Christine Sun Kim, la artista que transforma el eco en im¨¢genes
La estadounidense expone por primera vez en Espa?a algunos de sus creaciones sonoras, en las que visibiliza las trampas comunicativas que deben sortear las personas sordas
Con ayuda de un poco de interpretaci¨®n, el t¨ªtulo aparentemente opaco de la exposici¨®n de la californiana Christine Sun Kim en La Casa Encendida de Madrid ¡ªUna sucesi¨®n de trampas de eco¡ª se entiende perfectamente. La propia artista lo aclar¨® durante la presentaci¨®n de la muestra, abierta hasta el 8 de enero de 2023 (despu¨¦s podr¨¢ verse otra vez, entre el 24 y el 26 de febrero, coincidiendo con las fechas de Arco). Sorda durante toda su vida, ella se expresa con los gestos de la lengua de signos estadounidense. Acto seguido, una de las dos int¨¦rpretes que la acompa?an, sentadas en frente, traslada sus movimientos al ingl¨¦s, que despu¨¦s otra traductora, colocada en un lateral de la sala, convierte al castellano. En esta explicaci¨®n en tres actos, la introducci¨®n resulta m¨¢s que elocuente: la artista estira una mano mientras la otra se dirige hacia ella en perpendicular hasta que los dedos chocan en la palma, evocando la imagen del sonido que se estampa contra un muro de silencio y rebota.
¡°La vida de los sordos est¨¢ llena de ecos, llena de repeticiones. Aqu¨ª lo vemos en la int¨¦rprete que repite lo que yo digo, en este caso con un doble eco, porque luego hay otra int¨¦rprete¡±, abunda. ¡°Por eso, gran parte de mi trabajo se centra en esa idea: me pregunto qu¨¦ ocurre cuando ese eco queda atrapado¡±. De esa reflexi¨®n naci¨® el v¨ªdeo de animaci¨®n que da t¨ªtulo a la exposici¨®n, A String of Echo Traps, pieza por la que la autora, cuyos trabajos de arte sonoro se exhiben por primera vez en Espa?a, recibi¨® recientemente el XLVIII premio PIAC de la Fundaci¨®n Prince Pierre de M¨®naco.
Todo el trabajo de Kim, que reside en Berl¨ªn, gira en torno a conceptos como el sonido, la m¨²sica y el lenguaje. Algo que, obviamente, tiene mucho que ver con su propia historia, con su experiencia y las dificultades a las que se enfrenta, pero que a la vez quiere trascender para hablar de algo m¨¢s grande. Por un lado, como explica, su trabajo alude a la comunidad sorda, ¡°a su historia de opresi¨®n y trauma y a c¨®mo se trata de una experiencia hereditaria, que se repite generaci¨®n tras generaci¨®n¡±, pero, al mismo tiempo tambi¨¦n quiere cuestionar ¡°una sociedad capacitista [t¨¦rmino que se refiere a los prejuicios contra las personas discapacitadas] e inflexible, que siempre vuelve una y otra vez sobre la misma idea¡±.
Igual de di¨¢fano que aquel gesto del sonido que choca contra el muro de su mano, su v¨ªdeo expresa estas ideas de una manera transparente, algo de suma importancia para una artista que reconoce sentir un miedo permanente ¡°a no comunicarse bien¡±. Sobre un fondo negro, unas motas centelleantes, como un ruido blanco dibujado, conviven con otras figuras m¨¢s grandes, de formas fluctuantes, que se expanden, colisionan contra los bordes de la pantalla y vuelven a contraerse en un loop infinito. Es el eco atrapado entre cuatro paredes. Las im¨¢genes est¨¢n acompa?adas de m¨²sica, pero, subraya Kim, el amigo al que hizo el encargo no la compuso hasta que estuvo listo el v¨ªdeo. Es decir, que el sonido est¨¢ supeditado a la imagen, y no a la inversa.
Cada vez m¨¢s reconocida en los c¨ªrculos art¨ªsticos, Kim experiment¨® una especie de 15 minutos de fama justo antes de que estallara la pandemia. En realidad, fueron solo unos segundos, suficientes para cambiarlo todo. En 2020 recibi¨® la invitaci¨®n de la Asociaci¨®n Nacional de Sordos de EE UU para participar en la Super Bowl, un acontecimiento deportivo televisado que siguen decenas de millones de espectadores. Mientras sonaba el himno nacional, con la ayuda de las indicaciones de su int¨¦rprete, la artista lo represent¨® ¡ªde una manera tan sentida como la cantante en directo¡ª en lengua de signos. El hecho de que la retransmisi¨®n de su actuaci¨®n se cortara en apenas unos instantes gener¨® un efecto de bola de nieve por las quejas sobre la falta de visibilidad de las personas sordas que acab¨® con The New York Times ofreci¨¦ndole la oportunidad de publicar un editorial. Ahora, la grabaci¨®n en iPhone de aquella performance es la segunda de sus piezas que puede verse en La Casa Encendida. ¡°Tengo que admitir que al principio fui un poco ingenua porque pensaba que iba en representaci¨®n de m¨ª misma, no de la Christine Sun Kim artista. Pero la reacci¨®n del mundo del arte me hizo darme cuenta de que todo lo que hago tiene que ver con mi pr¨¢ctica¡±, explica la creadora, que a pesar de sus reticencias iniciales a participar en un acontecimiento eminentemente republicano, masculino y blanco (ella es hija de inmigrantes asi¨¢ticos) acab¨® encantada con la experiencia: ¡°Sin duda, volver¨ªa a hacerlo¡±.
La tercera obra de Kim expuesta en La Casa Encendida es un mural pintado en una de las paredes del hall. Se trata de una trasposici¨®n de gran formato de uno de sus dibujos, unas notas musicales superpuestas entre las que se leen las palabras ¡°notaci¨®n¡± y ¡°transcripci¨®n¡±. ¡°Es una idea relacionada con mi experiencia con int¨¦rpretes: cuando cuentan con m¨¢s informaci¨®n de antemano, su trabajo se enfoca menos en interpretar en tiempo real y m¨¢s en traducir, que es la misma diferencia que existe entre la notaci¨®n musical y la transcripci¨®n¡±, ilustra.
Las dos mujeres que ahora la acompa?an ¡ªuna le traduce del ingl¨¦s al lenguaje de signos y la otra devuelve sus palabras en lenguaje de signos al ingl¨¦s¡ª empezaron a trabajar con ella en Berl¨ªn, a donde se mud¨® despu¨¦s de ¡°enamorarse¡±, primero de la ciudad y luego del que hoy es su marido, con quien forma ¡°una familia de tres miembros¡±. ¡°De ni?a siempre dibujaba, pero nunca pens¨¦ que podr¨ªa dedicarme al arte¡±, agrega sobre su trayectoria, ¨ªntimamente ligada al activismo, aunque reconoce que su capacidad para cambiar el mundo es limitada. ¡°He visto a personas transformadas por mi trabajo, y si uno de ellos se convierte en abogado y lucha por nuestros derechos, bienvenido sea¡±. A ella esa inspiraci¨®n le lleg¨® al ver que hab¨ªa quienes ¡°pod¨ªan dedicarse al arte sin tener otros trabajos paralelos¡±, lo que la anim¨® a estudiar y despu¨¦s a empezar a abrirse camino como profesional en Nueva York. ¡°Ah¨ª me di cuenta de que, del mismo modo que utilizo la pintura acr¨ªlica o el ¨®leo para pintar, pod¨ªa usar el sonido como medio. No es f¨¢cil y tuve un mont¨®n de crisis mentales en el proceso. Pero eso est¨¢ bien¡±, sonr¨ªe. ¡°A veces me gusta llorar¡±.
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