¡°Que las noches sin ti duelen¡±: Quevedo demuestra su tir¨®n ante 25.000 j¨®venes en Madrid
El canario ejerce de estrella en un concierto que le confirma como ¨ªdolo generacional
Una estampida de j¨®venes persiguiendo entusiastamente a alguien. ?Ser¨¢ Quevedo? ?Ozuna? ?Estopa? Ninguno de los tres. ¡°Es Diego, un tiktoker¡±, informa una chica. ¡°?Y qu¨¦ hace?¡±. ¡°Pues un mont¨®n de cosas¡±, responde con toda la elocuencia del mundo la misma joven. Quevedo est¨¢ a punto de salir al escenario, as¨ª que dejamos a Diego atr¨¢s con sus dos tipos de seguridad guard¨¢ndole las espaldas. Esto es el Coca Cola Music Experience, un festival que se celebra desde hace unas temporadas en Madrid con un cartel del gusto del p¨²blico juvenil. Este a?o son dos d¨ªas: anoche con, entre otros, Trueno, Saiko, Ana Max y el m¨¢s deseado, Quevedo. Hoy termina con Ozuna y Estopa como plato fuerte. Presenta el eternamente entusiasta Tony Aguilar. Las entradas se agotaron en la Caja M¨¢gica, 25.000 personas por jornada, seg¨²n la organizaci¨®n.
¡°El artista que m¨¢s lo ha petado en los ¨²ltimos tiempos¡±, present¨® Tony Aguilar a Quevedo y esta vez no exager¨®. Hace un a?o y dos meses Quevedo se present¨® al mundo y asalt¨® la fama con la Sessions 52 junto a Bizarrap, la canci¨®n conocida como Qu¨¦date. Un tema grabado en un peque?o estudio del centro de Madrid cuyo ¨¦xito cogi¨® por sorpresa incluso a los dos protagonistas: fue durante todo el verano la canci¨®n m¨¢s escuchada a nivel mundial en la plataforma musical l¨ªder, Spotify. ?Se quedar¨ªa ah¨ª la carrera del canario? Nada de eso. En enero de este a?o public¨® su primer larga duraci¨®n, Donde quiero estar, y algunas de las canciones son fijas en las playlist de ni?os y j¨®venes. Como Playa del ingl¨¦s, Sin se?al o Punto G. Hay m¨¢s. En julio public¨® Columbia, un tema con una letra sin grandes pretensiones sobre un amor de verano que Spotify ha proclamado esta misma semana como la canci¨®n del verano. Lo de este artista va en serio, pues.
Hab¨ªa ni?os anoche, muchos. De seis, siete, ocho a?os. Algunos subidos a los hombros de sus padres. Los peques cantaban: ¡°Punto G eeee, tu grit¨¢ndome eeee, dando, d¨¢ndome eeee¡±. Sonrisas nerviosas de los progenitores. El canario sali¨® al escenario vestido con una camisa y unas bermudas a juego bastante molonas. Con gafas de sol negras, mir¨® a la multitud y asinti¨® con la cabeza. Y comenz¨® el festival del perreo.
Si anoche se pas¨® por la Caja M¨¢gica alg¨²n al¨¦rgico a los conciertos sin m¨²sicos lo pasar¨ªa francamente mal. Quevedo se present¨® solo. Nadie por aqu¨ª, nadie por all¨¢. ?l solito, con su naturalidad de chaval de este tiempo, pegado al micr¨®fono y con toda la m¨²sica grabada. Hay artistas de lo urbano que han dado el paso y se arropan en los conciertos de m¨²sicos: Duki, Nathy Peluso, Trueno (que tambi¨¦n toc¨® anoche)... Quevedo de momento no. Bueno, s¨ª, la introducci¨®n de Me falta algo la hizo un pianista. Un chico del p¨²blico dijo, en vista de que se alargaba el sonido de las teclas: ¡°Cuando termina de tocar este plasta¡±.
Quevedo no se mostr¨® como un artista poderoso en el escenario, de esos que han nacido para dominar a las masas. Su carisma viene de otro lado, de lo que transmite: un chico que andaba trasteando en su casa con un ordenador y un micr¨®fono y que peg¨® el pelotazo de su vida en poco tiempo. Un chaval sencillo y humilde. Tambi¨¦n ellos pueden conseguir el cielo.
En la primera parte del concierto sonaron Yankee, Sin se?al, Dame o Cu¨¦ntale. Entre la gente se vio una pancarta donde se le¨ªa: ¡°Quevedo, hasta Lorca te escuchar¨ªa¡±. Salvo excepciones, las letras del canario se dividen en dos grupos: las de chico enamorado y las que muestran los sinsabores de pasar de cero a cien en poco tiempo. Un ejemplo de este ¨²ltimo grupo: ¡°Buscando d¨®nde respirar bien. / O que me entienda alguien. / Caras conocidas, muchas. / Pero amigos, nadie¡±, canta en Sin se?al.
Para la parte final dej¨® sus temas m¨¢s conocidos: El tonto, Cay¨® la noche, Playa del ingl¨¦s y Columbia. Cerr¨® los 60 minutos de concierto con la celeb¨¦rrima Session 52. No hubo nadie que no cantara eso de: ¡°Qu¨¦eeeeeedate, que las noches sin ti duelen¡±. El chico sigue demostrado su contundente tir¨®n.
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