H¨¦roe de los varones humillados
No habr¨ªa provocado el juicio de Johnny Depp y Amber Heard la misma reacci¨®n violenta contra ella y favorable a ¨¦l si hubiera ocurrido en los primeros tiempos del Me Too
¡°Ella est¨¢ pidiendo a gritos una humillaci¨®n total¡ ?Y la va a tener!¡±. As¨ª se expresaba el actor Johnny Depp en 2016. Desde luego hay que felicitarlo: el idolatrado actor lo ha conseguido. Lo que cabe preguntarse es c¨®mo, cuando hace menos de dos a?os un juez de la Corte Suprema brit¨¢nica le daba la raz¨®n al peri¨®dico The Sun, que hab¨ªa sido demandado por Depp al verse acusado en sus p¨¢ginas de maltratador de esposas. Confluyen varios factores en sentencias tan opuestas: no es lo mismo ser juzgado por un juez que por un jurado; no es lo mismo un juicio que se convierte en un espect¨¢culo que otro en el que se tiene la delicadeza de que algunas de las declaraciones no se hagan p¨²blicas; no es posible en este raro presente que los miembros del jurado permanezcan ajenos a la opini¨®n p¨²blica si se les permite conservar su dispositivo m¨®vil; no es lo mismo un juicio en Virginia que uno en California; no habr¨ªa provocado este juicio la misma reacci¨®n violenta contra Amber Heard y favorable a Depp si hubiera tenido lugar en los primeros tiempos del movimiento Me Too.
Dado que no soy propensa a la mitoman¨ªa que provoca Depp (aunque me guste como actor) he vivido de lejos la convulsa relaci¨®n de esta pareja, pero ahora respondo a las consecuencias de esta pelea legal, de este juicio ¡°particularmente feo¡±, como as¨ª lo ha definido el peri¨®dico The Guardian, la ruptura de una presa de aguas infectas que ha acabado afect¨¢ndonos y llam¨¢ndonos a tomar partido. Tomar partido, en este caso tan s¨®rdido, no implica defender a quien m¨¢s admiras, sino a la que ha sufrido un acoso medi¨¢tico brutal, s¨ªntoma sin duda de una respuesta violenta contra lo que supone el MeToo. Heard se ha convertido en el chivo expiatorio, en la mujer que representa a todas esas mujeres que por un tiempo hicieron callar a los hombres poderosos. Los que han analizado la sentencia, y en Espa?a, c¨®mo no, han brotado los consabidos analistas, ven en este fallo un castigo a esas mujeres que abusaron de un movimiento ¡°noble¡± (as¨ª lo denominan para justificar su aversi¨®n) y quisieron obtener con malas artes el salvoconducto de v¨ªctimas, pero lo que ha de analizarse es c¨®mo el bufete de abogados que asesor¨® a Depp, capitaneado por la hoy aclamada Camille Vasquez, se vali¨® de la fuerza de oscuros manipuladores de opini¨®n para difundir una imagen de descr¨¦dito de la demandada: mediocre actriz, arribista, cazadora de fortunas, manipuladora y mentirosa, todo esto expresado a trav¨¦s de los c¨¦lebres memes y tiktoks que, como ya viene estudi¨¢ndose, utilizan la burla para modificar las tendencias pol¨ªticas. Amber Heard ha sido sometida a un escarnio p¨²blico, pero en la memoria de las personas sensatas que hemos le¨ªdo sobre el juicio en medios americanos fiables, quedar¨¢ la imagen del se?or que antes de su boda hab¨ªa definido a su prometida como puta sin valor, que el mismo d¨ªa del enlace coment¨® a un amigo que a partir de la bendici¨®n ya la pod¨ªa abofetear o que bromeaba con un colega sobre follar su cuerpo quemado. Ya saben, el t¨ªpico cachondeo que cualquier hombre expresa sobre su mujer.
Heard se ha convertido en el chivo expiatorio, en la mujer que representa a todas esas mujeres que por un tiempo hicieron callar a los hombres poderosos
Los hay y no pueden evitarlo, aunque disimulen, que ven en esta sentencia una especie de castigo b¨ªblico. No reconocer¨¢n c¨®mo se ha manipulado a la opini¨®n p¨²blica para que apedreen verbalmente a una mujer. Dicen estar con las v¨ªctimas de verdad, y lo tienen f¨¢cil porque esta mujer es guapa, rubia, rica, blanca. No hay ning¨²n ¨¢ngulo de la opresi¨®n al que pueda acogerse. De tal forma, que dan por bueno y merecido el acoso que ha sufrido. Las celebridades que han defendido al actor lo definen como buena persona, incapaz de hacer da?o, sin contemplar que en cuesti¨®n de maltrato hay quien elige a su v¨ªctima cuidadosamente. De 14 de las agresiones referidas en el juicio brit¨¢nico, 12 fueron dadas por ciertas. La columnista Moira Donegan calific¨® el juicio de una org¨ªa de misoginia; una victoria, a?ado, para quienes consideran que en los ¨²ltimos a?os el movimiento feminista ha acorralado a los pobres varones.
Sospecho que ninguno de los dos, Heard o Depp, saldr¨¢ beneficiado de este espect¨¢culo por mucho que se hable de reputaciones recuperadas. Heard est¨¢ hundida, Depp se ha convertido en ese tipo de h¨¦roe de los varones humillados, capitaneado por la extrema derecha americana. Mala cosa. Pero esto es solo un avance de lo que se nos viene encima.
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