Bizarrap reescribe las reglas del juego durante un concierto en Madrid ante 25.000 personas
El m¨²sico argentino cierra tres meses de gira por Espa?a con un estimulante espect¨¢culo donde lo que suele molestar en los directos aqu¨ª se enaltece
Fueron solo 50 minutos. Pero en la gloria. Se escuch¨® a Nathy Peluso: ¡°Cuando me escribe suena valiente, pero de frente no dice ni mmm¡±. Tambi¨¦n a Residente: ¡°Esto lo hago, pa divertirme pa divertirme¡±. Y a Morad: ¡°Ahora pago to los meses a Hacienda¡±. Y a Nicki Nicole: ¡°Cuando te veo, te veo pasar. / Yo pienso en los momentos que nos supimos amar¡±. Y por supuesto a Quevedo: ¡°Qu¨¦date, que las noches sin ti duelen¡±. Ninguno de ellos estuvo all¨ª, pero sus voces s¨ª y nadie ech¨® de menos su presencialidad. Dos reglas rotas aqu¨ª: esa que dice que los conciertos tan cortos son un timo, y esa que cuenta que las voces enlatadas en un recital son un fraude. Ni una cosa ni la otra en lo concerniente a Bizarrap. El argentino de 24 a?os Gonzalo Juli¨¢n Conde (su nombre real) cerr¨® ayer una gira de tres meses por Espa?a, un tiempo hist¨®rico para ¨¦l y para la m¨²sica en espa?ol, ya que se ha convertido, junto al canario Quevedo y gracias a la canci¨®n BZRP Music Sessions Vol. 52 (popularmente Qu¨¦date), en el m¨²sico m¨¢s escuchado del planeta.
El concierto se celebr¨® la noche del viernes en Madrid, en el recinto de Valdebebas, donde se monta Mad Cool, y ante 25.000 espectadores, entradas agotadas a unos 50 euros por cabeza. En el c¨¦sped artificial se concret¨® otro t¨®pico hecho a?icos: all¨ª se vivi¨® un concierto de electr¨®nica de zapatilla para toda la familia. Hab¨ªa j¨®venes cr¨¢pulas asiduos a Fabrik, pero tambi¨¦n padres con hijos adolescentes y hasta cr¨ªos de tres a?os (con auriculares para amortiguar el sonido) a hombros de sus progenitores. Todos bailando tecno, hip hop y reguet¨®n a conciencia.
Un festival curioso este de Coca-Cola Music Experience, que se celebra durante dos d¨ªas (2 y 3 de septiembre), con un presentador (el siempre entusiasta Tony Aguilar), con el segundo artista m¨¢s importante tocando solo una canci¨®n (Chanel y su SloMo) y donde no se puede consumir alcohol. Bueno, s¨ª es posible: en una carpa de unas 2.000 personas si acreditabas haber cumplido los 18 a?os. Muchos sacaron el DNI, porque la zona acotada estaba hasta los topes. Adem¨¢s de Bizarrap y Chanel, anoche tambi¨¦n actuaron en el tramo final del festival, la argentina Emilia (interesante), la espa?ola Bel¨¦n Aguilera (en proceso de buscar su estilo) y el colombiano Manuel Turizo (demasiado expansivo). Hoy s¨¢bado, los cabezas de cartel son Lola ?ndigo, Ptazeta y los ganadores de Eurovisi¨®n 2021, los italianos M?neskin.
Y en esto sali¨® al escenario Bizarrap. Seguramente estemos ante un nuevo concepto de espect¨¢culo. No es un concierto tradicional porque no hay m¨²sicos con instrumentos ni vocalistas sobre el escenario; tampoco una sesi¨®n de DJ porque aqu¨ª se escucha cantar. ?Qu¨¦ es? Un Bizarrapshow, algo que este argentino de 24 a?os se ha sacado de la manga. Ni siquiera tienen nombre las canciones, que ya es innovar. Son n¨²meros: BZRP Music Sessions 49, 36, 40 o 13. La gente, claro, prefiere conferir de un poco de glamur al asunto y las enumera as¨ª: ¡°?esta es la de Nathy Peluso, qu¨¦ pasada!¡±, ¡°?toma, la de Residente!¡±¡ La ¨²nica que ha conseguido un nombre can¨®nico es Qu¨¦date, la sesi¨®n 52, la que comparte con Quevedo, que cerr¨® la noche y transform¨® el recinto en una masa de cuerpos frot¨¢ndose y gargantas vociferantes. Quevedo, all¨ª donde estuviera, seguro que la escuch¨®. Bizarrap comenz¨® facturando sus famosas BZRP Music Sessions en 2018 con m¨²sicos que todav¨ªa no hab¨ªan explotado. ?l pone la m¨²sica y diferentes int¨¦rpretes de m¨²sica humana, la letra y la voz. Hoy, hasta las estrellas m¨¢s consolidadas quieren pasarse por su m¨¢gico estudio. Cada session suya es un pelotazo asegurado. Se rumorea que Shakira protagonizar¨¢ la 53. As¨ª de alto est¨¢ el nivel.
Con una gorra negra, gafas de sol y unos auriculares anudados al cuello que apenas se pone en los o¨ªdos, Bizarrap presiona botoncitos, enrosca piececitas y mueve los brazos y el cuerpo est¨¦ticamente. Se presenta parapetado detr¨¢s de una gran mesa. Se le ve bastante, de cintura para arriba. Desde all¨ª agita el cuerpo, unas veces de arriba abajo cuando suena hip hop, y cuando la cosa se pone tecno lo que toca es levantar los brazos. Apenas habla. Alg¨²n que otro ¡°arriba Madrid¡± o ¡°buenas noches, Madrid¡±. Los juegos de luces, pantallas, paneles iluminados, im¨¢genes de los artistas que participaron en las sesiones, letras de las canciones proyectadas sobre una est¨¦tica pop¡ todo el conjunto es absolutamente embriagador. Se trata de bailar, pero con los ojos bien abiertos para que los fogonazos lum¨ªnicos dilaten las pupilas.
?Y la m¨²sica? Bien, gracias. Bizarrap repasa sus famosas sesiones, por donde pasan los citados arriba y otros h¨¦roes de la m¨²sica urbana como Villano Antillano, L-Gante, Eladio Carri¨®n, Ptazeta, Snow Tha Product, Tiago PZK o Paulo Londra. El argentino va enlazando las piezas con habilidad y maestr¨ªa, casi siempre en clave electr¨®nica de baile. Los decibelios te remuelen las tripas como si fuera un molinillo. Despieza las canciones: suena unos segundos la de Residente, la empalma con la de Morad y m¨¢s tarde retoma a Residente. Todo encadenado con sentido y arte en una sesi¨®n sin pausa. A veces baja el volumen para que la gente cante, otras desacelera el ritmo de la pieza para luego acelerar bruscamente. Cuenta con un material de primera: la mayor¨ªa de sus sessions son excelentes. ?Manipula algo el argentino en el escenario, o simplemente se limita a hacer el parip¨¦ porque todo est¨¢ grabado? A los espectadores les da exactamente igual. Disfrutan tanto si es una opci¨®n como la otra. Porque aqu¨ª todo el mundo es de esp¨ªritu joven e idealista, reacio a los dogmatismos puretas.
¡°Me hicieron sentir muy bien en estos tres meses en Espa?a¡±, dijo al final, con un tono t¨ªmido, y no dej¨® de hacerse selfis con la multitud al fondo. Mientras los padres abandonaban el recinto con sus hijos, los j¨®venes y bullangueros se quedaron al pie del escenario, aullando: ¡°Y nos fuimos en una, empezamos a la una, y con la nota r¨¢pido nos dieron las tres¡±. El protagonista ya se hab¨ªa ido. Se espera en breve su BZRP Music Sessions Vol. 53.
Babelia
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