Roberto Pelta Fern¨¢ndez, alerg¨®logo: ¡°Resulta muy dif¨ªcil que un envenenamiento quede impune¡±
El m¨¦dico ha escrito un libro en el que repasa la historia de los t¨®xicos m¨¢s utilizados en la historia
Los venenos siempre han atra¨ªdo a conspiradores, escritores y asesinos, en muy distintas escalas. Roberto Pelta Fern¨¢ndez (Madrid, 64 a?os) se interes¨® por ellos desde hace a?os, lo que le ha convertido en uno de los mayores conocedores de estas sustancias que durante siglos y siglos se utilizaron incluso como medicamentos. M¨¦dico formado en la Universidad Complutense, se especializ¨® en alergolog¨ªa y trabaja desde hace 39 a?os en el hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. ¡°Toda una vida, vamos¡±, resume con una sonrisa en la boca. Acaba de publicar Puro veneno. T¨®xicos, ponzo?as y otras maneras de matar (La Esfera de los Libros), en el que a trav¨¦s de 383 p¨¢ginas recorre la historia y los usos de las sustancias m¨¢s utilizadas.
Pregunta. ?C¨®mo se mete un alerg¨®logo a estudiar los venenos?
Respuesta. Soy un hombre curioso. Mi tesis doctoral es de historia de la medicina. Soy el ¨²nico en Espa?a que ha hecho una tesis de historia de la alergia. Eso me vincul¨® con el mundo de las humanidades y me pareci¨® muy curioso, cuando fui leyendo historias de los venenos, c¨®mo han tenido un protagonismo tremendo en ciertas ¨¦pocas de la historia. Empec¨¦ a reunir cosas y en 1987 publiqu¨¦ El veneno en la historia. Pens¨¦ que hab¨ªan pasado muchos a?os y que hab¨ªa que actualizar esto.
P. ?Hay mucha vinculaci¨®n entre el veneno y la medicina?
R. Van muy ligados, porque de hecho el t¨¦rmino veneno, que viene del lat¨ªn, tiene una doble acepci¨®n. O algo beneficioso o algo que puede ser perjudicial. Tambi¨¦n los griegos lo entend¨ªan as¨ª con el t¨¦rmino f¨¢rmaco. El punto m¨¢s claro de este tema lo puso Paracelso, el famoso m¨¦dico del Renacimiento, cuando dice que todo es cuesti¨®n de dosis. Todo es veneno, nada es veneno, todo depende de la dosis.
P. Muchos de esos venenos se han utilizado como medicamentos.
R. Efectivamente. Son los casos del mismo ars¨¦nico, el antimonio y una serie de plantas potencialmente peligrosas como la del origen de la estricnina. Tuvieron pasar siglos para que los m¨¦dicos se dieran cuenta de que hab¨ªa venenos potencialmente t¨®xicos. Uno de ellos es el mercurio, que se utilizaba para curar la s¨ªfilis. Muchos mor¨ªan por esta sustancia. Hasta que se han visto sus consecuencias se ha tardado mucho tiempo.
P. ?Cu¨¢l es el principal motivo para el uso de los venenos?
R. Nos referimos entonces al uso criminal del veneno. A lo largo de la historia ha habido grandes envenenadoras que los han utilizado con fines de homicidas. Tambi¨¦n se ha utilizado con fines regicidas o por motivos pol¨ªticos, como ocurr¨ªa con los Borgia, que ten¨ªan sus propios venenos y que no se sab¨ªa c¨®mo estaban compuestos. O por ejemplo, tambi¨¦n ha sido muy utilizado por las empleadas de hogar. Una de ellas fue la famosa envenenadora de Valencia, que fue la ¨²ltima mujer ajusticiada en Espa?a con garrote vil. Tambi¨¦n se ha utilizado para fines suicidas, como algunos escritores conocidos.
P. ?Y por qu¨¦ los venenos son los m¨¢s utilizados por las mujeres?
R. Muchos de ellos estaban en el ambiente dom¨¦stico, como los raticidas que ten¨ªan ars¨¦nico. Era un arma que no dejaba huella pero que era muy f¨¢cil de conseguir. Incluso en las droguer¨ªas y en las farmacias se pod¨ªa comprar. Todo cambia en el siglo XIX, cuando los toxic¨®logos entran en acci¨®n y son capaces de detectar los venenos por m¨¦todos qu¨ªmicos.
P. ?Puede quedar entonces un envenenamiento impune?
R. Con estos m¨¦todos resulta muy dif¨ªcil.
P. ?Cu¨¢l es el veneno m¨¢s utilizado?
R. Cada ¨¦poca ha tenido su veneno. El ars¨¦nico y muchas plantas han dado paso a la qu¨ªmica, de la toxicolog¨ªa, lo que ha marcado un punto y aparte. Se pueden crear venenos de laboratorio, como los agentes nerviosos. Estos se han utilizado con esp¨ªas disidentes como el sar¨ªn. Aparentemente no dejan rastro y a veces basta con espolvorear el picaporte de una puerta y la v¨ªctima se intoxica solo con tocarlo. Esa es otra de las caracter¨ªsticas de los venenos. No es necesario inhalarlos, solo por contacto cut¨¢neo esos venenos pueden causar intoxicaci¨®n.
P. ?Actualmente son accesibles los venenos?
R. No, hay una regulaci¨®n. Aquellos tiempos en los que ibas a una droguer¨ªa o una farmacia han pasado. Ahora si vas a comprar un agente t¨®xico, tiene que quedar registrado. Eso s¨ª, si hablamos de medicamentos, obtenemos una receta y damos una sobredosis del medicamento, s¨ª que es accesible. Pero recordemos que en Espa?a no se pueden adquirir los medicamentos sin receta. Son muy pocos.
P. Cosa distinta es en la naturaleza, ?no?
R. Ah¨ª est¨¢n al alcance de cualquiera. Pensemos en las setas, que pueden ser muy venenosas. En el libro se cuenta el caso de Claudio con Amanita Phalloides. Y todos los a?os o¨ªmos historias de gente que ha salido al campo y ha cogido una planta y se ha intoxicado. El problema que tenemos es que se pueden confundir con otras sustancias comestibles, como ocurre con el aconitun, que se puede confundir con el nabo. O el perejil con la cicuta. O las adelfas que tenemos en los jardines.
P. ?Existen ant¨ªdotos para todos?
R. Muy buena pregunta. Efectivamente, no hay ant¨ªdotos para todos los venenos. Lo primero que debemos hacer con una persona que ha sufrido una intoxicaci¨®n es eliminar el t¨®xico. Lo m¨¢s elemental es con el v¨®mito, pero no siempre inducirlo es bueno. Si es un c¨¢ustico, podemos quemar el es¨®fago. Luego existen ant¨ªdotos que act¨²an por mecanismos muy diversos, pero muchas veces son dif¨ªciles de conseguir, como los de las serpientes.
P. ?A qui¨¦n administrar¨ªa ars¨¦nico por compasi¨®n?
R. (R¨ªe). Es que yo no soy envenenador, soy m¨¦dico, y precisamente lo que dec¨ªa Hip¨®crates es que no se administrar¨ªa nunca veneno a nadie. La funci¨®n de los m¨¦dicos es el beneficio del paciente. Eso s¨ª, a lo largo de la historia se han empleado algunos venenos como remedios de eutanasia. Por ejemplo, la cicuta se utilizaba en Grecia cuando hab¨ªa personas a las que hab¨ªa que evitarles el sufrimiento.
P. ?Quedan venenos por descubrir?
R. S¨ª, porque el mundo de la qu¨ªmica no tiene l¨ªmites. En la naturaleza, las plantas y los animales est¨¢n muy bien catalogados, pero siempre podemos sorprendernos. Por ejemplo, la toxina botul¨ªnica es un ejemplo de una buena aplicaci¨®n de un veneno. Resuelve los espasmos o en est¨¦tica. O los procedentes de venenos de serpientes que se utilizan para la hipertensi¨®n arterial. Queda mucho todav¨ªa por descubrir.
P. ?Cu¨¢l es el caso que m¨¢s le ha sorprendido en esta investigaci¨®n?
R. El de Mitr¨ªdates, el famoso rey del Ponto, que estaba all¨ª en Anatolia. En su ¨¦poca, ten¨ªa obsesi¨®n de que le pudieran envenenar y es el descubridor de los ant¨ªdotos. Ten¨ªa un m¨¦dico de cabecera, Cratebas, que se encargaba de experimentar con esclavos y con prisioneros la toxicidad de los venenos. A trav¨¦s del m¨¦todo de ensayo y error, consigui¨® administrarle a Mitr¨ªdates una serie de venenos para conseguir un estado de inmunidad. Cuando entran en su territorio, el rey no logra envenenarse con lo ten¨ªa a su alcance y tiene que recurrir a la espada.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.