La cultura abraza las historias trans
La presencia del colectivo crece en pel¨ªculas, novelas, c¨®mics, series, musicales o videojuegos que ofrecen referentes a las nuevas generaciones y ense?an el camino hacia la normalizaci¨®n
Cuando pudo expresar un deseo, la joven Cenis lo tuvo claro: pidi¨® ser hombre. Es cierto que se vio empujada por una tragedia: el dios Poseid¨®n la acababa de violar y la chica buscaba evitar m¨¢s abusos. Pero, de paso, Ceneo tambi¨¦n se convirti¨® en uno de los primeros personajes transg¨¦nero de la literatura. El poeta latino Ovidio rescat¨® aquella f¨¢bula, narrada por la mitolog¨ªa griega, en Las metamorfosis, donde hay dos transiciones m¨¢s: las de Isif y Tiresias. Paradojas de la historia: un asunto que ocupaba leyendas hace dos milenios es capaz de indignar hoy en d¨ªa. Tanto que, entre pol¨¦micas y discriminaciones, las personas trans se han tenido que acostumbrar a estar en el ojo del hurac¨¢n, como muestra tambi¨¦n en Espa?a una reforma legal bloqueada por las divisiones dentro del propio Gobierno. Mientras, en los ¨²ltimos a?os, la cultura ha empezado a iluminar cada vez m¨¢s al colectivo. Incluso, quiz¨¢s, m¨¢s que nunca.
Pel¨ªculas, novelas, c¨®mics, ensayos, poes¨ªa, series, espect¨¢culos. Ficci¨®n y realidad. Comedia, drama, investigaci¨®n. Quien quiera buscar tiene obras recientes para cualquier formato y paladar. Algunas venden mucho, otras ganan premios y aplausos de la cr¨ªtica. O incluso todo ello junto, como el libro Las malas (Tusquets), de Camila Sosa, o el videojuego The Last of Us. Parte II. Pero tambi¨¦n las hay de escasa calidad, que se estrellan. Lo normal, al fin y al cabo.
¡°Recuerdo que hace no mucho tiempo eran tramas marginales, a menudo con fatalismo y morbo. Poco a poco se ha ido haciendo un tratamiento distinto, sobre todo en medios m¨¢s independientes como el tebeo. Hay una generaci¨®n que s¨ª est¨¢ creciendo con referentes culturales positivos de personas trans¡±, asegura Anna de Nicol¨¢s, coordinadora de pol¨ªticas trans de la FELGTB. Y cita el musical Arrels, creado por Mar Puig, sobre la vida real del joven Alan Montoliu; o la novela gr¨¢fica Us (Astiberri), donde Sara Soler retrata la transici¨®n de g¨¦nero de su pareja. En ambos casos, De Nicol¨¢s destaca que drama y dolor se mezclan con las risas y ¡°un canto a la vida, al descubrimiento¡±.
¡°El hecho de que Us tuviera cierto ¨¦xito nos dice que hab¨ªa inter¨¦s y una falta de esas tramas en el mercado. No s¨¦ si se debe tambi¨¦n al miedo de compartirlas, pero s¨ª s¨¦ que muchas personas trans no quieren exponerse mucho. Mi pareja acept¨® porque era una historia de las dos. Y porque iba a contarla yo¡±, agrega Soler. Lo cierto es que suceden ambas cosas. Camila Sosa relata en primera persona su pasado, igual que Roberta Marrero en El beb¨¦ verde (Lunwerg); tras el protagonista del c¨®mic Dragman (Astiberri), que gana superpoderes cuando se disfraza de mujer, se encuentran las vivencias de su autor, Steven Appleby; el cineasta Emmanuele Crialese ha reconocido que L¡¯immensit¨¤ tiene tintes autobiogr¨¢ficos; y los ensayos del soci¨®logo Miquel Miss¨¦, como A la conquista del cuerpo equivocado (Egales), analizan un colectivo del que ¨¦l mismo es activista.
Otros, en cambio, han fiado sus historias a una mirada ajena. La c¨¢mara de S¨¦bastien Lifshitz filma en el documental Una ni?a (disponible en Filmin) la pelea de la peque?a Sasha por ser ella misma; la actriz Marta Nieto se estrena en la direcci¨®n con el corto Son, protagonizado por una madre y un ni?o trans, a la espera de llevar a los mismos personajes a su primer largo, La mitad de Ana; y los l¨¢pices de Rebeca Pe?a novelan en el tebeo Ensayo de la vida real (Liana Editorial) el largo proceso que permiti¨® a Alexa Paulette entenderse como una mujer.
¡°Siempre es dif¨ªcil compartir las experiencias personales cuando no son gratas, y sobre todo en las artes, que est¨¢n tan sujetas a las cr¨ªticas, no necesariamente emp¨¢ticas. Al mismo tiempo pienso que la creaci¨®n que no lleva un poco del artista est¨¢ vac¨ªa o es una mentira. Creo que es necesario exponer el mundo secreto que tenemos en el interior cuando de artes se trata¡±, reflexiona Paulette. Ella, en concreto, vuelca en el c¨®mic inseguridades, esperanzas, amor y maltratos; comparte el choque con una familia que no ha le¨ªdo el libro ¡ªque ella sepa¡ª y con la que mantiene una relaci¨®n ¡°bastante lejana¡±; y, adem¨¢s, traslada al lector los dilemas que poblaban su cabeza. ¡°?Puedo ser hombre sin serlo?¡±, se pregunta la protagonista durante su transici¨®n.
¡°El ser trans es algo dif¨ªcil de explicar porque es m¨¢s bien abstracto, ser¨ªa como pedirle a alguien que defina c¨®mo siente el amor¡±, reflexiona Paulette. Aunque no por ello la cultura deja de intentarlo. Y tiene, a su favor, el lenguaje del arte. En Ensayo de la vida real, se dibuja una l¨ªnea que tiene en los dos extremos a quien se sienta 100% hombre o mujer: cada lector encontrar¨¢ su sitio en alg¨²n punto. Y en el filme Monica, de Andrea Pallaoro, una secuencia silenciosa entre una hija trans y una madre explica m¨¢s que decenas de tratados.
¡°El audiovisual ofrece las herramientas para acercarnos a las historias que suceden y generar cierta empat¨ªa, suspender el juicio e intentar comprender. No pretendo representar a nadie, no es un manifiesto de nada; es solo mi visi¨®n, desde la humildad y el coraz¨®n¡±, apunta Marta Nieto sobre su corto y su futuro largo. ¡°Si te r¨ªes o lloras con un personaje, ya no le juzgas¡±, a?ade.
Aunque su propia experiencia muestra que no siempre resulta tan sencillo. La mitad de Ana no est¨¢ ni filmada ¡ªNieto espera empezar en primavera¡ª y ya ha recibido insultos, amenazas y hasta una doble denuncia de la asociaci¨®n Abogados Cristianos ante el Tribunal de Cuentas: contra el Ministerio de Cultura y Deporte, por otorgar una subvenci¨®n al proyecto; y contra la pel¨ªcula por ¡°promocionar la transexualidad en menores de edad¡±. La caja de Pandora se abri¨® por una campa?a de casting donde se buscaban ¡°ni?os trans o ni?es no binaries de entre cinco y nueve a?os¡±. ¡°Entiendo que el tema despierte miedo, que haya personas que no lo puedan comprender. Pero nadie tiene derecho a la agresi¨®n y la violencia¡±, responde la directora.
Sus denunciantes no deben de haber visto Una ni?a. En el documental, la madre de Sasha cuenta que su hija empez¨® con dos a?os y medio a repetir: ¡°Cuando crezca, ser¨¦ una ni?a¡±. Y nunca m¨¢s par¨® hasta conseguirlo. ¡°Quien no apoye a las personas trans es que no se ha parado dos segundos a escuchar uno de sus testimonios¡±, sostiene Soler. Ahora, por lo menos, las ocasiones sobran.
Aunque, m¨¢s all¨¢ de la transfobia, la mayor visibilidad trae consigo otros debates. Ante todo, sobre qui¨¦n debe contar estas historias. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que el colectivo supone entre el 0,3 y el 0,5% de la poblaci¨®n mundial. ?Esta narraci¨®n es exclusiva suya? ¡°No creo que ser cis [quien se identifica con el sexo biol¨®gico con el que naci¨®] te deslegitime para nada. Incluso a veces desde fuera se puede ver algo con otro punto de vista¡±, sostiene De Nicol¨¢s. Aunque, a la vez, advierte: ¡°Cuando eres una minor¨ªa, la mayor¨ªa puede taparte incluso sin darse cuenta. Hay que tener cuidado de que no se pierdan las voces trans¡±. La cuesti¨®n, pues, se antoja llena de grises. Casi tantos como sensibilidades y opiniones hay.
En el c¨®mic Transiciones (Andana), de ?lodie Durand, el protagonismo corresponde a una madre que descubre que su hija se siente chico. Soler se atrevi¨® con Us porque era una mitad de la historia, y ¡°nunca¡± hubiera intentado contar la visi¨®n de su pareja. Y Nieto ha encontrado puntos de contacto personales: ¡°De alguna forma el colectivo trans experimenta a volumen muy alto la presi¨®n que muchos viven por encajar. La identidad es un asunto muy personal, est¨¢ compuesta de muchas caras y el g¨¦nero es una. Explorarla implica afrontar tambi¨¦n lo que te valida o invalida de las caracter¨ªsticas del g¨¦nero. Yo misma, como mujer, no me sent¨ªa en el derecho de hacer muchas cosas. Y ten¨ªa que ver con una identidad que hab¨ªa asumido que depend¨ªa de lo que dec¨ªan de m¨ª¡±.
La importancia de aceptaci¨®n y amor propio, de hecho, se desprende de pr¨¢cticamente todas las obras citadas. Nieto, adem¨¢s, sustenta su corto y su largo en otro pilar, que s¨ª pertenece a su bagaje: la maternidad. Y decidi¨® que el rol protagonista deb¨ªa recaer en un chico trans de verdad: ¡°Llevo cuatro a?os de entrevistas con miembros del colectivo y documentaci¨®n y uno de los mensajes que m¨¢s recib¨ª es: ¡®Lo que no se nombra no existe¡¯. No soy soci¨®loga ni psic¨®loga, pero sent¨ª que era una oportunidad importante de visibilizaci¨®n¡±. Soler aplaude la elecci¨®n y da fe, por su pareja, de que el colectivo sufre una marginalizaci¨®n y un riesgo de paro ¡°incre¨ªbles¡±.
Quiz¨¢s la exposici¨®n cultural sirva para cambiar algo. Aunque la conversaci¨®n creciente sobre lo trans no puede ser siempre a gusto de todos. As¨ª, surgen ensayos que cuestionan algunos pilares del colectivo, como el muy pol¨¦mico Nadie nace en un cuerpo equivocado, de Jos¨¦ Errasti y Marino P¨¦rez ?lvarez; algunos insin¨²an que la mayor presencia puede volverse moda vac¨ªa; o puede uno cruzarse con retratos arcaicos, superficiales, o incluso da?inos.
De Nicol¨¢s acusa de ¡°tr¨¢nsfoba¡± la letra de la canci¨®n Dartveider, del grupo Venturi: ¡°Un trans bien dotado / Me intenta llevar de la mano / Tambi¨¦n era carterista¡±. Y Soler recuerda a un ¡°escritor cis quej¨¢ndose: ¡®Ahora hay que meter un personaje de cada, porque si no la gente se queja¡±. Hasta se ha acu?ado un t¨¦rmino, queerbaiting, para denunciar la inclusi¨®n superficial, o tan solo aludida, de tramas LGTBIQ+ en alg¨²n proyecto ¨²nicamente para ganar dinero, consenso y p¨²blico.
¡°Hay m¨¢s presencia de personajes trans en lo mainstream y se consume mucho m¨¢s. Pero creo que en la mayor¨ªa de los casos las historias buscan apelar a la emocionalidad de quien las consume, apuntando a caridad y l¨¢stima. Se usan estereotipos que no hacen m¨¢s que mantenernos como personas de tercera categor¨ªa. Es muy positivo que gente trans sea parte de los medios, la pol¨ªtica o escriba libros que logran cierto p¨²blico, pero es necesario que dejen de encasillarnos como personas que est¨¢n en constante sufrimiento¡±, denuncia Alexa Paulette. De ah¨ª que todas las entrevistadas coincidan en la necesidad de un paso m¨¢s hacia la normalizaci¨®n.
De Nicol¨¢s lo resume con la serie Todo lo otro, creada, escrita, dirigida e interpretada por Abril Zamora, disponible en HBO Max: puede haber una mujer trans como protagonista sin que su identidad sea la clave central de la historia. O como declar¨® Zamora a EL PA?S: ¡°Ser transexual es tan importante en mi vida como ser rubia, alta o pizpireta¡±. ¡°Es necesario que se nos muestre en nuestro cotidiano, como personas que r¨ªen, que aman, y que no viven solo en constante padecimiento¡±, a?ade Paulette. Es decir, como seres humanos. Como cualquiera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.