As¨ª es el nuevo ¡®Fantasma de la ¨®pera¡¯ readaptado que se estrenar¨¢ en Madrid
EL PA?S asiste a la versi¨®n reinventada del cl¨¢sico musical de Andrew Lloyd Webber, que se presentar¨¢ en oto?o en el teatro Alb¨¦niz y en la que el acosador m¨¢s famoso del teatro se somete a una mirada feminista
Ramin Karimloo (Teher¨¢n, 44 a?os) est¨¢ finalmente sentado, a solas ante un espejo, tras una noche inusualmente ardua: ha tenido que estrangular hasta la muerte a dos personas, casi tres (en su defensa, se hab¨ªan interpuesto en su camino); extorsionar a ciertas clases dirigentes para quedarse con sus fortunas; secuestrar e hipnotizar a una joven con la esperanza de enamorarla y, al no lograrlo, ha visto necesario arrojar una enorme l¨¢mpara de ara?a sobre el escenario de una ¨®pera en plena representaci¨®n. Todo esto, adem¨¢s, expres¨¢ndose a lo largo y ancho de dos escalas completas, algo que no todas las voces masculinas pueden defender. ¡°Es un trabajo cansado, s¨ª, pero no parec¨ªa haber otras soluciones a los problemas que hemos visto esta noche¡±, concede Karimloo, una de las mayores y m¨¢s veteranas estrellas de Broadway, ante el periodista de EL PA?S que se ha colado en su camerino del teatro Rosetti de Trieste (Italia).
Karimloo acaba de interpretar al Fantasma de la ¨®pera en la obra del mismo nombre y esta frase no se dice a la ligera. El actor iran¨ª-estadounidense ha dado vida con su voz de tenor a chorro todos los grandes papeles del g¨¦nero musical, pero el Fantasma, el rol m¨¢s ic¨®nico y popular del g¨¦nero, solo lo ha encarnado en ocasiones muy especiales, casi hist¨®ricas. ?Un concierto por todo lo alto por el 25? aniversario de la obra, el cual es hoy la grabaci¨®n m¨¢s escuchada, la oficial? Le llaman a ¨¦l. ?Una funci¨®n filmada para la posteridad como referencia? Le llaman a ¨¦l. ?Un cameo para representar a la comunidad teatral en la pel¨ªcula de Joel Schumacher de 2004? Karimloo es el elegido.
Hoy tambi¨¦n le han llamado a ¨¦l. En esta noche de julio, en esta ciudad de 200.000 habitantes al noreste de Italia, en este teatro con capacidad para 1.500 personas, El fantasma de la ¨®pera est¨¢ someti¨¦ndose al experimento m¨¢s radical de sus 36 a?os de historia. La versi¨®n m¨¢s conocida del musical m¨¢s conocido del mundo, la que se estren¨® en 1986 en Londres y en 1988 en Nueva York y se represent¨® sin interrupci¨®n hasta 2020 y 2023, respectivamente (la friolera de 14.255 funciones en el West End y 13.981 en Broadway), es cosa del pasado. Ahora, un grupo de artistas italianos y espa?oles la recrea de cero: nuevos escenarios, nuevas coreograf¨ªas y vestidos, nueva mirada sobre la cl¨¢sica historia. Misma m¨²sica, de Andrew Lloyd Webber, por supuesto, y mismo guion. Todo lo dem¨¢s es nuevo. El fantasma de la ¨®pera quiere vivir tras las casi cuatro d¨¦cadas que ha estado vigente. Tras el experimento de Trieste, la funci¨®n fue a Mil¨¢n. Su siguiente destino, y quiz¨¢ su casa durante un largo tiempo, ser¨¢ Madrid, donde se empezar¨¢ a representar con un reparto plenamente espa?ol en el teatro Alb¨¦niz a partir del 20 de septiembre.
Nadie que quiera reinventar un cl¨¢sico se libra de sus retos creativos. En este caso, la colisi¨®n entre la historia de El fantasma y la evoluci¨®n de la sociedad estos 40 a?os. Esta es la historia de un hombre marginado, con la cara deformada aunque altamente sensible, un excelente compositor que se enamora de una soprano y, para conseguir su amor, la manipula (para el lector zeta: le hace luz de gas) y la aleja de quienes quieren protegerla. Mientras, extorsiona a diestro y siniestro para conseguir todo lo que quiera.
En 2023 este planteamiento es, como m¨ªnimo, peliagudo. ¡°Nos fuimos al coraz¨®n del conflicto: un hombre que no se acepta a s¨ª mismo¡±, explica Federico Bellone, director de la nueva versi¨®n. A partir de ah¨ª se puede generar cierta empat¨ªa y, con ella, se puede estudiar las consecuencias que este conflicto genera en los dem¨¢s. Christine Daa¨¦, la hasta ahora bastante pasiva soprano, se resiste en esta versi¨®n a los trucos de su seductor. Bellone le ha dado toques peque?os que obtienen grandes repercusiones. ¡°Hay un momento en que ella sube al tejado de la ¨®pera y su novio le canta una canci¨®n de amor. Aqu¨ª jugamos con la idea de que parece que se va a suicidar para librarse del Fantasma. La canci¨®n de amor que le cantan ya no es de amor: es un argumentario para que no se mate¡± (Este enfoque estaba en la versi¨®n que vio EL PA?S, pero puede cambiar en el futuro). Y as¨ª, los momentos que en 1986 estaban dise?ados para mostrar un Fantasma intimidante y todopoderoso ¡ªla ca¨ªda de la l¨¢mpara de ara?a sobre el escenario, por ejemplo¡ª ahora se ven con un buen subrayado psicol¨®gico: este personaje no es un personaje sobrenatural, es un hombre emberrinchado.
Es una respuesta arriesgada a un factor clave en el ¨¦xito de la producci¨®n: la gente ama al Fantasma. Por asesino, mentiroso y villano que sea, es el favorito de la funci¨®n y esa era la clave de la versi¨®n cl¨¢sica. Esta relectura da una nueva profundidad aunque, ?modifica su esencia? Preguntamos al hombre que m¨¢s sabe del atractivo del hombre enmascarado. ¡°Bueno, ?y qu¨¦ va a hacer, con esa cara?¡±, se defiende Karimloo mientras se pasa toallita tras toallita por el rostro para quitarse el maquillaje de piel de pergamino. ¡°No se sabe mucho de su infancia, pero seguramente le torturaban de peque?o, debi¨® tener un pasado del que o aprendes a huir o a luchar. Y ¨¦l luch¨®, porque tambi¨¦n es un genio. La sociedad le convirti¨® en un asesino, no es que ¨¦l lo sea. Creo que la gente conecta mucho con eso, con la idea del superviviente a toda costa¡±.
Orquesta m¨¢s peque?a
El nuevo Fantasma, producido entre Broadway, Italia y la promotora espa?ola Let¡¯s Go Company (art¨ªfices de Articus; Tim Burton, El laberinto; Ghost, El Musical), tiene la ambici¨®n ser la nueva versi¨®n oficial de la obra para producciones internacionales. El equipo de Lloyd Webber, The Really Useful Group (TRUG), ha dado su bendici¨®n, y Antonio Banderas, que tiene un acuerdo con TRUG para traer sus musicales a Espa?a, tambi¨¦n. Sin embargo, para cumplir esa funci¨®n, para poder viajar por el mundo, la enorme producci¨®n de los ochenta ha de ser, tambi¨¦n, m¨¢s compacta. Los decorados ahora est¨¢n pintados, la orquesta de 27 m¨²sicos ahora tiene 14. Y lo que antes eran despliegues de atrezo, ahora lo son lo de ingenio. ¡°No cabe una mosca aqu¨ª¡±, describe Mois¨¦s Robles, habitual director t¨¦cnico espa?ol que ha trabajado en esta funci¨®n, mientras pasea entre bambalinas del teatro italiano. ¡°Todo pasa rozando, todo¡±. Se?ala el arco motorizado que corona el escenario: ¡°El alma de la propuesta escenogr¨¢fica es esto, el carro¡±, explica con orgullo. Sobre ¨¦l desfilan los escenarios de siempre de la historia, una ¨®pera, un cementerio, unas catacumbas... ¡°Es un milagro que esta funci¨®n quepa aqu¨ª, pero es un milagro bonito¡±, zanja. El director de orquesta, por ejemplo, tiene que comerse una llamarada que se enciende de golpe a medio metro de ¨¦l.
El tama?o menor refuerza el componente psicol¨®gico. El musical se escribi¨® en los ochenta, con la sutileza de un martillazo sobre un yunque, cuando se estilaban los musicales grandilocuentes y con producciones enormes. En 2023 se habla otro idioma. ¡°La producci¨®n original, dirigida por Harold Prince, era de grandes gestos: la m¨²sica es grande, los movimientos tambi¨¦n¡±, explica. ¡°Hacerla ahora nos obliga a ser un poco m¨¢s org¨¢nicos¡±.
Babelia
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