¡®Mira c¨®mo corren¡¯: Agatha Christie investiga a Agatha Christie
La pel¨ªcula ironiza en el terreno del metalenguaje para investigar el asesinato de un director de cine durante la preproducci¨®n de una versi¨®n cinematogr¨¢fica de ¡®La ratonera¡¯
La ratonera, obra de Agatha Christie, est¨¢ considerado el espect¨¢culo teatral con mayor permanencia consecutiva sobre las tablas: se estren¨® en el a?o 1952 en Londres y hasta marzo de 2020 se represent¨® cada d¨ªa, para volver a su habitual devenir y a su triunfo tras la interrupci¨®n temporal por la pandemia. Al terminar la funci¨®n cada noche, los int¨¦rpretes salen de nuevo a escena entre los saludos y los aplausos, y advierten al p¨²blico de la importancia de no revelar la identidad del asesino. Un whodunit de libro; su paradigma, de hecho. Y la importancia esencial del qui¨¦n lo hizo, por encima de cualquier otra consideraci¨®n, se mantiene, pese a que a estas alturas parece dif¨ªcil que alguien interesado en las intrigas de Christie no sepa qui¨¦n es el culpable en La ratonera.
Su exagerado ¨¦xito, casi desde el principio, dio pie a numerosas relecturas y parodias. Una de las mejores fue The Real Inspector Hound, pieza teatral del prestigioso dramaturgo Tom Stoppard, escrita en 1963, parodia del misterio de sal¨®n de las obras del corte de La ratonera, en la que lo principal ya no era qui¨¦n lo hizo, c¨®mo y por qu¨¦, sino simplemente los juegos metaling¨¹¨ªsticos. Se trataba de re¨ªrse de (y con) las mec¨¢nicas cl¨¢sicas del g¨¦nero, para contar otra cosa bien distinta al enigma. Sin llegar a las cotas de vitriolo de Un cad¨¢ver a los postres (1976), con guion del dramaturgo Neil Simon y direcci¨®n de Robert Moore, pero jugando de tal modo con los gui?os y con el oficio del cr¨ªtico teatral y art¨ªstico, con sus clich¨¦s y con sus r¨¦moras, que Stoppard logr¨® con su obra un ejercicio literario ajeno al (brillante) entretenimiento insustancial.
Y justo hasta ese lugar quiere llegar, sin lograrlo del todo, Mira c¨®mo corren, pel¨ªcula de Tom George escrita por Mark Chappell, que se adentra en las representaciones primigenias de La ratonera, con el reparto original de 1952 como personajes, para contar su propio whodunit, protagonizado por el polic¨ªa que interpreta Sam Rockwell, y con la ayudante a la que pone rostro y gracia Saoirse Ronan como una especie de sosias juvenil de la propia Christie, o de la mism¨ªsima se?orita Marple.
El planteamiento es jugoso: durante la preproducci¨®n de una versi¨®n cinematogr¨¢fica de La ratonera, su director muere asesinado y entre los sospechosos se encuentran desde el guionista hasta los int¨¦rpretes del teatro, preparados para celebrar su representaci¨®n n¨²mero 100 sobre las tablas. George y Chappell se salen de la estructura adocenada de las piezas de intriga de sal¨®n para contar algo bien distinto, mucho m¨¢s interesante en lo formal, pero quiz¨¢ tambi¨¦n bastante m¨¢s aburrido en lo concerniente al drama y al suspense. Mira c¨®mo corren funciona bien en su vertiente metaling¨¹¨ªstica: el guionista que abomina de los flashbacks, mientras la pel¨ªcula est¨¢ llena de ellos; un joven Richard Attenborough, int¨¦rprete de la obra, escuchando hablar de los asesinatos reales del estrangulador de Rillington Place, cuando dos d¨¦cadas m¨¢s tarde interpretar¨ªa al asesino en su versi¨®n cinematogr¨¢fica; la presencia final de la m¨ªtica escritora como personaje¡ Conexiones, insinuaciones, giros y revueltas, detalles y datos, sin duda para entendidos o muy interesados (y atractivos solo para ellos), que, sin embargo, pueden cargar a los que vayan al cine a ver una intriga divertida y a intentar adivinar qui¨¦n mat¨® al director asesinado. La ratonera del espectador despistado.
MIRA C?MO CORREN
Dirección: Tom George.
Intérpretes: Sam Rockwell, Saoirse Ronan, Adrien Brody, Ruth Wilson.
Género: intriga. EE UU, 2022.
Duración: 98 minutos.
Estreno: 21 de octubre.
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