Jos¨¦ Luis Cort¨¦s, El Tosco, rey de la timba cubana
Fallecido en La Habana a los 70 a?os, su nombre ser¨¢ asociado siempre al talento como flautista y compositor y, m¨¢s a¨²n, a lo mejor de la m¨²sica popular cubana contempor¨¢nea, que ¨¦l contribuy¨® a crear y a bautizar como timba
Su nombre de pila era Jos¨¦ Luis Cortes, pero todo el mundo le conoc¨ªa como El Tosco, aunque la m¨²sica que hac¨ªa no ten¨ªa nada de incultura ni de indelicadeza, todo lo contrario, era de un virtuosismo apabullante. Fallecido el lunes en La Habana a los 70 a?os debido a un accidente vascular encef¨¢lico, su nombre ser¨¢ asociado siempre al talento como flautista y compositor y, m¨¢s a¨²n, a lo mejor de la m¨²sica popular cubana contempor¨¢nea que ¨¦l contribuy¨® a crear y a bautizar como timba, aut¨¦ntica banda sonora de la isla en los a?os noventa ¡ªcon una secci¨®n de metales de primera l¨ªnea¡ª que supuso una revoluci¨®n de la m¨²sica bailable.
No es casualidad que Cort¨¦s formara parte destacada de las dos bandas cubanas m¨¢s importantes de los a?os setenta y ochenta, Los Van Van e Irakere, que fueron la escuela en la que se form¨® para fundar en 1988 NG La Banda, una de las orquestas m¨¢s aplaudidas por los cubanos en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas y una f¨¢brica de ¨¦xitos como Santa Palabra, La bruja, La apretadora, ?chale lim¨®n o La Cachimba.
El Tosco era todo un personaje y su sorpresiva desaparici¨®n caus¨® verdadera conmoci¨®n en medios art¨ªsticos y culturales en Cuba. Nacido en 1951 en El Condado, uno de los barrios m¨¢s humildes y conflictivos de la ciudad de Santa Clara, en varias entrevistas record¨® que all¨ª ¡°le despertaban las broncas, las pu?aladas y la soberbia de los vecinos por encontrar alimentos para poder subsistir¡±. Por suerte, dec¨ªa, ¡°en aquel barrio la cultura popular estaba latente siempre: hab¨ªa como cinco o seis casas de bemb¨¦, hab¨ªa rumba y un se?or que tocaba la guitarra¡±.
Como todos en El Condado en cuanto tuvo uso de raz¨®n quiso emigrar, y al triunfo de la revoluci¨®n pudo hacerlo y se fue a estudiar m¨²sica a La Habana. ¡°Llegaron unas becas por el peri¨®dico Vanguardia: una era para una escuela de pesca, y otra para la Escuela Nacional de Arte. Gracias a Dios vinieron las dos: me daba lo mismo pescar que tocar flauta. Lo que ten¨ªa que hacer era irme del barrio, estaba en candela aquello. Primero me lleg¨® la beca de la escuela de arte¡±, cont¨® al medio Cubalite.
Iba para viol¨ªn pero le suspendieron, y fue entonces cuando se dedic¨® a la flauta, instrumento en el que lleg¨® a ser uno de los m¨¢s grandes. Entr¨® a Los Van Van cuando la legendaria banda de Juan Formell se estaba fundando y grab¨® su primer disco, y desde entonces intuy¨® que la secci¨®n de metales deb¨ªa estar en primer plano en cualquier orquesta bailable. Cuando en los ochenta lleg¨® al fabuloso Irakere de Chucho Vald¨¦s acompa?ando a los destacados Germ¨¢n Velazco, en el saxo y clarinete, el Greco y Juan Mungu¨ªa, en trompeta y fliscornio (Cort¨¦s en la flauta y luego en el saxo), se le puso la cabeza mala.
De los a?os de Irakere, que sol¨ªa definir como ¡°la mejor orquesta que hay en Cuba desde los indios hasta ma?ana¡±, consideraba que en ese grupo ¡°hab¨ªa que estudiar de verdad¡±. ¡°Si quieres hacer una cosa con calidad que llame la atenci¨®n, hay que imitar a Irakere. Ensay¨¢bamos todos los d¨ªas aunque fueran las mismas canciones. La m¨²sica popular relaja y a muchos les cuesta trabajo bajar la cabeza para hacer un producto musical con la calidad m¨¢xima. Eso se aprende en Irakere¡±, dec¨ªa en otra entrevista, en la que comparaba as¨ª la banda Chucho Valdes con la de Formell: ¡°Irakere es la m¨¢quina perfecta de hacer m¨²sica y Los Van Van es la delicia de hacerla, el sonido que le penetra a la gente, porque a veces Irakere era un poco fuerte a la hora de las introducciones. En Irakere hac¨ªa falta la comunicaci¨®n con el p¨²blico, al contrario de Van Van que siempre ha tenido un intercambio exacto con el oyente. Irakere era una m¨²sica incomparable, de ¨¦lite, que la gente, aunque no la entend¨ªa, sab¨ªa que ah¨ª estaba pasando algo grande¡±.
Pero el Tosco necesitaba m¨¢s. Y eso lleg¨® en 1986, cuando siento todav¨ªa parte de Irakere, ¨¦l y varios miembros del grupo ¡ªjunto a otros destacados instrumentistas y cantantes cubanos¡ª se reunieron a experimentar en los estudios de la EGREM y grabaron cuatro discos con temas complejos y rupturistas (Siglo I a.n.e. Siglo II a.n.e, Abriendo el ciclo y A trav¨¦s del ciclo) que son una leyenda y una rareza (nunca volvieron a ser editados) y en su momento supusieron un parteaguas musical, hasta el extremo de que algunos music¨®logos cubanos los se?alan como el inicio de la timba en su etapa contempor¨¢nea..
El Tosco acabar¨ªa saliendo de Irakere junto a Velazco y otros instrumentistas para fundar en 1988 NG La Banda, nombre elegido por la nueva generaci¨®n musical llamada a abrirse paso en la isla en la siguiente d¨¦cada. Al decir de la music¨®loga Rosa Marquetti, Cort¨¦s y su gente pretend¨ªan ¡°una mayor experimentaci¨®n no s¨®lo con las sonoridades m¨¢s vanguardistas sino tambi¨¦n con la tradici¨®n de la m¨²sica popular cubana, con la mirada puesta en complejas armon¨ªas y la utilizaci¨®n de los metales al estilo de las bandas norteamericanas que llevan en ese momento la voz cantante en el funky, como Earth, Wind and Fire¡±.
NG La Banda caus¨® impacto, convirti¨¦ndose desde el primer momento en exponente principal de la timba y una de las orquestas m¨¢s populares de Cuba en los a?os noventa, siendo una de las preferidas de los bailadores. Famosos fueron sus ¡°metales del terror¡± y sus complejos arreglos, combinados con la cr¨®nica social de sus letras y unos estribillos pegadizos, algunos de los cuales fueron muy pol¨¦micos (¡°T¨² eres una bruja/ t¨² no tienes sentimientos/ t¨² vives de la maldad¡±), que provocaron una airada reacci¨®n oficial, incluidos dos a?os fuera de la radio y la televisi¨®n.
El Tosco nunca se call¨® y sigui¨® adelante, las aguas volvieron a su nivel con NG y cuando menos se esperaba fund¨® la Camerata Cort¨¦s, una camerata de flautas para dar salida a los j¨®venes graduados en este instrumento en las escuelas de arte. En 2017, cuando NG La Banda estaba a punto de cumplir 30 a?os, Jos¨¦ Luis Cort¨¦s fue distinguido con el Premio Nacional de M¨²sica. Con su proverbial sentido del humor, hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su vida se quej¨® de que su m¨²sica era programada en todo el mundo, menos en Santa Clara.
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