El vendedor de tiques que investiga la historia del Camino de Santiago en esqueletos (y caracoles)
El historiador Patxi P¨¦rez Ramallo empez¨® analizando los restos de la necr¨®polis de la catedral compostelana y lleg¨®, rastreando tumbas de peregrinos medievales, hasta Jaca y Roncesvalles: 28 yacimientos y cuerpos enterrados con su concha de vieira
¡°La visita estuvo bien... pero me falt¨® algo¡±, le espet¨® un peregrino estadounidense al chico del mostrador mientras le devolv¨ªa los cascos de la audiogu¨ªa: ¡°No cont¨¢is la historia de los que hicieron todo esto¡±. El historiador Patxi P¨¦rez Ramallo (Santiago, 34 a?os) se ganaba la vida ¡°vendiendo tiques del museo¡± de la catedral compostelana a los turistas, contratado por una empresa externa. Y cuenta que la charla con aquel visitante fue como una revelaci¨®n. Para completar desde el principio el relato del fen¨®meno de las peregrinaciones, hoy tan vivo como en la Edad Media, hab¨ªa que llegar a los cimientos de la propia catedral de Santiago, concretamente a la necr¨®polis que la bas¨ªlica oculta en el subsuelo y que ahora no se puede visitar. Su padre y su hermano le adelantaron dinero para comprar material y consigui¨®, a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Catedral, empezar a trabajar en el yacimiento en 2015.
Aquella investigaci¨®n fue el objeto de su tesina, y luego creci¨® y se convirti¨® en tesis doctoral, con el antrop¨®logo forense m¨¢s c¨¦lebre de Espa?a, Francisco Etxeberria, como gu¨ªa del proyecto. Despu¨¦s de tratar de reconstruir la historia de los difuntos de la necr¨®polis, esos primeros habitantes de Santiago que llegaron tras el descubrimiento de la supuesta tumba del ap¨®stol Santiago Zebedeo (siglo IX), P¨¦rez Ramallo decidi¨® desandar el Camino. Fue en busca de las tumbas de los peregrinos que murieron sin lograr llegar a Compostela, o de aquellos que fallecieron en el viaje de vuelta, entre los siglos IX y XV. A estos ¨²ltimos era m¨¢s f¨¢cil identificarlos, porque hab¨ªan sido enterrados con el primer souvenir de la historia: la concha de vieira.
A lo largo de los caminos Franc¨¦s y del Norte, el investigador localiz¨® 28 yacimientos entre A Coru?a, Lugo, Oviedo, Logro?o, Burgos, Pamplona, Roncesvalles y Jaca y analiz¨® m¨¢s de 200 esqueletos. El pasado septiembre su trabajo le vali¨® el premio de Investigaci¨®n de la C¨¢tedra del Camino y las Peregrinaciones de la Universidade de Santiago. Hoy aquel vendedor de entradas licenciado en Historia en Compostela y m¨¢ster en an¨¢lisis osteol¨®gicos y biomoleculares por la Universidad de Bradford (Reino Unido) es doctorado internacional en An¨¢lisis Forenses por la Universidad del Pa¨ªs Vasco y vive en Jena (Alemania) como investigador asociado del Departamento de Arqueolog¨ªa del Instituto de Geoantropolog¨ªa Max Planck. Sus compa?eros de trabajo son estos d¨ªas unos caballeros medievales, posiblemente templarios, sepultados en Zorita (Guadalajara) y otros restos hallados en maltratadas y malparadas necr¨®polis de origen musulm¨¢n en Espa?a.
La revista Archaeological and Anthropological Sciences, de la editorial Springer, acaba de publicar el art¨ªculo de investigaci¨®n Multi-isotopic study of the earliest medieval inhabitants of Santiago de Compostela (Galicia, Spain), con las conclusiones del an¨¢lisis antropol¨®gico, de is¨®topos y de carbono 14 de los esqueletos que yacen en el solar sobre el que luego creci¨® la catedral. En breve, P¨¦rez Ramallo espera que salga a la luz su trabajo sobre los peregrinos de la ruta jacobea y uno m¨¢s, con los todav¨ªa misteriosos resultados del an¨¢lisis del supuesto esqueleto de un personaje fundacional: el obispo Teodomiro de Iria Flavia, al que la tradici¨®n otorga el descubrimiento de los restos que la Iglesia atribuye al ap¨®stol Santiago.
Para cerrar el c¨ªrculo, P¨¦rez Ramallo tendr¨ªa que llegar a abrir el cofre de plata que conserva los presuntos huesos de este disc¨ªpulo de Jesucristo, despu¨¦s de que hace un a?o saliese a la luz la hip¨®tesis del antrop¨®logo forense Fernando Serrulla (tambi¨¦n pupilo de Etxeberria) sobre una posible ¡°confusi¨®n¡± entre las reliquias de Santiago el Mayor y Santiago el Menor, Zebedeo y Alfeo. Sin embargo, los restos atribuidos al primero siguen siendo inaccesibles y ¡°solo el Papa puede autorizar su estudio¡±, explica por tel¨¦fono desde Jena el historiador gallego.
El ¨ªmpetu de aquel muchacho de la taquilla consigui¨® involucrar en su proyecto a figuras, entre otros investigadores internacionales, como el paleoantrop¨®logo Juan Luis Arsuaga, el especialista en dataci¨®n de carbono Tom Higham, el experto en an¨¢lisis isot¨®picos Patrick Roberts, la arque¨®loga espa?ola en Estocolmo Elia Organista, la paleont¨®loga Aurora Grandal o el ge¨®logo Petrus Le Roux.
Los estudios de P¨¦rez Ramallo sobre las peregrinaciones a Santiago se basan en pruebas isot¨®picas y de carbono 14 de dientes y muestras de costillas, porque cada una de estas piezas revela informaci¨®n de momentos biogr¨¢ficos diferentes. Pero para completar su retrato de los ancestros que duermen bajo la mole rom¨¢nica y barroca de la catedral, el investigador contrast¨® los resultados con datos geol¨®gicos y anal¨ªticas de restos de animales del periodo comprendido entre el siglo IX ¡ªcuando Alfonso II y su sucesor, Alfonso III mandaron construir el primer y el segundo templo previos a la seo rom¨¢nica¡ª y el XII. En este tiempo se sit¨²an tanto la aceifa de Almanzor (siglo X) como el esplendor art¨ªstico que alcanz¨® su cima con el Maestro Mateo (siglo XII). En el camino de entrada al sur de la actual capital gallega existe un yacimiento medieval, el Castelo da Rocha Forte, en el que, como explica P¨¦rez Ramallo, se hac¨ªa ¡°control de entrada de mercanc¨ªas¡± a la ciudad. All¨ª se hallaron restos de animales de la ¨¦poca, terrestres y marinos, e incluso el esqueleto de un delf¨ªn destinado a alg¨²n banquete urbano. Toda la fauna aport¨® informaci¨®n, pero P¨¦rez Ramallo cuenta que los mayores aliados de los an¨¢lisis de is¨®topos estables de los huesos humanos fueron los caracoles.
¡°Durante meses me convert¨ª en un recolector de caracoles¡±, relata el doctor en historia. Entre las tumbas, dispuestas en tres niveles y con diferentes formatos de enterramiento, incluso urnas de ¨¦poca romana ¡°reocupadas¡±, se conservaban detenidas en el tiempo conchas de gaster¨®podos medievales en las que apareci¨® fijada, a trav¨¦s del estroncio, informaci¨®n cotejable con la del esmalte dental de los difuntos. ¡°El estroncio es un is¨®topo radiactivo que nos habla de las plantas y del agua del lugar donde se formaron los exoesqueletos y la dentina¡±, aclara el investigador. Y los vegetales consumidos por los seres vivos desvelan, al mismo tiempo, las caracter¨ªsticas del clima y la tierra en la que se cultivaron y crecieron. La visi¨®n de conjunto de una vida en cuanto a la dieta se obtiene analizando los is¨®topos estables de carbono, nitr¨®geno, ox¨ªgeno y estroncio que permanecen como una ¡°firma¡± en el col¨¢geno de huesos como las costillas y la dentina. En esta t¨¦cnica, cada vez m¨¢s empleada en los yacimientos arqueol¨®gicos, est¨¢ especializado el instituto Max Planck de Geoantropolog¨ªa.
Los dientes guardan informaci¨®n de la infancia; las costillas aportan circunstancias de la vida adulta, y hasta de la ¨²ltima d¨¦cada y el ¨²ltimo lustro de la existencia. As¨ª, en la investigaci¨®n de los huesos de la catedral se pudo comprobar, por su alimentaci¨®n, c¨®mo m¨¢s de la mitad de los hombres y mujeres que fueron enterrados en la necr¨®polis eran indudablemente forasteros, personas que poblaron el territorio sagrado tras el descubrimiento de los supuestos restos de Santiago el Mayor y sus disc¨ªpulos. Aquellos viajeros que ¡°hab¨ªan pasado hambre¡± de ni?os, recalca P¨¦rez Ramallo, al establecerse en este nuevo polo de peregrinaci¨®n que empezaba a competir ¡°con Jerusal¨¦n y Roma¡± mejoraron su nivel de vida. Se sabe porque empezaron a ¡°alimentarse con prote¨ªnas¡± (huevos, carne, pescado del mar, leche), manjares ¡°de ricos¡±, antes ¡°inaccesibles¡± para ellos.
Escapados del Califato
Los huesos de la necr¨®polis, descubiertos y estudiados a partir de 1946 por Manuel Chamoso Lamas (a ra¨ªz de unas obras de renovaci¨®n del pavimento de la bas¨ªlica), no se hab¨ªan vuelto a revisar desde entonces hasta que P¨¦rez Ramallo inici¨® la primera fase de su proyecto, ya con t¨¦cnicas biomoleculares. ¡°Los investigadores, sobre todo, buscaban aqu¨ª inmigrantes: peregrinos atra¨ªdos por las reliquias del ap¨®stol que decidieron asentarse para siempre en torno al lugar santo¡±, explica la Fundaci¨®n Catedral. Los resultados confirmaron las sospechas, y las superaron. Durante las primeras d¨¦cadas tras el descubrimiento de las supuestas reliquias jacobeas, los primeros pobladores proced¨ªan de zonas bajo el control del Califato, posiblemente de ciudades como M¨¦rida o Toledo. Buscaban refugio en el Reino de Asturias, y en concreto, en esa ciudad nueva que empezaba a desarrollarse en el Noroeste. A partir del siglo XI, a medida que el Camino cobr¨® fama, el origen de la poblaci¨®n est¨¢ en otros reinos peninsulares y en Europa. En Santiago, una ciudad que ¡°viv¨ªa de los servicios y de los peregrinos¡±, seg¨²n P¨¦rez-Ramallo, los inmigrantes ¡°vieron la oportunidad de promocionarse socialmente¡±. ¡°Se convert¨ªan de siervos a libres¡± con solo ¡°15 d¨ªas¡± de estancia, y de campesinos a burgueses. Ejerc¨ªan oficios (algunos esqueletos muestran desgastes propios de movimientos repetitivos en las extremidades) y mejoraban su nivel de vida.
Con las t¨¦cnicas de la antropolog¨ªa f¨ªsica y los an¨¢lisis de is¨®topos, carbono 14 y ADN, en los otros enterramientos dispersos a lo largo de las rutas jacobeas, P¨¦rez Ramallo y el equipo en el que se apoy¨® tambi¨¦n consiguieron esbozar el origen y el perfil (sexo, estatura, traumatismos y dolencias, clase social) de romeros fallecidos en el viaje de regreso. En parte, adem¨¢s, identificaron a los que supuestamente no llegaron a su meta en Santiago y no lograron su concha de vieira. Al tiempo que caminaban estos antepasados por las rutas europeas que llevaban a Compostela, se constru¨ªan las ciudades y los reinos medievales cristianos del norte peninsular, con artesanos y burgueses muchas veces con ra¨ªces en el sur de Francia y de Inglaterra, y tambi¨¦n en Italia.
En torno al siglo IV, comenzaron los peregrinajes a lugares asociados con Jes¨²s de Nazaret, como la Iglesia del Santo Sepulcro o el Monte de los Olivos, pero luego, hacia el primer milenio el fen¨®meno se multiplic¨® por enclaves de Occidente que consiguieron para s¨ª alguna supuesta reliquia. Aunque apenas ninguno de ellos logr¨® lo que el Camino de Santiago: vertebrar el continente y sobrevivir a los siglos. Su vigencia perdura desde la llegada de Teodomiro, considerado en la tradici¨®n como ¡°el primer peregrino¡±, hasta el aluvi¨®n de caminantes que ahora reservan litera con el m¨®vil y publican fotos de su andanza en Instagram. A falta de las estad¨ªsticas, a¨²n sin cerrar, de 2022 (segundo cap¨ªtulo de un A?o Santo que fue doble por decisi¨®n del Vaticano), seg¨²n las cuentas de la Oficina del Peregrino en 2021 obtuvieron el certificado (la Compostela) 178.912 romeros de 168 pa¨ªses. Un 93,75% a pie, un 6,03 en bici y el resto ¡°a caballo, en vela o en silla de ruedas¡±.
Los m¨¢s ricos, m¨¢s cerca del ap¨®stol
El cambio del pavimento de la catedral puso al descubierto, a mediados del siglo XX, restos de los primeros edificios y de la primera muralla de Santiago, adem¨¢s de vestigios de un asentamiento romano y la extensa necr¨®polis de entre los siglos IX y XII. Buscando la parte m¨¢s antigua, los arque¨®logos destruyeron ¡°tumbas centenarias e incluso milenarias¡±, dice la Fundaci¨®n Catedral. Pero ¡°dejaron un buen n¨²mero de sepulturas con sus individuos en posici¨®n primaria¡±, como fueron enterrados y hallados, ¡°entre restos de antiguas edificaciones¡± y posiblemente ¡°un albergue de peregrinos medievales¡±. Con la actual revisi¨®n arqueol¨®gica del lugar, un equipo que trabaja en Atapuerca se encarg¨® de digitalizar la necr¨®polis y levantar una planimetr¨ªa.
Entre los restos se conservaban los esqueletos de 33 individuos de los que 26 pudieron analizarse. Como m¨ªnimo, 14 de ellos eran inmigrantes y se pudo identificar el sexo de 17: ocho mujeres y nueve varones. Se distinguieron tres zonas de enterramiento distintas seg¨²n el estatus, pero no por raz¨®n de g¨¦nero. ¡°Artesanos, comerciantes y otras profesiones imitaban en sus gustos a la clase social privilegiada del momento¡±, explica en un comunicado la catedral de Santiago, no obstante ¡°pese a la mejora en la calidad de vida exist¨ªa una jerarqu¨ªa muy clara¡±. En las zonas m¨¢s pr¨®ximas a las entradas de la anterior bas¨ªlica ¡ªla que mand¨® levantar Alfonso III de Asturias, en pie hasta 1075 y de la que a¨²n se conservan cimientos¡ª eran enterrados los difuntos ¡°con privilegios econ¨®micos o religiosos como los obispos¡±. ¡°Cre¨ªan que cuanto m¨¢s cerca de las reliquias descansasen sus restos, m¨¢s probable era la intervenci¨®n del ap¨®stol para salvar su alma¡±, explica la nota.
Babelia
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