¡®Marlowe¡¯: ni Marlowe, ni Neil Jordan, ni nada

Ten¨ªa comprensible ilusi¨®n, esa cosita que alguna vez existi¨® en el pasado, pero aletargada o imposible en el presente, ante la ¨²ltima resurrecci¨®n de un personaje literario y cinematogr¨¢fico llamado Philip Marlowe. Lo interpreta Liam Neeson, actor con buena pinta y muy estimable a veces (La lista de Schindler, Michael Collins, Maridos y mujeres), pero empe?ado exclusivamente desde hace demasiado tiempo en repartir y recibir hostias en cine de prescindible y abusiva acci¨®n con el pretexto de un secuestro tras otro.

Neeson se suma aqu¨ª a ese personaje que bordaron sin tener que hacer esfuerzos actores legendarios como Humphrey Bogart y Robert Mitchum. Y ya s¨¦ que Elliott Gould goz¨® de prestigio en la esperp¨¦ntica reconstrucci¨®n que hizo Robert Altman del universo de Chandler, pero ese no es mi rollo est¨¦tico ni mental al imaginarme al Marlowe que admiro y amo. Mi esperanza tambi¨¦n est¨¢ justificada al constatar el nombre del director de esta pel¨ªcula. Es Neil Jordan, ese irland¨¦s bronco y tierno, transmisor de sentimiento y complejidad, autor, entre otras, de las emotivas, desasosegantes y magn¨ªficas En compa?¨ªa de lobos, Mona Lisa, Juego de l¨¢grimas y Michael Collins. Y me repito que la desoladora sequ¨ªa que padece el cine actual se va a esfumar con lo ¨²ltimo que ha realizado uno de los grandes, que me voy a entretener y emocionar, que por fin voy a poder recomendarle una pel¨ªcula a mis amigos cin¨¦filos.

Chandler frecuentemente se hac¨ªa un l¨ªo con sus argumentos. Pero sus personajes, sus di¨¢logos, esa prosa tan sarc¨¢stica como l¨ªrica, la atmosfera que creaba, revelan a un escritor impagable. Tambi¨¦n hay momentos en los que falla la l¨®gica en el guion de El sue?o eterno, pero da igual. Es una obra maestra, la mejor pel¨ªcula que se ha realizado sobre Philip Marlowe, aquel machacado, honesto y mordaz detective que desconfiaba permanentemente del poder, que al final de El largo adi¨®s, certificaba que en una ¨¦poca todo fue triste, solitario y final. Ahora, Marlowe es un se?or de setenta a?os (nunca imagin¨¦ que llegara a viejo), al que una sofisticada dama, le encarga que busque a su desaparecido amante. Se supone que estamos en 1939 y en Los ?ngeles, pero pronto tienes la sensaci¨®n de que el escenario puede haber sido creado en cualquier lugar. Me informan de que se trata de Barcelona. Esa sensaci¨®n de falsedad, de cutrer¨ªo visual y narrativo, de un guion convencional que no tiene nada apasionante que contar, inunda casi todo el metraje. Lo consumes sin que te ocurra nada malo, previendo cada desganada situaci¨®n, con una trama que te suena a reiterado plagio, tediosa en su seguimiento, con la sensaci¨®n de que ha sido un encargo resuelto con apat¨ªa, sin la menor chispa ni clima, con peleas filmadas con estilo de serie Z. No deb¨ªa de sobrar la pasta, aunque tampoco sustituyeron las carencias utilizando la imaginaci¨®n, aportando un poco de alma y de fascinaci¨®n a la historia.

Liam Neeson anda por ah¨ª, cumpliendo a secas, sin tener que hacer ni que decir algo que apasione a espectadores un poco exigentes. Diane Kruger y Jessica Lange, actrices que han sido mod¨¦licas en tantas ocasiones, se limitan a repetir estereotipos de millonarias intrigantes y hastiadas. La gran decepci¨®n es que la firma Neil Jordan, alguien que sab¨ªa narrar historias y transmitir sentimientos. Si los mejores fracasan, qu¨¦ se puede esperar de los que repiten f¨®rmulas hasta la n¨¢usea, de la mediocridad pretenciosa. La traves¨ªa del desierto nunca fue tan larga y extenuante. Bueno, a¨²n nos queda lo ¨²ltimo de Scorsese. Pero vete a saber si ¨¦l tambi¨¦n ha sido contagiado por la nada.