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Emma Su¨¢rez: ¡°En los ochenta no fui salvaje, pero s¨ª asilvestrada¡±

La actriz estrena ¡®Alguien que cuide de m¨ª', en la que encarna a una int¨¦rprete de ¨¦xito en los ochenta y de paso reflexiona sobre su carrera y la Movida madrile?a

Emma Su¨¢rez, el pasado mi¨¦rcoles 19 de abril en un cine en Madrid.Foto: Inma Flores
Gregorio Belinch¨®n

A Emma Su¨¢rez (Madrid, 58 a?os) de peque?a sus padres le apoyaron en sus ganas de ser actriz. ¡°Siempre incentivaron la pasi¨®n por jugar¡±, recuerda. Poco que ver con Cecilia, su papel en Alguien que cuide de m¨ª, una actriz aplastada por el ¨¦xito de su madre, una gran dama del teatro (a la que encarna Mag¨¹i Mira) y dolida por el ¨¦xito de su hija (Aura Garrido), que acaba de ganar el Goya. El drama, codirigido por Elvira Lindo y Daniela Fejerman, y que se estrena este viernes en Espa?a en salas comerciales, permite a Su¨¢rez componer una mujer con un pasado en la Movida madrile?a (como ella), y que ha navegado por los altibajos de la profesi¨®n.

Pregunta. Al encarnar una actriz, ?ha reflexionado sobre su profesi¨®n y su carrera?

Respuesta. Pues pens¨¦ en esas actrices que he conocido, que tuvieron un momento de gloria y que el paso del tiempo les ha hecho pasar de moda. De alguna manera, he querido rendirles homenaje. Y es cierto que en esta profesi¨®n un d¨ªa te llaman, otro no cuentan contigo... Este oficio es una monta?a rusa, no una l¨ªnea recta o ascendente. Para m¨ª es un personaje goloso, porque adem¨¢s brega contra el estigma del VIH, y me gustaba esa trama en un personaje femenino. Porque hubo muchas mujeres contagiadas, y el cine no las ha mostrado.

P. ?Qu¨¦ recuerda de aquellos a?os ochenta en Madrid? Es un territorio que comparte con Cecilia, su papel.

R. Es que el personaje y yo somos de la misma edad [risas]. La noche, las discotecas, los encuentros, los actores, las experiencias y la curiosidad... Cecilia es salvaje, disfrut¨® de la provocaci¨®n de esos tiempos, y por ello pag¨® una factura. Yo recuerdo la ebullici¨®n art¨ªstica en todos los ¨¢mbitos, y que muchos artistas se quedaron en el camino. Otros se reconvirtieron, supieron mantenerse.

La actriz Emma Suarez, antes de la entrevista.
La actriz Emma Suarez, antes de la entrevista.INMA FLORES

P. Pero insisto, ?c¨®mo era usted?

R. Me sent¨ªa un poco intrusa [Su¨¢rez empez¨® su carrera con 15 a?os con Memorias de Leticia Valle en 1979] porque no pertenezco a ninguna saga de la profesi¨®n. Me mov¨ªa la curiosidad por aprender, por adquirir las herramientas. Recuerdo las ganas insaciables de aprender, de leer, de ir al cine a la sala Alphaville [en Madrid], de acercarme a la discoteca El Sol, los encuentros con directores y actores que luego han tenido una gran carrera. Y se han convertido en amigos m¨ªos. Afortunadamente, no fui tan salvaje como Cecilia, pero s¨ª asilvestrada.

P. ?Por qu¨¦ no se ha vuelto a producir un bullir art¨ªstico similar?

R. Porque los tiempos han cambiado, las generaciones son distintas. Aquello fue una respuesta a la dictadura, un producto de la Transici¨®n. Lleg¨® una generaci¨®n de j¨®venes que nacen con el deseo de vivir, y que ya no est¨¢n bajo la opresi¨®n. Se abren puertas y ventanas. La necesidad de expresarse dentro del arte triunfa.

P. ?Sus hijos tienen inquietudes art¨ªsticas?

R. M¨¢s mi hija que mi hijo.

P. ?Y no les intenta disuadir para no acabar como la familia de la pel¨ªcula?

R. Ni mucho menos. En mi caso, mis padres me alentaron y me llevaron a los primeros trabajos. Nunca me hab¨ªa planteado actuar, a m¨ª me daba pudor, no estaba en mis planes de adolescencia, que iban m¨¢s encaminados a estudiar Periodismo o Filosof¨ªa. Por eso, en esos tiempos me sent¨ªa una extra?a, y de ah¨ª probablemente mi obsesi¨®n en la formaci¨®n, en clases de dicci¨®n, interpretaci¨®n y baile. La vocaci¨®n surgi¨® seg¨²n fui trabajando. Como en este oficio nunca te sacas el carnet de actor, esto no se acaba jam¨¢s. A m¨ª el s¨ªndrome del impostor nunca me ha abandonado, y de vez en cuando retorna como un fantasma.

El s¨ªndrome del impostor nunca me ha abandonado, y de vez en cuando retorna como un fantasma¡±

P. Hablando de temporadas, usted se dedic¨® unos a?os al teatro y por eso dej¨® cine y televisi¨®n. Y en entrevistas previas se quejaba de cierto olvido.

R. Es injusto porque, obviamente, el teatro tambi¨¦n es interpretaci¨®n. Cuando yo debut¨¦ con 18 a?os en un escenario a¨²n se palpaba una diferencia radical entre actores de cine y actores de teatro. Hab¨ªa una confrontaci¨®n extra?a. Ansiaba hacer teatro, y all¨ª me enfrent¨¦ a m¨ª misma: no sab¨ªa qu¨¦ hacer con los brazos, no sab¨ªa qu¨¦ hacer con las piernas o c¨®mo lograr que mi voz llegara al espectador. Recuerdo el consejo de Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes: ¡°Piensa que tu voz es una piedra y la lanzas donde t¨² quieras¡±. Lo bueno de haber empezado en los ochenta es que coincid¨ª con una generaci¨®n de veteranos que han sido mis maestros. Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, Paco Rabal, Irene Guti¨¦rrez Caba, Queta Claver, Pepe Sacrist¨¢n...

P. ?Lleva bien ser ahora el referente?

R. Bueno, en fin... Encima ahora que hasta hago de madre [risas]. S¨ª, se me acercan actrices j¨®venes y es muy bonito, porque casi siempre hablan desde la timidez y el pudor. Me han llegado a decir: ¡°Vi La ardilla roja, y entonces quise ser actriz¡±. Oye, y son mujeres a las que yo admiro. Me conmueve, aunque, por otro lado, es una sensaci¨®n extra?a, porque yo he estado ah¨ª. S¨¦ lo que significa, s¨¦ lo que quieren decir. A m¨ª me pas¨® con Carmen Maura cuando trabajamos en Tata m¨ªa. Me sentaba a su lado en maquillaje y no paraba de observarla. Es muy curioso el paso del tiempo. Como la vida la ves desde tu interior, hasta que no te cruzas con un espejo no observas ese transcurrir. La edad es un concepto abstracto, me dijo Bob Wilson una vez.

Aura Garrido y Emma Su¨¢rez en una imagen de 'Alguien que cuide de m¨ª'.
Aura Garrido y Emma Su¨¢rez en una imagen de 'Alguien que cuide de m¨ª'.

P. ?Y c¨®mo lleva ese concepto?

R. Pues muy bien, no me puedo quejar. Tengo el privilegio de seguir trabajando, y como mujer he vivido amores, desamores, pel¨ªculas... Estoy muy agradecida. Y a veces reflexiono sobre si soy la persona que hace d¨¦cadas se plante¨® podr¨ªa ser.

P. ?Y?

R. Pues en algunas cosas, s¨ª. Gana la fortuna, me despierto cada d¨ªa dando las gracias. Tengo unos hijos maravillosos, me gusta estar sola, convivo bien conmigo misma... Disfruto del silencio, de escuchar la m¨²sica que me apetece... Puede que venga de que como actriz est¨¢s todo el rato dando, entreg¨¢ndote, investigando emociones para construir personajes. Tras tanta exposici¨®n, me gusta esa soledad.

Pertenezco a una generaci¨®n a¨²n educada en cierto machismo, y ante comportamientos machistas me bloqueo¡±

P. Lleva casi dos d¨¦cadas combinando pel¨ªculas m¨¢s populares con proyectos muy arriesgados. ?De manera consciente?

R. Y ha ido saliendo bien. Este es un oficio de equilibrista, aunque no hay tanto plan preconcebido, porque si te fijas no hay muchas de las populares. No depende de m¨ª. Elijo en la medida de lo que me ofrecen. Me llaman para muchas ¨®peras primas. Y reconozco que me gustan. No rechazo muchos trabajos, pero cuando digo que no es que lo tengo claro. Mi car¨¢cter define los proyectos que acepto. A veces dudo: me ocurri¨® con 70 binladens. Hasta que me sent¨¦ con Koldo Serra y me convenci¨®. Y hasta hoy: acabo de trabajar con ¨¦l en la serie Reina roja.

P. ?C¨®mo han cambiado los rodajes de inicios de los ochenta a 2023?

R. Uf, el digital ha transformado todo. El ritual del celuloide, ese cambio de rollo y la necesidad imperiosa de que las tomas valieran, ha desaparecido. Se hac¨ªan menos pel¨ªculas, por lo que actuar en una era muy importante. Los equipos eran m¨¢s peque?os y hab¨ªa menos. Coincid¨ªas menos. Ahora, muchas veces llego al primer d¨ªa de filmaci¨®n y no conozco a nadie del equipo t¨¦cnico. Y si lo conozco es que es de mi quinta. Hay m¨¢s mujeres y en m¨¢s puestos t¨¦cnicos... ?Acoso sexual? Pues s¨ª, los he sufrido, pero no en mi profesi¨®n. Porque el acoso est¨¢ en todas partes. Recuerdo hasta de peque?a en el parque... En fin, el acoso est¨¢ impregnado en toda nuestra sociedad. Pertenezco a una generaci¨®n a¨²n educada en cierto machismo, y ante comportamientos machistas me bloqueo. Siento cierta confusi¨®n cuando lo sufro. Por suerte, las nuevas generaciones ya no los admiten.

P. Las personas que la conocen bien, ?la pillan cuando act¨²a en su vida diaria?

R. S¨ª, y se r¨ªen de m¨ª. En cualquier caso, mi madre, aunque no se dedique a esto, es muy buena actriz [risas].

P. Y en este rato, ?cu¨¢nto ha actuado?

R. Algo, y todos lo hacemos en nuestra vida social. Si no, ?c¨®mo sales a la calle?

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Sobre la firma

Gregorio Belinch¨®n
Es redactor de la secci¨®n de Cultura, especializado en cine. En el diario trabaj¨® antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empez¨® en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematogr¨¢ficas como Cineman¨ªa o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y M¨¢ster en Relaciones Internacionales.

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