Bo?o Vre?o: el Antony & the Johnsons bosnio llega a los Goya
El m¨²sico, que ha impulsado las canciones tradicionales sevdah al siglo XXI superando los roles masculino/femenino, protagoniza el corto documental ¡®Maldita. A Love Song To Sarajevo¡¯
Bo?o Vre?o no ha tenido una vida f¨¢cil. ¡°Pero ahora s¨ª puedo decir que llevo una vida feliz¡±, apunta por tel¨¦fono desde un coche en mitad de la Am¨¦rica profunda: est¨¢ de gira por Estados Unidos. Ni su f¨ªsico, ni su voz, ni su arte encajan en los par¨¢metros estandarizados. Por eso sufri¨® bullying de peque?o en su localidad natal, Fo?a, en el sudeste de Bosnia. En casa, en cambio, recibi¨® todo el apoyo posible: al morir su padre cuando ¨¦l ten¨ªa cinco a?os, su madre se convirti¨® en su gran figura de referencia, y ella cantaba, ¡°cantaba a todas horas mientras pintaba¡±, composiciones sevdah, de la tradici¨®n folcl¨®rica bosnia sevdalinka. Fue ella quien le anim¨® a dedicarse a la m¨²sica, una pasi¨®n que le ha llevado a protagonizar el corto documental candidato al Goya Maldita. A Love Song To Sarajevo, de Ra¨²l de la Fuente y Amaia Rem¨ªrez, un puente entre Barcelona y Sarajevo, ciudades hermanadas por su condici¨®n de ol¨ªmpicas durante la guerra de los Balcanes, a trav¨¦s de la canci¨®n que componen Vre?o y la pianista Clara Peya.
¡°Sarajevo [donde vive] no es ni masculina ni femenina¡±, advierte Vre?o, de 39 a?os. ¡°Como yo¡±. Si hubiera que encajar en referentes al artista bosnio ser¨ªa como si Conchita Wurst poseyera la voz de Antony & the Johnsons. ¡°Antony ha sido estos a?os un ejemplo de autenticidad y honestidad¡±, responde el bosnio. ¡°Encara los sentimientos de manera similar a la m¨ªa, cierto. Y siempre ha sido un pionero en originalidad y en su manera de mostrarse en un escenario. Yo mezclo soul, jazz, m¨²sica experimental y tradici¨®n, como Antony ya hizo. Sospecho que ambos no creemos en los g¨¦neros musicales¡±.
El m¨²sico, sin embargo, nunca pens¨® de adolescente que acabar¨ªa cantando. ¡°Estudi¨¦ Arqueolog¨ªa en Belgrado, e incluso fui profesor de esta materia, pero...¡±. En esos puntos suspensivos se incluye que nunca dej¨® de apasionarle ¡°la polifon¨ªa de la m¨²sica balc¨¢nica¡±. Investig¨® sobre las influencias, creci¨® su amor por esa herencia, ¡°que incluye desde poemas ladinos, s¨ª, hay algo de origen espa?ol, a tonadas bizantinas y fuentes isl¨¢micas¡±, y empez¨® a cantar en caf¨¦s. Con 27 a?os, dio el salto a los escenarios. ¡°En las canciones sevdah hay pena, deseo, tristeza, amor no correspondido, cierto aroma a tragedia y a parejas que nunca entrecruzar¨¢n sus pasos... Eso me hechiz¨®, me obsesion¨®¡±, recuerda, ¡°y sent¨ª que encontraba mi misi¨®n en la vida¡±.
Para Vre?o en las tonadas sevdah no hay dos g¨¦neros, masculino y femenino. ¡°Si hay que hablar de dualidades [echa a re¨ªr], dir¨ªa que hay buenas canciones, las que nos emocionan, y malas canciones. El resto son chorradas. En mis temas he eliminado el g¨¦nero¡±, explica. Como en su vida, ha dejado que su m¨²sica se impregne de un esp¨ªritu de g¨¦nero fluido. ¡°Es que las buenas letras no soportan ataduras de g¨¦nero. En mis investigaciones descubr¨ª que en la ra¨ªz de las sevdah no hab¨ªa diferencias, que cualquiera pod¨ªa identificarse con los sentimientos descritos. Por desgracia, en los a?os cincuenta y sesenta aquello se perdi¨®, se delimit¨® el g¨¦nero e incluso se prohibi¨® que las cantaran m¨²sicos que no fueran musulmanes. ?Qu¨¦ error!¡±, asegura el bosnio, que por ello un d¨ªa en mitad de una actuaci¨®n se baj¨®, cambi¨® de ropa y decidi¨® volver a subir con un vestido largo ¡°de apariencia femenina¡±. ¡°Fui honesto conmigo mismo y con la m¨²sica. As¨ª soy yo, ni siquiera me definir¨ªa como gay, porque me siento tan masculino como femenino¡±, ahonda. En una entrevista el a?o pasado, el m¨²sico dec¨ªa: ¡°Vivir en libertad es realmente duro, pero no es tiempo para miedos¡±. ¡°Pues s¨ª¡±, responde, ¡°porque, ?qu¨¦ clase de seres humanos ser¨ªamos si no nos moviera la valent¨ªa? Necesitamos hacer avanzar el mundo, las leyes, la sociedad con todo el coraje que poseamos. Es tiempo de rebeld¨ªa¡±.
Ataduras. Vre?o no para de hablar de ellas, de romperlas y rehuirlas: ¡°Por eso me fascina la sevdah. Porque mezcla nacionalidades, g¨¦neros... Siento que ah¨ª puedo dar lo mejor de m¨ª. Cada tema bebe de influencias distintas. Las centradas en el amanecer o las canciones de boda se enraizan en la cultura sefard¨ª, as¨ª que puedes intuir elementos del flamenco y del fado en esos momentos. ?Ves? No puedes enjaular esta m¨²sica¡±. Un c¨®ctel en el que tambi¨¦n se mueve la ciudad en la que reside. ¡°Mi ventaja es que vivo en Sarajevo, una ciudad joven en su poblaci¨®n, porque vino mucha gente tras la guerra. Desde luego, hay un esp¨ªritu tradicional escondido en cara recodo del r¨ªo, en cada edificio... Lo respetamos, lo asumimos, y lo revertimos¡±.
Bajo la direcci¨®n de De la Fuente y Rem¨ªrez ¡ªcandidatos al Goya en esta categor¨ªa en ediciones precedentes con Virgen negra, Minerita (que lo obtuvo) y El infierno, y ganadores del Goya a mejor largo de animaci¨®n con Un d¨ªa m¨¢s con vida, sobre los tres meses que pas¨® el reportero polaco Ryszard Kapuscinski en la Angola devastada por la guerra¡ª el bosnio llega y act¨²a en Barcelona. ¡°Los adoro¡±, comenta Vre?o. ¡°Me lo he pasado en grande ahondando en la conexi¨®n entre Barcelona y Sarajevo, en las letras ladinas que nos unen. Y para desde ah¨ª, con Clara, componer el tema Maldita. Nos abraz¨® un esp¨ªritu colaborativo que sac¨® lo mejor de nosotros para plasmar emociones y sentimientos en la m¨²sica. Como te dije al principio, ahora disfruto de mi vida, y apuesto por devolver en la m¨²sica que interpreto ante el p¨²blico algo del arte ancestral que me inspira¡±.
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