Alphonse Mucha: el gran cartelista del ¡®art nouveau¡¯, pero tambi¨¦n bohemio, m¨ªstico y fil¨®sofo
Una exposici¨®n en la Galer¨ªa Nacional de Praga exhibe la colecci¨®n de la familia del creador para delimitar mejor su figura y sacar a luz facetas normalmente ignoradas
Fue uno de los primeros exponentes del art nouveau en el flamante Par¨ªs modernista, donde la cultura y el progreso florec¨ªan, y aunque su trabajo m¨¢s conocido sea en forma de carteles (que muchas veces ocupan, a¨²n hoy en d¨ªa, las paredes de teter¨ªas con ¨ªnfulas bohemias o pisos de estudiantes), su obra incluye grandes lienzos, esculturas o dise?os. M¨¢s all¨¢ del artista, se esconde la figura de un m¨ªstico, mas¨®n para m¨¢s se?as, y un hombre con hondas preocupaciones filos¨®ficas. En su faceta pol¨ªtica defendi¨® la libertad de los checos frente al dominio de los Habsburgo y, en sus ¨²ltimos trabajos, como la ?pica eslava, so?¨® con una quim¨¦rica uni¨®n de todos los pueblos eslavos por el progreso de la especie humana. Una exposici¨®n en la antigua caballeriza del castillo de Praga (actualmente parte de la Galer¨ªa Nacional) re¨²ne m¨¢s de 200 piezas de la colecci¨®n de la familia de Alphonse Mucha (Ivan?ice, Moravia, 1860-Praga, 1939) para delimitar mejor su figura.
¡°El objetivo de la exposici¨®n es mostrar las obras de mi abuelo y cumplir uno de los objetivos de la Fundaci¨®n Mucha: dinamitar la idea de que era un simple afichista, porque era mucho m¨¢s. Queremos celebrar su posici¨®n como checo, europeo y ciudadano del mundo. Y mostrar que era un gran pintor, s¨ª, pero tambi¨¦n un fil¨®sofo¡±, explica John Mucha, nieto del artista y presidente de la citada fundaci¨®n. En ocasiones, Mucha ha sido acusado de publicista superficial, de practicante de meras artes decorativas o exponente del mal gusto dom¨¦stico. Una caricatura de un modernismo anquilosado antes de la explosi¨®n de las vanguardias. Aqu¨ª se trata de medir las otras profundidades del artista.
En la muestra se pueden ver las obras de Mucha, ya sea en forma de p¨®ster o lienzo, retratos de la familia realizados por el propio artista, fotograf¨ªas, escritos e incluso joyas familiares dise?adas por Alphonse. Su fama hab¨ªa eclosionado en el Par¨ªs fin-de-si¨¨cle, donde Mucha se hab¨ªa mudado para buscarse la vida, atra¨ªdo por la rutilante capital de la cultura de la ¨¦poca y donde trab¨® amistad con figuras indelebles como el pintor Paul Gauguin o el escritor August Strindberg, parte de una comunidad bohemia que se reun¨ªa alrededor de la cremer¨ªa de Madame Charlotte.
¡°Era la primera vez que el arte no estaba reservado para ricos y arist¨®cratas, sino que se encontraba en p¨®steres por las paredes¡±, dice John Mucha. En Par¨ªs, los carteles, como forma que mezclaba la publicidad y la expresi¨®n art¨ªstica, hab¨ªan tomado buena parte del espacio p¨²blico generando una nueva cultura visual, pero a la c¨¦lebre actriz Sarah Bernard no le gustaban los dise?os para los anuncios de su nueva obra Gismonda. As¨ª que el impresor Lemercier, desesperado, llam¨® a Mucha porque todos los ilustradores estaban fuera por Navidad.
¡°Cuando el impresor vio el trabajo de mi abuelo, se qued¨® en shock¡±, explica el nieto, ¡°su trabajo se hizo tan famoso que en Francia el art nouveau se llam¨® estilo Mucha antes de la creaci¨®n del t¨¦rmino¡±. Un estilo muy elegante que combinaba l¨¢nguidas y finas figuras femeninas de aires mitol¨®gicos, la inspiraci¨®n de la naturaleza y de la mezcla de culturas (celta, japonesa, g¨®tica, griega¡), la composici¨®n armoniosa o una paleta de apagados colores pastel. Se us¨® para anunciar no solo obras teatrales, sino tambi¨¦n papel de fumar, licores, cervezas, champ¨¢n, galletas y hasta bicicletas. Mucha fue empleado por el impresor Champenois, que le contrat¨® con un sueldo fijo mensual que le proporcion¨® la estabilidad que ansiaba.
El artista se convirti¨® en una gran celebridad y su est¨¦tica, que tambi¨¦n fue la del art nouveau, se difundi¨® mediante eventos de alcance mundial como la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs de 1900. ¡°Su fama fue equiparable a sumar a los Rolling Stones y los Beatles en los a?os 60¡å, bromea el nieto. As¨ª se demostr¨® en los titulares y el recibimiento que encontr¨® a su llegada a los Estados Unidos, donde ense?¨® de forma regular en el Instituto de Arte de Chicago, realiz¨® multitud de p¨®steres y trabaj¨® para otras actrices c¨¦lebres del otro lado del charco, como Leslie Carter y Maude Adams.
En la Checoslovaquia comunista se gener¨® la idea de que Mucha era decadente, burgu¨¦s, sin ning¨²n valor. El hijo de Alphonse y padre de John, Ji?¨ª Mucha, fue encarcelado tras ser acusado de espionaje (seg¨²n su hijo, falsamente), pero la familia consigui¨® mantener el legado y reunir m¨¢s obras en manos de otros coleccionistas. ¡°Donde hemos podido comprar obras, las hemos comprado, y gastamos una fortuna en la conservaci¨®n¡±, explica el presidente de la fundaci¨®n, cuya vida laboral sucedi¨® en la banca internacional londinense. El inter¨¦s por Mucha creci¨® en el Reino Unido de los sesenta, con la vuelta del art nouveau, la llegada del flower power y una gran exposici¨®n en el Victoria and Albert Museum de Londres, y acabar¨ªa influenciando a corrientes como el pop, el c¨®mic o el manga japon¨¦s. Fue cuando el hijo de Mucha pudo empezar a organizar muestras por todo el mundo y crear la fundaci¨®n.
Misticismo y bohemia
La amistad con Strindberg, en sus primeros compases en el Par¨ªs bohemio de los artistas y poetas, fue la que introdujo a Mucha en el mundo de lo m¨ªstico, pues el escritor sueco estaba interesado en las facetas ocultistas de la teosof¨ªa, una especie de religi¨®n esot¨¦rica, sincr¨¦tica y alucinada creada en el XIX por madame Blavatsky, que gozaba de amplio predicamento (a finales del XIX las sesiones de espiritismo eran divertimento com¨²n para parte de la burgues¨ªa). Las conversaciones con Strindberg le inspiraron la noci¨®n de las ¡°fuerzas misteriosas¡± que gu¨ªan las vidas de las personas, y que aparecen en algunas de sus obras.
¡°El misticismo fue muy importante para ¨¦l y hay numerosas fotograf¨ªas donde se aprecia la cantidad de temas m¨ªsticos en los que estaba involucrado y sobre los que dise?¨®¡±, explica su nieto, ¡°eso le llev¨® a convertirse en mas¨®n¡±. En 1898 Mucha ingres¨® en logia mas¨®nica del Gran Oriente franc¨¦s y se empap¨® de sus creencias e intrincados y visuales rituales. El artista lleg¨® a la conclusi¨®n de que en la especie humana se radicaban tres virtudes: la belleza, la verdad y el amor. A su regreso a casa, tras la formaci¨®n de Checoslovaquia en 1918, Mucha no solo dise?¨® algunos de los primeros sellos y billetes del nuevo Estado, sino que contribuy¨® al asentamiento de la masoner¨ªa en aquel pa¨ªs, donde hab¨ªa sido perseguida por los Habsburgo, y colabor¨® a la causa con multitud de ilustraciones y dise?os. Parte de la obra espiritual de Mucha se puede ver en el libro ilustrado Le Pater, publicado en 1899 y considerado una obra maestra del simbolismo.
Con la que consideraba su obra definitiva, la serie de 20 grandes lienzos llamada ?pica eslava, Mucha aspiraba a unir espiritualmente a los pueblos eslavos y quer¨ªa poner de relieve al arte como forma de diseminar ideas filos¨®ficas, y como motor de progreso, paz y hermandad. Uno de sus grandes proyectos finales de corte filos¨®fico, iniciado en 1936, cuando se acercaba la Segunda Guerra Mundial, fue la idea de un gran monumento para la humanidad, un tr¨ªptico que inclu¨ªa La Era de la Raz¨®n, La Era de la Sabidur¨ªa y La Era del Amor, y que nunca fue m¨¢s all¨¢ de los bocetos preliminares. ¡°Era la ¨²ltima destilaci¨®n de su filosof¨ªa art¨ªstica, de aquello que quer¨ªa expresar¡±, explica el presidente de la fundaci¨®n.
Raz¨®n, sabidur¨ªa y amor: los tres atributos principales que Mucha ve¨ªa en el ser humano. La historia del siglo XX, plagada de guerras que implicaban a los pueblos eslavos, le llev¨® la contraria: su querida Checoslovaquia, cuya independencia solo dur¨® dos decenios, cay¨® sucesivamente en manos del nazismo alem¨¢n y del comunismo sovi¨¦tico. ¡°Cuando llegaron los nazis lo tuvo todo en contra: era eslavo, era un Gran Maestre de la masoner¨ªa y era un gran artista nacional¡±, recuerda su nieto. Mucha fue de los primeros detenidos por la Gestapo en Praga. Falleci¨® poco despu¨¦s de neumon¨ªa, el 14 de julio de 1939, a solo diez d¨ªas de cumplir los 79 a?os.
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