Fino Oyonarte: ¡°Me preocupa la cultura del pelotazo por la que los grupos pasan directos de su habitaci¨®n a un festival¡±
El m¨²sico y productor, bajista de Los Enemigos y antiguo miembro de Glutamato Yeye, explica, entre otras muchas cosas, por qu¨¦ solo ahora se ha atrevido a hablar su historia en sus letras
Fino Oyonarte (Almer¨ªa, 58 a?os) llega a la cita en el Caf¨¦ de los Austrias de Madrid con un poemario de Raymond Carver en la mano que saca al final del encuentro para evocar a sus padres. Este hombre discreto pero hiperactivo es posiblemente la figura m¨¢s transversal de la industria musical espa?ola: form¨® parte de los legendarios Glutamato Ye-y¨¦, es miembro de Los Enemigos, de los que sigue siendo bajista, produjo algunos de los discos m¨¢s importantes del indie patrio (de Los Planetas a Lagartija Nick) y ¨¦l mismo ha formado parte de varios proyectos con sabor alternativo (Clovis, Los Eterno). Sin embargo, no se hab¨ªa atrevido a poner palabras a sus emociones hasta que en 2018 algo le hizo ver que, pese a lo que indicase su trayectoria, la vida es finita y que las letras pod¨ªan funcionar como terapia. Ahora acaba de lanzar Arrecife, un disco luminoso pero profundo en el que pierde totalmente el miedo a ense?ar sus verg¨¹enzas.
Pregunta. Cuando piensa en la cantidad de a?os que tard¨® en atreverse a expresarse as¨ª, ?no alucina?
Respuesta. S¨ª. Yo he sido una persona muy extrovertida con una vida interior muy intensa y me he expresado mucho tiempo de otras formas. No sab¨ªa que adem¨¢s pod¨ªa contar historias con mis letras y al hacerlo he llegado a conocerme un poco m¨¢s y aceptarme como soy.
P. ?C¨®mo se abri¨® esa puerta?
R. Pues tuve un incidente coronario y estuve durante unos meses en una especie de terapia que me ofrecieron en el hospital: te ense?aban relajaci¨®n y meditaciones para quitarle hierro a lo sucedido y te proporcionaban herramientas para llevar tu vida. Entonces me di cuenta de que hab¨ªa tenido mucha suerte y que me podr¨ªa haber ido al otro barrio, como le pasa a much¨ªsima gente en una situaci¨®n de este tipo. Me entraron much¨ªsimas ganas de vivir y lo primero que me propuse fue hacer un disco: algo propio y personal que me permitiera investigar ese deseo interior que llevaba aplazando mucho tiempo. Ahora que ya he perdido el miedo he seguido explorando esa v¨ªa.
P. El afecto por sus padres recientemente fallecidos es muy importante en este trabajo ?C¨®mo es que ellos nunca se opusieron a que fuese usted un roquero?
R. Mi madre pintaba, ten¨ªa una gran inquietud creativa, le encantaba hacer cosas art¨ªsticas. Cuando mis padres pudieron ahorrar un poquito compraron un piano para mis hermanas, que al final se dedicaron a la docencia en un conservatorio. La m¨²sica siempre estuvo muy presente en mi casa de Almer¨ªa. Yo quise estudiar solfeo, aunque como fui el golfo de la familia al final no lo hice. ?Pero empec¨¦ forestales! ?Hasta hice un herbolario recolectando flores en todos los jardines de Madrid! [risas]
P. ?Y qu¨¦ le empuj¨® a irse a Madrid?
R. Por una casualidad de la vida conoc¨ª a I?aki de Glutamato Ye-y¨¦, nos encontramos en un cortijo de hippies en San Jos¨¦ al que yo iba mucho. Fue una noche en la que hab¨ªa muy poca gente, como diez personas, entre las que estaba Joe Strummer, que estaba rodando Straight To Hell. Al amanecer I?aki me dijo: ¡°?Te quieres venir a Madrid?¡±. Ese d¨ªa me cambi¨® la vida.
P. ?Qu¨¦ pas¨® entonces?
R. Me instal¨¦ con otro amigo, Lalo Cort¨¦s, que acabar¨ªa siendo m¨¢nager de Los Enemigos, y fui al local de ensayo de Glutamato, donde me presentaron a Poch. Al cabo de unos meses me llamaron para tocar el bajo y me metieron directamente en aquellos conciertos m¨ªticos de San Isidro en el Paseo de Camoes en los que tambi¨¦n toc¨® Morrissey. Compaginaba el grupo y los estudios con poner copas en el King Creole, donde curraba con Rossy de Palma. De hecho, yo estaba por ah¨ª el d¨ªa que vino Almod¨®var a buscarla.
P. ?Sent¨ªa usted tambi¨¦n esa animadversi¨®n por La Movida que ten¨ªan los miembros de Glutamato?
R. A m¨ª me interesaba lo que hac¨ªan y esa est¨¦tica tan rara que ten¨ªan [I?aki Fern¨¢ndez se peinaba el pelo y el bigote imitando a Hitler] y que era pura rebeld¨ªa: no es que estuvieran a favor de las ideas de ultraderecha, sino todo lo contrario. Era absoluta iron¨ªa.
P. ?Y cree que hoy en d¨ªa habr¨ªa espacio para ese tipo de iron¨ªa?
R. Ahora mismo quiz¨¢ los grupos se impongan m¨¢s autocensura. Hay m¨¢s miedo a lo pol¨ªticamente incorrecto.
P. ?Usted ha sentido ese miedo?
R. Ha habido muchas etapas. Con Los Enemigos tocamos siempre temas sociales. Luego, las primeras canciones de mi trabajo en solitario surgieron a partir de un diario que inici¨¦ despu¨¦s de mi problema de salud y en el que empec¨¦ a escribir cosas m¨¢s personales. Ah¨ª me di cuenta de que hab¨ªa estado tapando algo que necesitaba contar.
P. Comparte con Josele Santiago ese peso de ser los dos miembros de Los Enemigos con m¨¢s carisma. ?La opini¨®n de ¨¦l sobre sus canciones le influye?
R. Es importante, pero no es una cuesti¨®n de competir ni nada de eso. Todo lo contrario. Yo quiz¨¢ haya empezado a escribir m¨¢s tarde, lo que no quiere decir que tenga menos valor. Y ¨¦l es uno de los grandes autores de canciones en espa?ol. Para m¨ª es un referente, como lo fue Berrio o como lo es Jorge Ilegales.
P. Lleg¨® con la Movida, vivi¨® el nacimiento del indie y con Los Enemigos ha hecho miles de horas en la carretera. ?C¨®mo ha cambiado la industria?
R. Ahora hay m¨¢s facilidades t¨¦cnicas, tanto en el estudio de grabaci¨®n como en los directos. Con las redes sociales todo es muy diferente: no tienes que pasar por ese proceso que pasamos nosotros en los 80 y los 90 que nos llevaba a recorrer Espa?a y a crear una escena. Pero creo que las dificultades de antes ten¨ªan su magia y llevaban pareja una forma de expresi¨®n muy concreta. Si ibas, por ejemplo, al Agapo y solo ten¨ªas cuatro altavoces sonabas mal, pero aquella energ¨ªa era acojonante. No quiero decir que fuera mejor, solo que en ese momento fue as¨ª. Ahora intento estar atento a lo nuevo, pero me cuesta mucho encontrar cosas que me emocionen y eso se nota en este disco donde hay ecos de Nick Drake, Beatles o John Cale.
P. Cuando ve a Rihanna en la Super Bowl, ?le parece m¨²sica?
R. Bueno, es una forma de espect¨¢culo y la gente lo demanda, pero para explicarte lo que para m¨ª es m¨²sica te dar¨¦ dos ejemplos. El primero: cuando muri¨® en el 2000 Elliot Smith, llor¨¦ como si fuera un familiar. Sent¨ª un aut¨¦ntico duelo porque ya no iba a poder escuchar m¨¢s canciones nuevas suyas. El otro: despu¨¦s de la pandemia, cuando vi a Jos¨¦ Gonz¨¢lez en el Bot¨¢nico, lo que sent¨ª me hizo darme cuenta del valor incalculable que tiene para m¨ª la m¨²sica.
P. ?Y hay alg¨²n g¨¦nero por el que simplemente no pase?
R. No he llegado a conectar nunca con el trap. Tampoco con el reguet¨®n. Pero qui¨¦n sabe. A lo mejor ma?ana hago un viaje de seis meses por Latinoam¨¦rica y vuelvo fascinado¡ Cuando viv¨ª en Nueva York con Cristina [Plaza] iba mucho al Smalls, donde recalaba toda la gente del jazz, aunque tambi¨¦n es cierto que yo hab¨ªa escuchado mucho jazz de ni?o.
P. Ha contado que cuando era peque?o su hermano escuchaba a Leonard Cohen mientras usted escuchaba a Le?o¡
R. S¨ª, y han tenido que pasar muchos a?os para que esas canciones que escuch¨¦ entonces se hayan materializado en otra canci¨®n de este disco, Entre t¨² y yo, una ficci¨®n sobre el desamor en la que canta mi pareja actual.
P. Juntos montaron Clovis. ?C¨®mo es su relaci¨®n ahora a la hora de componer?
R. Yo le consulto todas las letras y su opini¨®n es fundamental para m¨ª, pero Cristina [Plaza] ahora tiene su propio proyecto, Daga Voladora, que me parece excepcional. Lo que pasa es que lo hace por vocaci¨®n y hay ciertas servidumbres de esta industria que no le interesan nada.
P. ?Lo mismo que hay programas para ayudar a los deportistas a tener una vida despu¨¦s del deporte, deber¨ªa haberlos para que los m¨²sicos no vivan tanto en la noche?
R. La noche tiene asociada la farra, las drogas y todo eso, pero tiene una parte muy interesante. La mayor¨ªa de las buenas historias de grupos se han gestado ah¨ª. Yo conoc¨ª a Josele por la noche y conoc¨ª a I?aki por la noche. Desde que me vine aqu¨ª hasta casi los 40, la noche fue muy importante para crear un circuito de conciertos. Lo que s¨ª me preocupa es la cultura del pelotazo que se est¨¢ produciendo gracias a las tecnolog¨ªas y que permite que los grupos salten directamente de sus habitaciones a los festivales. Yo no estoy en contra de los festivales, pero creo que no favorecen la creaci¨®n de un circuito de salas de conciertos, de teatros, de todos esos sitios donde se hace una base y se genera la verdadera cultura.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s cosas les dan mucha rabia de la industria actual?
R. Pues, por ejemplo, que una televisi¨®n p¨²blica potencie una productora gracias a la que los artistas pasan de la nada a tener los cach¨¦s m¨¢s altos de este pa¨ªs porque han tenido una visibilidad que no nos dar¨¢n jam¨¢s a gente que llevamos 30 a?os en esto.
P. ?Y cu¨¢l dir¨ªa que es la mejor idea que ha tenido para reflotar la industria musical?
R. Una determinaci¨®n que para m¨ª ha significado libertad y rebeld¨ªa es autoeditarme. No quiero tener ning¨²n jefe.
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