El hip hop cumple 50 a?os: del Bronx a reclamo para las grandes marcas
El g¨¦nero nacido en el barrio neoyorquino celebra su consagraci¨®n como un fen¨®meno cultural global que se ha reinventado desde sus inicios
¡°Cuando Nueva York tiraba de la cadena, la mierda sal¨ªa por el Bronx¡±, recuerda Paradise Gray sobre el barrio donde el 11 de agosto de 1973 naci¨® el hip hop. En el 1520 de la avenida Sedgwick para ser m¨¢s exactos, donde Clive Campbell, m¨¢s tarde conocido como DJ Kool Herc, anim¨® una fiesta en un project, como se conoce a los destartalados bloques de viviendas sociales. Es el acta de nacimiento de un g¨¦nero hoy multimillonario, que ha colonizado marcas de lujo y galer¨ªas de arte, pero que no quiere desvincularse del lugar que entonces ¡°parec¨ªa una zona de guerra: delincuencia, drogas, segregaci¨®n, pobreza¡±, recuerda tambi¨¦n Rocky Bucano, director ejecutivo del Museo Universal del Hip Hop, a tres kil¨®metros de la cuna. Gray, jefe de comisarios del museo, asegura que entonces era ¡°la CNN del gueto¡±.
Hoy los grandes dise?adores o salas de subasta como Sotheby¡¯s, que acaba de celebrar su tercera venta monogr¨¢fica, coquetean con un movimiento glocal como pocos: enraizado en el Bronx, pero universal; camale¨®nico en su transformaci¨®n temporal y espacial: del Bronx a la Guyana, de Europa a Asia, adquiere caracter¨ªsticas propias all¨ª donde arraiga sin perder las esencias. ¡°Etnias, lenguas, grupos demogr¨¢ficos, g¨¦neros: todo lo ha asimilado, cada pa¨ªs lo ha hecho suyo¡±, asegura Bucano.
Su condici¨®n actual de marchamo para algunas marcas de lujo ¡°es un gran cambio porque el hip hop siempre fue, es, un movimiento juvenil de la calle. Ahora se ha comercializado y muchas empresas han invertido, ya sea en zapatillas, sudaderas o incluso firmas automovil¨ªsticas como Mercedes y BMW. No se puede ir a ning¨²n sitio sin ver c¨®mo se ha comercializado. As¨ª que ahora el arte que comenz¨® a partir de un tipo muy popular de experiencia, la de la calle, est¨¢ en escaparates de todo el mundo. Y forma parte de la agenda de las grandes galer¨ªas. Pero al principio era un g¨¦nero contra el arte como instituci¨®n¡±, se?ala Bucano.
Los dos interlocutores saben de lo que hablan. ¡°Todos los que trabajamos en el museo hemos hecho de todo. Todos pinchamos, rapeamos, bailamos, pintamos grafitis. He practicado todas las modalidades del hip hop, tambi¨¦n he escrito en revistas especializadas y soy due?o de un estudio de grabaci¨®n¡±, explica el comisario. Gray ha publicado No Half Stepping. An Oral and Pictorial History of Hip-Hop y dirigi¨® la discoteca de Manhattan Latin Quarter, a la que transform¨® en un local hist¨®rico, la incubadora de la era dorada del hip hop. Esa capacidad de metabolizar cuanto tocara es otra de las caracter¨ªsticas del g¨¦nero: lo ha colonizado casi todo, art¨ªsticamente hablando, en los ¨²ltimos 50 a?os. Tambi¨¦n la est¨¦tica, la forma de vestir de millones de personas en todo el mundo, incluso el lenguaje corporal.
Gray ha sido el productor del grupo de rap X-Clan, ¡°mundialmente famoso¡±, cuyo ¨¢lbum de 1990 To the East, Blackwards constituye un cl¨¢sico de esa etapa, afroc¨¦ntrico y con conciencia pol¨ªtica. Ahora Paradise es el abuelo del museo, que atesora m¨¢s de 30.000 objetos en una ubicaci¨®n provisional al otro lado de la calle donde se construye el definitivo, con apertura prevista para finales de 2024. ¡°A cinco manzanas del estadio de los Yankees¡±, gui?a un ojo Bucano, asomado al r¨ªo Harlem, en una zona de regeneraci¨®n urbana gracias en parte al impulso del museo. No es casualidad que el edificio en el que se construye ¨Docupar¨¢ las dos primeras plantas y contar¨¢ con escenarios y un restaurante¨D ofrezca 500 viviendas asequibles a una poblaci¨®n, la del Bronx, siempre a la zaga de los indicadores de bienestar de la ciudad. O a la cabeza de los conflictivos, sin t¨¦rmino medio. ¡°No hay viviendas a precio de mercado en el edificio, los apartamentos son para gente que lucha por llegar a fin de mes. El proyecto representa el esp¨ªritu de la comunidad donde naci¨®¡±, explica el director.
Los inicios
La receta del ¨¦xito del hip hop se atribuye al DJ Kool Herc. ?l hizo girar el mismo disco en dos platos, alternando entre ellos para aislar y prolongar las pausas de percusi¨®n, las secciones m¨¢s bailables de una canci¨®n. Era una t¨¦cnica que llenaba la pista de bailarines que hab¨ªan pasado muchas horas puliendo sus movimientos para engallarse entre s¨ª, porque la competencia ¨Del af¨¢n de supervivencia en un medio hostil¨D ha sido siempre motivaci¨®n primordial de sus adeptos. La invenci¨®n aquella noche de DJ Kool Herc fue un clic providencial, una descarga que a¨²n electriza las calles.
Seg¨²n la mayor¨ªa de los te¨®ricos del g¨¦nero, en la cultura hip hop confluyen seis elementos b¨¢sicos: el DJ (con su manipulaci¨®n de ritmos y m¨²sica); el rapeo del MC, o maestro de ceremonias (poes¨ªa recitada al ritmo de un comp¨¢s); el breaking, o baile caracter¨ªstico, acrob¨¢tico y espasm¨®dico; los grafitis; la capacidad de permear otras disciplinas (literatura, cine), y lo que denominan la conciencia, o empoderamiento, de la identidad hip hop. El orgullo y a la vez la reivindicaci¨®n, el sacar pecho incluso hasta el activismo. Nadie, asegura riendo Paradise Gray, se ha dedicado nunca a un solo elemento, ¡°en esta comunidad, lo hacemos todo¡±.
El papel de los DJ es primordial. De James Brown a The Meters, ¡°cocinaron¡± los cl¨¢sicos incorporando ingredientes, es decir, innovaciones, en una escala infinita. ¡°Esto cambi¨® para siempre nuestra forma de ver los tocadiscos¡±, a?ade Gray. Los ecos de aquella fiesta improvisada en el Bronx se esparcieron por comunidades urbanas y suburbanas.
Celebraci¨®n en Nueva York
Este mes hay fiesta grande en Nueva York, de la mano del museo y de la alcald¨ªa de la ciudad ¨Dque ha apostado fuerte por la celebraci¨®n¨D mientras la geograf¨ªa urbana se emborracha de m¨²sica: los nombres de los artistas del 50? aniversario del hip hop como luminarias en los taxis, los quioscos, los autobuses, los murales¡ Entre decenas de conciertos, el colectivo Wu Tang Clan hosped¨® este jueves en Queens una marat¨®n gratuita a la que tambi¨¦n ha llegado la correcci¨®n pol¨ªtica, tan ajena al movimiento: los conciertos de d¨ªa son para mayores de 13 a?os; para las sesiones nocturnas, har¨¢ falta tener m¨¢s de 21.
Hoy los DJ hacen girar los platos en S?o Paulo. Los MC rapean en ¨¢rabe en los clubes de Qatar. B-boys y b-girls hacen baby freezes en Finlandia mientras el breaking se cuela en los teatros. En la Gran Muralla China se insin¨²an t¨ªmidos grafitis mientras j¨®venes poetas hacen slam en Washington. La jerga es universal, el hip hop como un nuevo esperanto. Igual de universal que sus colores, que sus razas. Richard Col¨®n s¨®lo ten¨ªa 10 a?os cuando su primo le llev¨® a su primera fiesta en el patio del colegio en 1976. ¡°Alucin¨¦¡±, cont¨® a Jeff Chang, autor de una historia del hip hop titulada Can¡¯t Stop Won¡¯t Stop. ¡°Simplemente vi a todos esos chicos divirti¨¦ndose... E inmediatamente me convert¨ª en parte de eso¡±. Hoy Col¨®n, un latino nacido tambi¨¦n en el Bronx, es m¨¢s conocido como Crazy Legs y a ¨¦l se le atribuye el m¨¦rito de haber exportado el breaking dance a Londres y Par¨ªs en los ochenta. Un b(reaker)-boy como ¨¦l, con su grupo Rock Steady Crew, se ha curtido en el asfalto, no sin alguna que otra cicatriz en su af¨¢n de conquistar la calle. El b-boy latino se convirti¨® en creador de tendencias y ah¨ª sigue, a sus casi 60 a?os, exponente de la importante dimensi¨®n latina del hip hop.
En cuanto a inspiraci¨®n individual, nadie puede superar al cantante de soul James Brown: fue la m¨²sica que mamaron todos cuantos estaban llamados a convertirse en figuras del g¨¦nero. Sus en¨¦rgicos movimientos de baile han inspirado a b-boys y b-girls de todo el mundo, y su canci¨®n Get on the Good Foot fue uno de los primeros himnos del breaking. A lo largo de los a?os, los grandes del breaking, la Rock Steady Crew de Col¨®n, los Mighty Zulu Kingz, los Lockers, los Electric Boogaloos y otros muchos han renovado el estilo con giros originales, porque la competici¨®n y la innovaci¨®n son el motor del breaking.
Al hip hop la paz social ¨Dsi ha existido alguna vez¨D de Nueva York le debe mucho. En d¨¦cadas tan violentas como los ochenta y noventa, los DJ guiaron y canalizaron la energ¨ªa de los j¨®venes en un contexto adverso. ¡°La m¨²sica surgi¨® de la presi¨®n econ¨®mica y sociopol¨ªtica que viv¨ªa el Bronx. Est¨¢bamos rodeados de bandas, asesinos, proxenetas, buscavidas, traficantes de drogas y, a pesar de eso, los ni?os de esta comunidad fueron capaces de crear una industria multimillonaria ¨Drecuerda Gray¨D. Chicos como era yo entonces, con agujeros en la suela de los zapatos, cortes de pelo caseros y rotos en los pantalones, pero fuertes y orgullosos¡±. El g¨¦nero tiene una dimensi¨®n, si no pol¨ªtica, s¨ª reivindicativa, muy clara: Afrika Bambaataa incluye incluso en sus composiciones fragmentos de discursos de Malcolm X y Martin Luther King.
Hoy en d¨ªa, tanto raperos como MC como Jay-Z, MC Lyte y Kendrick Lamar ostentan altos perfiles en el universo hip hop. Pero en sus inicios los due?os del micr¨®fono usaban este para hacer anuncios, como la fecha de la pr¨®xima fiesta, ¡°o si la madre de alguien ven¨ªa a la fiesta a buscarlo, para avisarle por el micro¡±, recuerda Grandmaster Caz en Yes Yes Y¡¯all, una historia oral de los inicios del hip hop. Los raperos se hicieron con el tiempo protagonistas. Objetos personales de Tupac Shakur, uno de los m¨¢s influyentes de la historia, han monopolizado la subasta de Sotheby¡¯s con motivo del 50? aniversario del g¨¦nero, con r¨¦cords como el alcanzado por su anillo real, de oro, rub¨ªes y diamantes, que el m¨²sico luci¨® en su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica poco antes de ser asesinado, en 1996. Se vendi¨® a finales de julio por un mill¨®n de d¨®lares, cinco veces su precio de salida.
Poes¨ªa hablada
Que el hip hop es tambi¨¦n una forma fluida de poes¨ªa es aceptado sin rechistar por los acad¨¦micos. Antes de que el hip hop y el rap se impusieran en EE UU, la poes¨ªa hablada se colaba ocasionalmente en los espect¨¢culos de jazz. No pocos expertos relacionan su arte con The Last Poets, un grupo de Harlem, y The Watts Prophets, de Los ?ngeles. Ambos surgieron a finales de la d¨¦cada de 1960 y combinaban la poes¨ªa pol¨ªtica con la improvisaci¨®n jazz¨ªstica. La pintura de grafitis tambi¨¦n es un elemento anterior a la propia escena musical y de baile: la escritura, como la llaman sus artistas. En 1967, un adolescente de Filadelfia llamado Darryl McCray pint¨® con espray su alias Cornbread (pan de ma¨ªz) en paredes y trenes. En 1968, la tendencia salt¨® a Nueva York y a mediados de los setenta, al hilo del hip hop, se convirti¨® en la segunda piel de la ciudad.
El especial inter¨¦s del Ayuntamiento de Nueva York por esta iniciativa tiene una explicaci¨®n, o un prop¨®sito: el hip hop como atracci¨®n tur¨ªstica capaz de regenerar el distrito con peor prensa de la ciudad. ¡°A nuestro museo temporal viene gente de todo el mundo. De Jap¨®n, Francia, Espa?a, ?frica, de toda Europa, ?msterdam, Inglaterra, Alemania. Y es muy emocionante porque la mayor¨ªa nunca ha estado en el Bronx¡±, apunta Bucano. ¡°As¨ª que el museo definitivo va a ser un importante catalizador econ¨®mico para esta zona del sur del Bronx porque va a traer turistas de todo el mundo¡±. La tecnol¨®gica Microsoft es tambi¨¦n patrocinadora principal del museo desde sus inicios.
El resto de la ciudad tambi¨¦n saca pecho, con rutas tem¨¢ticas a trav¨¦s de la Gran Manzana, porque el g¨¦nero pronto rebas¨® los l¨ªmites del Bronx. ¡°En los ochenta, el hip hop lleg¨® al centro de Manhattan. Sugar Hill y todos los artistas de la ¨¦poca acabaron actuando en el Roxy, a donde acud¨ªan Basquiat y toda esa gente de la escena art¨ªstica del centro, el lugar donde arte y m¨²sica colisionaban¡±, recordaba recientemente por videollamada Ralph McDaniels, T¨ªo Ralph, productor de v¨ªdeos de Nas, entre otros artistas, y art¨ªfice de un programa de v¨ªdeos musicales pionero, Video Music Box, en 1983. Eran tiempos en los que la MTV, ¡°que empez¨® dos a?os antes, no se ve¨ªa porque muy pocos ten¨ªan [televisi¨®n por] cable, por eso los artistas ven¨ªan a nuestro estudio¡±. Junto al Latin Quarter de Paradise Gray, el Roxy fue el club de clubes.
Mirando al futuro
Tocado por la varita m¨¢gica de las marcas, de la MTV, ?tiene futuro el hip hop o puede morir de ¨¦xito, fagocitado como negocio? ¡°El hip hop se fund¨® sobre la paz, el amor, la unidad y la diversi¨®n. Y ahora se ha transformado en todo, desde la m¨²sica a la moda, pasando por el deporte. Los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs de 2024 tendr¨¢n [competiciones de] breakdance, es la primera vez que eso ocurre¡±, explica Bucano. ¡°As¨ª que es trascendente, y seguir¨¢ creciendo. Y como depositarios oficiales del hip hop, nuestro trabajo es asegurarnos de que se celebra no s¨®lo el que conocemos en EE UU, sino el hip hop en todo el mundo, porque cada pa¨ªs ha abrazado y adoptado su cultura para hacerla suya, hasta el infinito¡±.
La conmemoraci¨®n tambi¨¦n se ve como un retorno de la riqueza generada por el mundo, ¡°para nuestra propia reparaci¨®n¡±, subraya Bucano. Devolver toda esta industria multimillonaria al lugar donde naci¨®, porque el sur del Bronx ha sido tradicionalmente un lugar desatendido por la propia ciudad de Nueva York. ¡°Seguimos siendo la voz de los sin voz, la voz del pobre en todo el mundo. Por la libertad, la justicia y la igualdad, el hip hop sigue siendo el mejor movimiento para la juventud del mundo¡±, concluye Paradise Gray, que estrecha la mano con ardor y se despide con el signo de paz y amor y una retah¨ªla de agradecimientos: ¡°Gracias a DJ Kool Herc, a Cindy Campbell, Grand Wizard Theodore¡¯, los L-Brothers, los Cold Crush, Grandmaster Flash y los Furious Five, los Funky Four Plus One, los Fantastic Romantic Five, DJ Charlie Chase y Tony Tone, ya sabes.., DJ Breakout y DJ Baron Lopez y miles de otros superh¨¦roes que dieron su sangre, sudor y l¨¢grimas para que hoy estemos aqu¨ª, celebrando¡±.
Babelia
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