Un maremoto destruy¨® Sevilla en el siglo III
Un estudio de seis universidades espa?olas y extranjeras desvela que la gigantesca ola recorri¨® m¨¢s de 40 kil¨®metros y alcanz¨® Hispalis con una altura superior, al menos, a los 6,70 metros
En los a?os setenta del pasado siglo, en la sevillana ?cija (la antigua Astigi) se hallaron dos inscripciones romanas ¨Dfechadas entre los a?os 245 y 253¨D que se?alaban que el emperador hab¨ªa eximido de impuestos a la B¨¦tica (aproximadamente la actual Andaluc¨ªa). Sin embargo, las l¨¢pidas no aclaraban la raz¨®n. Ahora, el estudio A Third Century AD Extreme Wave Event Identified in a Collapse Facies of a Public Building in the Roman City of Hispalis. Sevilla, Spain (Un suceso de oleaje extremo del siglo III d. C, identificado en un derrumbe de un edificio p¨²blico en la ciudad romana de Hispalis), publicado en Natural Science in Archaeology, ofrece una sorprendente respuesta: un gigantesco tsunami que se inici¨® en la bah¨ªa de C¨¢diz provoc¨® el abandono de numerosos asentamientos costeros y arras¨® Sevilla. La pista se la ha dado la destrucci¨®n completa de un edificio p¨²blico romano que se alzaba en la actual plaza del Patio de Banderas (Reales Alc¨¢zares), muy pr¨®xima a la catedral de la capital andaluza.
El informe, rubricado por expertos de las universidades de Ja¨¦n, Aix-Marsella (Francia), Granada, Sevilla, Huelva y Turingia (Alemania), recuerda que en el 400 a. C. el oc¨¦ano Atl¨¢ntico hab¨ªa creado en la desembocadura del Guadalquivir una laguna conocida en la Antig¨¹edad como Lacus Ligustinus. Esta ensenada estaba rodeada por tres corredores fluviales, de los que uno llevaba directamente a H¨ªspalis. Por ¨¦l transitaban naves de tipo medio que pod¨ªan alcanzar hasta Alcal¨¢ del R¨ªo (15 kil¨®metros aguas arriba de Sevilla), y que transportaban minerales, aceite o vino. Se calcula que el puerto hispalense era de grandes dimensiones ¨Dm¨¢s de un kil¨®metro¨D y que mov¨ªa unas 18.000 toneladas de productos al a?o.
Entre 2009 y 2014, un equipo arqueol¨®gico comenz¨® a excavar el Patio de Banderas. ¡°Estos trabajos revelaron una impresionante estratigraf¨ªa urbana de entre los siglos IX a. C y el XIII. Pero entre todos los hallazgos destac¨® un edificio p¨²blico romano muy bien conservado, construido en opus africanum [sillares] durante la Rep¨²blica tard¨ªa (del 60 al 30 a. C.)¡±, recuerda el informe. Este se organizaba alrededor de un patio central que contaba con una galer¨ªa con columnas en su extremo sur. Los expertos lo identifican como un espacio comercial y administrativo asociado al puerto fluvial de H¨ªspalis.
Al analizar los restos de la construcci¨®n, este primer equipo concluy¨® que hab¨ªa sido reparada varias veces en ¨¦poca de los flavios (finales del siglo I), pero sobre todo entre los a?os 200 y 225 d. C., cuando se produjo ¡°un derrumbe generalizado de los restos arquitect¨®nicos¡±. Y se comprob¨®, adem¨¢s, que la mayor parte de los muros hab¨ªan sido desplazados [por una fuerza exterior] siempre hacia el noroeste¡±. De hecho, muchos de ellos se derrumbaron y cayeron sobre las aceras de la calle. Sin embargo, estos especialistas descartaron que se tratase de un tsunami por dos causas fundamentalmente: porque el yacimiento est¨¢ a 6,70 metros sobre el nivel del mar y porque la distancia entre H¨ªspalis y el Lacus Ligustinus era de casi 40 kil¨®metros (75 kil¨®metros actualmente). Es decir, para destruir este edificio, el maremoto tendr¨ªa que haber sido como la madre de todos los maremotos.
Sin embargo, los autores del nuevo informe ¨DMario Guti¨¦rrez-Rodr¨ªguez, Jos¨¦ N. P¨¦rez-Asensio, Francisco Jos¨¦ Mart¨ªn Peinado, Enrique Garc¨ªa Vargas, Miguel ?ngel Tabales, Antonio Rodr¨ªguez Ram¨ªrez, Eduardo Mayoral Alfaro y Paul Goldberg¨D creyeron que una opini¨®n basada en un an¨¢lisis visual de los restos ¡°no resultaba suficiente¡±, por lo que emprendieron un estudio multidisciplinario combinado con m¨¦todos y t¨¦cnicas de macro y microescala. Emplearon para buscar una respuesta dataciones por carbono 14, an¨¢lisis de micromorfolog¨ªa, mineralog¨ªa, geoqu¨ªmica, micropaleontolog¨ªa, microscop¨ªa ultravioleta de fluorescencia, espectrometr¨ªa de masas con acelerador, calibrador por radiocarbono y estudios de las cer¨¢micas y materiales, entre otras disciplinas.
Comenzaron a analizar as¨ª ¡°un dep¨®sito microlaminado, mezclado con arena, lechos limosos y con abundantes fragmentos de conchas¡±, pero tambi¨¦n con columnas de ladrillo, varios sillares de calcarenita, yesos y pinturas, una columna estriada, m¨¢rmoles fragmentados de diferentes canteras del Mediterr¨¢neo, una inscripci¨®n y un relieve votivo completo marm¨®reo t¨ªpico del culto a Isis. Lo llamativo del caso, descubrieron pronto, es que ¡°estos materiales no pertenec¨ªan al edificio, ya que fue levantado con piedra caliza y ladrillos¡±. Por el contrario, los elementos arquitect¨®nicos ex¨®genos hab¨ªan sido transformados qu¨ªmicamente por un ¡°suceso altamente en¨¦rgico¡± que los transport¨® hasta el edificio de la plaza del Patio de Banderas, donde quedaron atrapados ¡°debido al impacto de la inundaci¨®n del maremoto¡±. El informe calcula que esto sucedi¨® entre los a?os 197 y 225.
Entre los objetos encontrados se hallaba un sello con la leyenda IIAVRHERACLAE/ PATETFILFBAR AVR HERACLAE/PAT ET FIL / F BAR, que fue creado en un taller de cer¨¢mica junto al Guadalquivir y que era propiedad de los emperadores Septimius Severus, Antonino Caracalla y Geta. La inscripci¨®n hace referencia a la familia liberta Aurelii Heraclae, que gestion¨® los talleres entre 197 y 207, unos datos que coincid¨ªan exactamente con la dataci¨®n de otras cer¨¢micas localizadas en el lugar.
Por ello, el estudio termina afirmando que el yacimiento del Patio de Banderas ¡°se gener¨® durante un evento de oleaje extremo¡± y que el edificio actu¨® de trampa de los elementos arquitect¨®nicos que el maremoto arrastr¨® tierra adentro. ¡°Con los datos que tenemos, y teniendo en cuenta la distancia desde este punto hasta la costa en la ¨¦poca romana [unos 40 kil¨®metros], afirmamos que el origen probable del yacimiento es la acci¨®n combinada de una tormenta energ¨¦tica, que podr¨ªa haber producido olas y corrientes en el Lacus Ligustinus suficientes para transportar fauna estuaria y marina, junto con una intensas lluvias e inundaciones del Guadalquivir¡±.
Puede ser esta, por tanto, la respuesta a las dos inscripciones de ?cija que demuestran que la provincia B¨¦tica qued¨® exenta del pago de impuestos (prouincia immunis) entre los a?os 245 y 253, aunque se desconozcan sus causas. Los redactores del estudio recuerdan que esta medida se tomaba principalmente tras un desastre natural. Y ahora creen saber ya cu¨¢l fue.
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