V¨ªtores, silbidos y m¨®viles en alto: la tragedia de Medea se vive en Siracusa como un concierto de Rosal¨ªa
Miles de espectadores peregrinan cada a?o a la ciudad siciliana para disfrutar de los cl¨¢sicos grecolatinos en su milenario teatro griego
Cerca de cinco mil personas ovacionaban la noche del viernes pasado a los artistas que saludaban sobre el escenario edificado por los antiguos griegos en la ciudad siciliana de Siracusa. V¨ªtores, bravos, silbidos y m¨®viles en alto como si fuera un concierto de Rosal¨ªa. Pero no era la cantante espa?ola quien recib¨ªa los aplausos, sino la Medea que imagin¨® el dramaturgo Eur¨ªpides en el siglo V a. C., reencarnada en la actriz italiana Laura Marinoni. Acababa de terminar la representaci¨®n de la tragedia y durante la funci¨®n los espectadores hab¨ªan dado ya varias muestras de entusiasmo. Por ejemplo, despu¨¦s de que Jas¨®n le explicara a Medea ¡ªcon el tono despreocupado de quien anuncia que va a bajar la basura¡ª que la abandonaba para casarse con la hija del rey Creonte, el p¨²blico aplaudi¨® con fuerza al escuchar la reacci¨®n de Medea: ¡°?Bastardo!¡±. Y cuando al final de esa misma escena, pese a todo, ambos se fundieron en un largo beso¡ murmullos de excitaci¨®n recorrieron las gradas. El director del espect¨¢culo, Federico Tiezzi, hab¨ªa planeado un beso m¨¢s corto, pero decidi¨® alargarlo tras el ¨²ltimo ensayo general al ver c¨®mo sub¨ªa la temperatura del espect¨¢culo en ese momento. Quiz¨¢ el teatro era siempre as¨ª cuando naci¨® en tiempos de Esquilo, S¨®focles o Eur¨ªpides: ellos eran las estrellas del rock.
En pocos lugares como el milenario teatro de Siracusa los cl¨¢sicos grecolatinos se viven con tanta intensidad. No solo porque es uno de los escasos coliseos aut¨¦nticamente griegos donde se siguen celebrando representaciones de las obras para las que fueron erigidos ¡ªel mism¨ªsimo Esquilo estren¨® ah¨ª algunos de sus textos¡ª. Tampoco porque sus monumentales hechuras ¡ªfue construido originalmente para 15.000 espectadores y es uno de los m¨¢s grandes que se conservan¡ª sit¨²en al p¨²blico de manera autom¨¢tica en la grandiosa dimensi¨®n ¨¦pica en la que transcurren las tragedias. Todo eso ayuda, pero el arte teatral es lo contrario de la arqueolog¨ªa: sucede en presente, por lo que hace falta mucha sabidur¨ªa esc¨¦nica para hacer vibrar al p¨²blico actual con textos escritos tanto tiempo atr¨¢s.
Se trata de reinterpretarlos con sensibilidad contempor¨¢nea, no de intentar reproducir de manera arqueol¨®gica lo que quiera que ocurriera hace m¨¢s de dos mil a?os. En Siracusa lo llevan haciendo desde que en 1914 se retomaron las funciones en el escenario griego despu¨¦s de siglos de abandono tras la ca¨ªda del Imperio Romano. Desde entonces han pasado por ah¨ª figuras como Vittorio Gassman, Irene Papas, Luca Ronconi, Peter Stein o Pier Paolo Pasolini. La suma de todo da como resultado una experiencia cultural, est¨¦tica y sensorial dif¨ªcil de replicar en otro lugar.
La semana pasada se inaugur¨® la 58? temporada de esta segunda vida del teatro griego de Siracusa. Empez¨® el jueves 11 de mayo con el Prometeo encadenado de Esquilo y continu¨® al d¨ªa siguiente con la Medea de Eur¨ªpides, dos estrenos a los que asisti¨® EL PA?S por invitaci¨®n del Instituto Nacional del Drama Antiguo de Italia (INDA), la instituci¨®n que pone en pie los espect¨¢culos cada a?o. Ambos t¨ªtulos se alternar¨¢n hasta que a mediados de junio se estrenen La paz de Arist¨®fanes y una revisi¨®n oper¨ªstica del mito de Ulises. INDA no solo produce los montajes, sino que tambi¨¦n impulsa investigaciones y gestiona en Siracusa una escuela de actores que recitan a S¨®focles como los ingleses a Shakespeare, de modo que la ciudad se ha convertido en una especie de meca del teatro grecolatino.
La experiencia teatral en Siracusa no empieza cuando arranca la representaci¨®n, sino mucho antes. Para llegar a sus asientos los espectadores deben atravesar unos jardines en los que se vislumbra de fondo el muro de piedra sobre el que est¨¢ excavado el grader¨ªo. El paseo con ese paisaje de fondo abre los sentidos. De pronto, tras bordear lo que parece simplemente una gran roca, se abre la majestuosa c¨¢vea con su inmenso escenario circular en el centro, que parece concebido para acoger a dioses y humanos. Ah¨ª est¨¢ instalada la imponente escenograf¨ªa de Prometeo encadenado: un ¨¢rea industrial oxidada (estilo Mad Max) con una gran chimenea, grandes conductos de hierro y una v¨ªa muerta. Como tel¨®n de fondo, un bosque con vistas a la bah¨ªa.
En ese entorno sit¨²a la tragedia de Esquilo el director Leo Muscato, muy reconocido en Italia por sus trabajos oper¨ªsticos, haciendo hincapi¨¦ en los peligros de la tecnolog¨ªa cuando se agota. El tit¨¢n Prometeo ser¨¢ encadenado en lo alto de esa chimenea enmohecida por orden de Zeus en castigo por haberle robado y entregado a los hombres el fuego: la tecnolog¨ªa primigenia. Y cada d¨ªa un ¨¢guila le devorar¨¢ el h¨ªgado, que se regenerar¨¢ cada noche para volver a servir de alimento al ave al d¨ªa siguiente. Durante la funci¨®n de estreno ocurri¨® algo que ilustra c¨®mo el entorno de Siracusa potencia la magia de la representaci¨®n teatral: en la escena en la que Prometeo intuye por primera vez la presencia del ¨¢guila, un gran p¨¢jaro cruz¨® sobrevolando el escenario, casi rozando la cabeza de Alessandro Albertin, el actor que interpreta al h¨¦roe. Un escalofr¨ªo sacudi¨® la c¨¢vea.
Tambi¨¦n sinti¨® un escalofr¨ªo Leo Muscato el primer d¨ªa que pis¨® el escenario para empezar a montar el espect¨¢culo. Pese a su larga trayectoria como director en los principales coliseos italianos, Prometeo encadenado supon¨ªa su debut en Siracusa y no pudo evitar cierta ansiedad. ¡°Me qued¨¦ paralizado un buen rato. ?C¨®mo llenar ese espacio tan enorme a cielo abierto?¡±, confesaba tras el estreno. Muscato resolvi¨® el reto con una puesta en escena de aire oper¨ªstico: escenograf¨ªa fastuosa, coro en constante movimiento y espectaculares juegos de luces, sonidos y otros recursos esc¨¦nicos.
?Y c¨®mo se vive una representaci¨®n de tal calibre sobre el escenario? Responde Mar¨ªa Pilar P¨¦rez Aspa, actriz zaragozana afincada en Mil¨¢n desde hace tres d¨¦cadas y miembro del reparto de Prometeo encadenado: ¡°Ver esa pared de espectadores expectantes impone, pocas veces se act¨²a en un teatro ante 5.000 personas. Pero a la vez te sientes reforzada por su energ¨ªa, es como si el p¨²blico te abrazara¡±, explica la int¨¦rprete, poco conocida en Espa?a porque ha desarrollado toda su carrera en Italia, con grandes directores como Luca Ronconi o Peter Greenaway.
Prometeo encadenado fue ovacionado en su estreno, pero no tanto como Medea al d¨ªa siguiente. Del primer espect¨¢culo fascin¨® su ambientaci¨®n, la escenograf¨ªa y los movimientos corales ideados por Muscato para contrarrestar la escasa acci¨®n que contiene la obra de Esquilo, cargado de largos parlamentos filos¨®ficos.
Medea, en cambio, logr¨® conectar emocionalmente con el p¨²blico. Por muchas razones. Porque el argumento es incendiario ¡ªMedea mata a sus propios hijos para castigar a Jas¨®n¡ª y por la estupenda adaptaci¨®n del texto realizada por Massimo Fusillo. Por la estilizada puesta en escena dirigida por Federico Tiezzi. Por la vibrante interpretaci¨®n de Laura Marinoni en el papel de Medea y Alessandro Averon en el de Jas¨®n. Por las m¨¢scaras ¡ªun ave de gran pico para Medea, un cocodrilo para Creonte, conejitos para los ni?os¡ª, los cantos del coro, la atm¨®sfera funesta. Y la po¨¦tica escena final: cuando ya se ha consumado la tragedia, el suelo se eleva y se inclina hacia los espectadores mientras un grupo de mujeres del coro limpia los restos de sangre del suelo.
Pilar P¨¦rez Aspa, la actriz aragonesa que triunfa en Italia
María Pilar Pérez Aspa nació, se crio y estudió arte dramático en Zaragoza, pero viéndola actuar sobre el escenario del teatro griego de Siracusa parece una actriz tan italiana como Sofía Loren. Lleva 30 años viviendo en Milán y ha desarrollado toda su carrera en Italia. Se trasladó a esa ciudad para estudiar un año en la escuela de Paolo Grassi y le fue tan bien que al final se quedó. Su rostro es bien conocido en el Piccolo Teatro, donde ha participado en numerosos montajes bajo las órdenes de Luca Ronconi, uno de los popes del teatro europeo, fallecido en 2015, con quien también tuvo la suerte de compartir escenario. “Era muy exigente, no era fácil trabajar con él, pero a la vez era un disfrute por cómo abordaba los trabajos, su análisis de los textos”, recordaba la intérprete el viernes pasado en una cafetería de Siracusa, todavía con la excitación de haber debutado un día antes en el teatro griego de Siracusa como miembro del coro de oceánides de Prometeo encadenado. Ella es una primera actriz, pero aceptó ese papel de reparto por el deseo de subirse a ese mítico escenario y también porque se lo pidió el director Leo Muscato, con quien ha trabajado en anteriores ocasiones.
Pese a su fama en Italia, donde ha sido galardonada con distinciones tan importantes como el Premio Nacional de la Crítica, Pérez Aspa apenas ha actuado en España. Solo dos veces en Zaragoza: en 2017 en el Teatro del Mercado con un monólogo sobre Lorca y en 2019 en el Principal como parte del reparto de Europa Cabaret, una coproducción de la compañía aragonesa Teatro del Temple y el Teatro Stabile di Bolzano. “Tengo muy asimilado el italiano, pero no es lo mismo que actuar en tu lengua materna”, explica, confesando que le encantaría participar en una gran producción española.
Babelia
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