?que se jodan!¡±, que tanto recuerda al ¡°?pero qu¨¦ co?o!¡± de la efervescente Risky Business, y que tan mal encaja en una pel¨ªcula tan ambiciosa como Las ni?as de cristal.
El segundo acto, en cambio, tiene m¨¢s altura. Aunque no acabe de estar bien desarrollada la conexi¨®n espiritual y art¨ªstica entre los personajes de las amigas que interpretan Mar¨ªa Pedraza y Paula Losada, la pel¨ªcula escapa del lugar com¨²n de la villan¨ªa de trazo grueso, ofrece una estupenda defensa a sus personajes m¨¢s negativos y hay una notable profundidad en varias conversaciones clave: la de Pedraza con su rival, Olivia Baglivi, y la de Ana Wagener, la madre, y Mona Mart¨ªnez, la dur¨ªsima directora.
Con un encomiable trabajo f¨ªsico y art¨ªstico de Pedraza, y una formidable solidez en Mart¨ªnez y en Baglivi, Las ni?as de cristal es una m¨¢s que apreciable tercera pel¨ªcula de un director a¨²n en sus inicios al que, quiz¨¢, le ha podido la ambici¨®n en un desenlace en exceso rocambolesco. Probablemente en busca del calado de las sensaciones finales de Las zapatillas rojas y Cisne negro. Pero para eso hay que alcanzar el arte, y no solo el entretenimiento.
Las ni?as de cristal
Dirección: Jota Linares.
Intérpretes: María Pedraza, Paula Losada, Mona Martínez, Ana Wagener.
Género: drama. España, 2022.
Plataforma: Netflix.
Duración: 138 minutos.
Estreno: 8 de abril.
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