Un nuevo centro cultural completa la renovaci¨®n urban¨ªstica de la zona cero de Nueva York

La ¨²ltima incorporaci¨®n a la vida cultural de Nueva York cumplir¨¢ tambi¨¦n una funci¨®n terap¨¦utica, simb¨®lica: la de cerrar urban¨ªsticamente la herida del 11-S en la piel de la ciudad. El Perelman Performing Arts Center, conocido como PAC NYC, abre sus puertas este septiembre en el ¨²ltimo rinc¨®n de la zona cero que quedaba por resta?ar, entre el One World Trade Center (WTC) y el Oculus de Santiago Calatrava, justo enfrente del museo y memorial dedicado a las v¨ªctimas del atentado terrorista que hace 22 a?os conmocion¨® a la ciudad y el mundo.

Tal vez por eso, porque es terreno reverencial, el dise?o del PAC NYC es discreto: un gigantesco cubo de escasa altura, revestido de m¨¢rmol, opaco y ajeno al entorno de cristal y acero en que se levanta. Su fachada, sin ventanas, deja pasar la luz y de noche filtra la iluminaci¨®n artificial del interior, como un farol chino o una representaci¨®n del teatro de sombras. Una discreta caja de luz, que en su interior dispondr¨¢ de tres escenarios, ampliables entre s¨ª gracias a un sistema de mamparas m¨®viles: como una matrioska, se expanden o contraen seg¨²n las necesidades del programa. ¡°Son espacios responsivos y org¨¢nicos¡±, explicaba en la presentaci¨®n a la prensa uno de los arquitectos. Porque el PAC NYC lo abarcar¨¢ todo: teatro, m¨²sica, danza, ¨®pera, cine y m¨¢s. Las representaciones empezar¨¢n el 19 de septiembre, y en el programa inaugural habr¨¢ piezas de encargo, cuatro pr¨¦mi¨¨res mundiales, festivales y coproducciones. En octubre, albergar¨¢ el certamen internacional de piano jazz¨ªstico del Herbie Hancock Institute.

Un contenedor de las artes

El edificio-contenedor tiene unas dimensiones modestas -pese a la grandiosidad de su interior- para la zona: mide solo 42 metros de alto, pr¨¢cticamente nada en comparaci¨®n con los 541 metros de su vecino el One World Trade Center y el resto de rascacielos alrededor. Pero el WTC no puede hacerle sombra gracias a su apariencia maciza y afirmativa, con una fachada blanquinegra veteada de gris que de noche, al traslucirse el interior, adquiere una tonalidad ambarina en la que bailan los pigmentos naturales de la piedra. El edificio ha costado 500 millones de d¨®lares, financiados por el banquero e inversor Ronald O. Perelman y el fact¨®tum neoyorquino que es Michael Bloomberg, exalcalde, empresario y fil¨¢ntropo. Nadie osa concretar la aportaci¨®n ni la factura final de las obras: si el primero don¨® 75 millones de d¨®lares, el dem¨®crata, seg¨²n The New York Times, ha contribuido con 130 millones. Pero la cuesti¨®n monetaria se diluye en la discreci¨®n imperante en los c¨ªrculos m¨¢s exclusivos, lo cual no quita para que el propio Bloomberg, que acompa?¨® a los periodistas en una visita al PAC NYC, recordara entre bromas que hay que seguir rasc¨¢ndose los bolsillos, porque ¡°las instituciones [culturales] siempre est¨¢n en modo recaudaci¨®n, as¨ª que este centro se abrir¨¢ tambi¨¦n a [la celebraci¨®n de] actos y eventos privados¡±. Bloomberg preside el consejo de administraci¨®n.

El cristal que reviste las placas de m¨¢rmol contribuye a filtrar hasta el ¨²ltimo rayo de luz en uno y otro sentido. Pero m¨¢s impresionante que el juego lum¨ªnico del contenedor es su interior, casi 12.000 metros cuadrados repartidos en dos plantas. En la primera o principal, habr¨¢ un restaurante de alta cocina con terraza, m¨¢s el vest¨ªbulo o, como los responsables del centro lo llaman, ¡°una sala de estar para Nueva York¡±, con un escenario que ofrecer¨¢ espect¨¢culos gratuitos, o a cambio de la voluntad, para neoyorquinos y turistas. ¡°Este vest¨ªbulo, que estar¨¢ abierto al p¨²blico, es un espacio donde la gente puede congregarse y ver actuaciones gratuitas¡±, explic¨® la directora ejecutiva de PAC NY, Khady Kamara.

Los tres teatros est¨¢n en la planta de arriba, con aforos de 450, 250 y 90 personas cada uno, intercambiables y org¨¢nicos. El tradicional patio de butacas se convierte gracias a sistemas hidr¨¢ulicos en una cremallera retr¨¢ctil que aumenta o se contrae seg¨²n las necesidades de la obra en cuesti¨®n, da igual que sea teatro, ¨®pera o danza. Cada escenario es una caja separada por telones m¨®viles de varias toneladas, herm¨¦ticos e insonorizados, ¡°de manera que un concierto de rock y una obra de teatro puedan celebrarse a la vez sin interferencias sonoras entre las salas¡±, explic¨® uno de los socios del estudio de arquitectura REX, responsable del dise?o. La vibraci¨®n del metro, que pasa justo por debajo, tampoco se nota. El aforo total de las tres salas puede llegar a las 950 localidades. Los telones correderos permiten crear hasta diez diferentes espacios; el escenario, que puede subir y bajar de nivel, adopta hasta m¨¢s de 60 formas diferentes.

¡°Hemos invitado a algunos de los m¨¢s reconocidos talentos del teatro, la ¨®pera, la m¨²sica y la danza a trabajar con nosotros y entre ellos, para crear y presentar nuevas obras que den vida a PAC NYC, y para confirmar tambi¨¦n que esta es la capital mundial de las artes esc¨¦nicas¡±, dijo en la presentaci¨®n Bill Rauch, director art¨ªstico. Entre la programaci¨®n inicial destacan el programa Refugio (con, entre otras actividades, cinco conciertos con artistas de fama mundial, entre ellas Laurie Anderson y Ang¨¦lique Kidjo); el estreno de oratorios como Watch Night o Number Our Days, una reinterpretaci¨®n del famoso musical Cats, de Andrew Lloyd Webber, o un mon¨®logo escrito para la ocasi¨®n del actor Laurence Fishburne.

El PAC NYC no est¨¢ llamado por su altura a figurar en el interminable skyline de la ciudad, donde pareciera que los rascacielos se dan codazos para figurar, pero representa la guinda, o el punto final, de algo m¨¢s importante: el plan maestro perge?ado hace dos d¨¦cadas para sanar la peor herida en la historia de la ciudad. ¡°M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial no hab¨ªa nacido cuando el 11-S¡±, record¨® Bloomberg en la presentaci¨®n. ¡°Por eso el PAC NYC es un s¨ªmbolo de resiliencia y esperanza, y tambi¨¦n la ¨²ltima pieza del puzle, un lugar que recordar¨¢ lo sucedido y a la vez que eso no vuelva a pasar jam¨¢s¡±.