Roc¨ªo Molina: ¡°Los puristas del flamenco son cada vez menos y quieren hacerse o¨ªr¡±

La core¨®grafa y bailaora Roc¨ªo Molina (M¨¢laga, 36 a?os) se acerc¨® por primera vez al flamenco muy peque?a, o eso le han contado. ¡°Llevaba mi traje de flamenca y me sub¨ª directamente al escenario a imitar a las muchachas que hab¨ªan bailado antes. Yo no lo recuerdo, pero hay fotos¡±, cuenta por videollamada desde La Aceitera, su casa-estudio en Bollullos de la Mitaci¨®n (Sevilla). Despu¨¦s, se aproxim¨® al baile desde la distancia, como algo ajeno, ¡°casi extranjero¡±. ¡°Lo ve¨ªa como algo muy lejano, recuerdo im¨¢genes que llegaban por la televisi¨®n. Eso me permiti¨® poder invent¨¢rmelo, imaginarlo como me dio la gana, deconstruirlo¡±. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de ese espect¨¢culo improvisado, Molina se ha afianzado como uno de los grandes referentes del flamenco actual y atesora premios como el Nacional de Danza en 2010 o el Le¨®n de Plata de la Bienal de Danza de Venecia este mismo a?o. Precisamente ahora est¨¢ inmersa en la gira de Carnaci¨®n, el espect¨¢culo que estren¨® en ese certamen.

Pregunta. ?C¨®mo se sinti¨® al saber que recibir¨ªa el premio en Venecia?

Respuesta. No era consciente de su importancia. La prensa me hizo darme cuenta, porque recib¨ª un bombardeo. Entonces, conforme se me vino encima, sent¨ª m¨¢s la mordida del le¨®n. Me enter¨¦ en Madrid, cuando actuaba en Matadero [en diciembre de 2021]. Primero tuvimos una celebraci¨®n en petit comit¨¦, me di un abrazo colectivo con mi equipo. Luego me cay¨® el bocado, que me abrum¨® bastante porque tuve que parar la creaci¨®n casi un mes para poder atender a la prensa. Y yo eso lo llevo mal. Entonces era agridulce. Por un lado, qu¨¦ bien, pero me estaba sacando de la creaci¨®n, del estudio, de mi cuerpo.

P. Cuando recogi¨® el galard¨®n, dijo que el esfuerzo no lleva a ninguna parte. ?Lo mantiene?

R. Hombre, esa frase impresiona. Y m¨¢s que lo diga yo, que me han educado en el esfuerzo y lo he practicado y abanderado tanto. Pero tiene sentido que lo diga ahora. Hubo un momento de mi vida y de mi trayectoria en que inevitablemente tuve que bajar los brazos y tuve que reconocerme d¨¦bil, en el sentido de no poder hacer m¨¢s. Cuando lo hice de verdad, se invirti¨® todo y pude comprobar el poder de la fragilidad. Y s¨ª, me devolvi¨® much¨ªsima fuerza y profundidad, algo que yo no me esperaba. Salieron entonces tres piezas, las de la Trilog¨ªa, en menos tiempo. O sea, yo cuando me esforzaba mucho no me sal¨ªa eso.

P. ?Qu¨¦ le ha dado y qu¨¦ le ha quitado su profesi¨®n?

R. A m¨ª mi profesi¨®n me da y me quita todo. Es mi pareja, tenemos una relaci¨®n de amor apasionante, comprometida, y es lo que me hace sanarme, lo que me mete en crisis, lo que me angustia, lo que me hace sentir viva, me cubre mi deseo, mi fantas¨ªa, me pasa factura¡­ todo.

P. En sus obras hay guitarra, hay electr¨®nica¡­ ?Cu¨¢les son sus influencias y referentes?

R. Soy muy, muy curiosa. Seg¨²n la ¨¦poca me ha interesado una cosa u otra. Hoy en d¨ªa me interesa mucho lo cotidiano. Me llama escuchar conversaciones ordinarias, que se den situaciones ordinarias. Y la m¨²sica, he escuchado mucha guitarra como Sabicas, Ni?o Ricardo o Ram¨®n Montoya. Y en flamenco he adorado los contrarios, desde Farruco a Vicente Escudero, que no tienen semejanza alguna. Tengo loco a Spotify, no me pilla ni a la de tres, paso de Chopin a Rosal¨ªa, que me la pide mi hija.

P. ?Lee las cr¨ªticas a su trabajo?

R. Si te soy sincera, no estoy leyendo casi nada. S¨ª que las leo, sea buena o mala, si el periodista est¨¢ comprometido con su escritura y su pensamiento, porque me gusta lo que est¨¢ bien escrito. Tiene que haber un compromiso con la profesi¨®n, igual que yo me comprometo con mi arte, y qu¨¦ menos que escribir bien. Pero los periodistas tienen cada vez menos tiempo para escribir bien y filtrar lo que han visto. Y luego hay otro tipo de periodistas que deber¨ªan irse a la prensa rosa antes que seguir en el papel p¨²blico.

P. ?Qu¨¦ piensa de los puristas que dicen que lo suyo no es flamenco?

R. Son muy pocos, cada vez menos, se est¨¢n ahogando y quieren hacerse notar como sea. Entonces, hoy en d¨ªa los puristas equivalen a los insultadores. Yo soy muy fan de una aplicaci¨®n que se llama Insultator. Si quiero que me insulten, me pondr¨¦ a profesionales que lo saben hacer, pues no puedo re¨ªrme m¨¢s. No creo que un peri¨®dico sea lugar para hacer una corrala, que es lo que est¨¢ pasando en el periodismo del purista flamenco.

P. ?Se puede hacer flamenco independientemente de tu lugar de nacimiento y or¨ªgenes, al contrario de lo que dice una vertiente de la apropiaci¨®n cultural?

R. ?Qui¨¦n tiene el poder de meter la espada, hacer un corte muy fino, exacto, y marcar la l¨ªnea de lo que se puede y no? No tiene ning¨²n sentido, eso demuestra que no hay flexibilidad o que no hay tolerancias, que no hay amor, ?no? Para m¨ª la libertad de lo que cada uno hace es su capacidad de amar. Si t¨² tienes fronteras y pones fronteras, es porque est¨¢s en una lucha contigo.

P. Cada a?o aparece en la lista que elabora El Mundo de las personas LGTBI m¨¢s influyentes. ?Qu¨¦ le parece ser considerada influyente en el colectivo?

R. Me gusta si eso puede educar, ayudar, apoyar a una persona que necesite liberarse, sentir que hay apoyo. Eso me hace sentir bien. Luego, como artista, el arte para m¨ª no tiene g¨¦nero realmente y no me planteo una cosa u otra. Soy consciente de que provoca un movimiento, una lectura pol¨ªtica. Y mientras sea para la libertad del ser humano y que personas se pueden apoyar en m¨ª como referente para un momento dado de su vida, me hace sentir bien.

P. ?Qu¨¦ le parece que destaquen en los titulares su orientaci¨®n sexual?

R. Yo no necesito decir que soy lesbiana, como no necesito decir que soy mujer. No tiene m¨¢s valor o m¨¢s importancia para un espect¨¢culo. Podr¨ªa decir que soy bailaora, artista, int¨¦rprete, core¨®grafa, lo que t¨² quieras. Pero no me da m¨¢s valor ser lesbiana. Aunque entiendo que para la sociedad en la que nos encontramos s¨ª, porque hay que alzar la voz, y yo la alzo.

P. ?Su orientaci¨®n sexual ha afectado a su carrera?

R. Hombre, te quita muchas mosquillas de encima, y m¨¢s hace 20 a?os, que negociaba con m¨²sicos siendo menor de edad. Me ha ayudado para marcar la l¨ªnea y andar un poquito m¨¢s tranquila. No verme invadida en ese sentido.

P. Tuvo a su hija, Juana, por fecundaci¨®n in vitro. Imagino que no es f¨¢cil ser madre soltera y trabajadora.

R. Es una locura, es un suicidio esto de que tenemos que ser superwoman. Es inviable, es imposible. No existe la conciliaci¨®n. Pero ni con matrimonio ni nada, es una falsa muy grande. No existe, no se puede, solo con ataques de nervios y con ansiedades, como nos aplauden. Pero eso no es crianza, no es maternidad, no es vida, no es nada.

P. ?Qu¨¦ le cuesta m¨¢s, el arte o la crianza?

R. La crianza, sin duda. Pues debo decir que mis vacaciones, mi lugar de descanso, est¨¢n ahora mismo en la creaci¨®n. Digo que mi arte es duro, pero yo no ser¨ªa capaz de plantearme otra crianza en mi vida. Es muy duro, con todas las cosas buenas que tiene, por supuesto. La maternidad es una renuncia por elecci¨®n que con el tiempo te devuelve cosas muy maravillosas. Tienes que descuidar tu arte. Y eso, para una artista que siempre se ha dedicado a cuidarse y a mirarse el ombligo, es doblemente traum¨¢tico.

P. ?Por qu¨¦ eligi¨® afincarse en Sevilla?

R. Sevilla y yo no nos llev¨¢bamos bien, pero me vine por la misma raz¨®n que hago todo en mi vida: por amor. Y en ese momento empec¨¦ a disfrutar mucho de la ciudad, me coloqu¨¦ en un lugar como de espectadora. Y Sevilla es muy guay como espectadora. Verlo desde fuera es toda una performance continua. Vivo en el campo, en un olivar, en un cortijo rociero, imposible buscar un punto m¨¢s sevillano. Decid¨ª quedarme por un modelo de trabajo y de crianza tambi¨¦n, que entiendo que tiene que ser en contacto con la naturaleza. Me gusta que no haya tanto ruido, no solo sonoro, sino de consumo.

P. Artistas con proyecci¨®n internacional como el dise?ador Palomo Spain o usted han decidido trabajar desde C¨®rdoba y Sevilla, respectivamente. ?Est¨¢ obsoleta la idea de la gran ciudad como lugar para inspirarse o como trampol¨ªn?

R. Lo que veo desde fuera es que la gran performance est¨¢ en los pueblos: puedes encontrar una se?ora mayor en la pescader¨ªa o, en el bar donde yo desayuno, a se?ores jugando con la m¨¢quina tragaperras, que me encanta, y otros con el aguardiente desde las nueve de la ma?ana. Ah¨ª est¨¢ la performance y no hay ning¨²n inter¨¦s en interpretar un personaje, ellos ya lo son, aut¨¦nticos. En la ciudad siento que hay como una necesidad de mantener que soy diferente, que soy guay, que voy a la moda o que voy contraria a la moda.

P. ?Usted puede ser aut¨¦ntica ah¨ª tambi¨¦n?

R. S¨ª, como dir¨ªa mi abuela, soy un disparate: una malague?a, con fobia a Sevilla, bailaora con cara de china, lesbiana, madre soltera por inseminaci¨®n artificial, en un cortijo rociero. S¨ª que es un disparate.

P. ?Se ha superado el estereotipo de que los andaluces son vagos?

R. Supongo que todav¨ªa quedar¨¢ mucha gente pensando eso. Pero aqu¨ª se curra tela. No voy a hablar de los teatros, porque no podemos comparar los equipos t¨¦cnicos espa?oles a los franceses. Est¨¢ claro que en Francia se curra mejor. No digo m¨¢s, sino mejor. Pero aqu¨ª en Andaluc¨ªa se curra mucho, much¨ªsimo. Y con mucha pasi¨®n. Lo que pasa que acabada la jornada, salimos a la calle y hacemos mucho ruido.

P. ?Tiene alg¨²n otro proyecto en mente?

R. He decidido estar dos a?os sin crear. Quiero disfrutar de todo lo que ha sucedido. Estoy en un momento muy amable y dulce de mi vida. Quiero seguir disfrutando de la crianza y estar muy presente. Conf¨ªo mucho y quiero que se genere otra vez ese deseo por crear. No quiero ser una m¨¢quina de creaci¨®n, quiero ir carg¨¢ndome poco a poco y para eso tengo que vivir en todos los sentidos, cruzarme con personas, tener conversaciones. Tengo que vivir en el pueblo, salir, entrar, dar espacio a la vida.