La escritura de Almudena Grandes revive en el teatro
Carme Portaceli dirige una adaptaci¨®n de ¡®La madre de Frankenstein¡¯, con un reparto encabezado por Blanca Portillo y Pablo Derqui
Dicen que fue el crimen m¨¢s impactante de todo el siglo XX en Espa?a. Y ello sin que existieran a¨²n la televisi¨®n ni las redes sociales. Pero ese brutal parricidio cometido en 1935 por Aurora Rodr¨ªguez Carballeira, mujer culta e inteligente, que dispar¨® cuatro tiros a su superdotada hija Hildegard, no era lo que le interesaba contar a ...
Dicen que fue el crimen m¨¢s impactante de todo el siglo XX en Espa?a. Y ello sin que existieran a¨²n la televisi¨®n ni las redes sociales. Pero ese brutal parricidio cometido en 1935 por Aurora Rodr¨ªguez Carballeira, mujer culta e inteligente, que dispar¨® cuatro tiros a su superdotada hija Hildegard, no era lo que le interesaba contar a la escritora Almudena Grandes (Madrid, 1960-2021) en La madre de Frankenstein, la quinta entrega de sus aclamados Episodios de una guerra interminable (Tusquets Editores). Tampoco es lo que les ha interesado contar a los responsables de la puesta en escena de esta novela que ahora llega al teatro de la mano de Carme Portaceli, directora del Teatre Nacional de Catalunya, con un reparto encabezado nada menos que por Blanca Portillo y Pablo Derqui.
Grandes dej¨® claro, y por escrito, que si bien la vida y la muerte de Aurora Rodr¨ªguez Carballeira fueron su fuente de inspiraci¨®n, ya que le parec¨ªa ¡°un alucinante, casi delirante, argumento de ficci¨®n¡±, lo que ten¨ªa claro es que hab¨ªa escrito el libro ¡°en memoria de todas esas mujeres que no pudieron atreverse a tomar sus propias decisiones sin que las llamaran putas, y que pasaron de la tutela de sus padres a la tutela de sus maridos, que perdieron la libertad en la que hab¨ªan vivido sus madres, para llegar tarde a la libertad en la que hemos vivido sus hijas¡±. El montaje de esta coproducci¨®n entre el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) y el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) se estrenar¨¢ el 29 de septiembre en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid y posteriormente se representar¨¢ en el TNC, en Barcelona, del 23 de noviembre al 30 de diciembre. Es la segunda ocasi¨®n en que una obra de Almudena Grandes es llevada al teatro, g¨¦nero que le apasionaba. Intent¨® escribirlo, pero aseguraba que le sali¨® muy mal. Al mismo tiempo, termin¨® encantada de la versi¨®n esc¨¦nica de Atlas de geograf¨ªa humana, estrenada en 2012 con direcci¨®n de Juanfra Rodr¨ªguez.
Para este viaje literario, que tiene como base la historia tal como ocurri¨® pero est¨¢ tambi¨¦n salpicada de ficci¨®n, la autora utiliz¨® todas las alforjas que se le cruzaron por el camino. Empezando por las personalidades de Aurora y el doctor Vel¨¢zquez y su estancia en el manicomio de Ciempozuelos, donde la primera estaba ingresada y el segundo trabajaba como m¨¦dico, m¨¢s una seria investigaci¨®n sobre los hechos que relata, para lo que cont¨® con la ayuda del psiquiatra Carlos Castilla del Pino y el historiador Juli¨¢n Casanova, hasta lograr ¡°el retrato de un pa¨ªs donde las diferencias sociales e ideol¨®gicas determinan las relaciones humanas¡±, sentencia Portaceli en conversaci¨®n con EL PA?S tras un ensayo del montaje, acompa?ada de Portillo y Derqui.
La directora, que ha puesto en pie numerosos espect¨¢culos durante su prol¨ªfica carrera, entre ellos adaptaciones de otras novelas como La casa de los esp¨ªritus, La se?ora Dalloway o Jane Eyre, recuerda que fue un pacto con Almudena Grandes, a la que trat¨® bastante hasta su muerte en 2021, lo que le ha llevado a hacer la adaptaci¨®n de esta obra. ¡°Es una novela maravillosa, riqu¨ªsima y extraordinaria por diversas razones. Entre otras, la mirada de un hombre [el psiquiatra de Aurora] que en los a?os 50 se educ¨® fuera de Espa?a, y eso resulta fant¨¢stico. O el hecho de que jam¨¢s nadie nos ha explicado la historia real de este pa¨ªs, por qu¨¦ nuestro comportamiento es el que es y no otro; sin olvidar el impresionante personaje, una asesina que mata a su hija ¡®porque ella la cre¨® y ella la destruy¨®', mujer brillante, inteligente, eugen¨¦sica, met¨¢fora de nuestro pa¨ªs en ese momento de la historia¡±, concluye Portaceli, que deja claro que todos los implicados en el proyecto han intentado ser fieles a la autora ¡°porque ese es el ¨²nico camino para comprender este texto y dotarlo de la grandeza que tiene¡±.
Tanto en la lectura de la novela ¨ªntegra de Grandes como en la versi¨®n clarificadora y brillante de Anna Maria Ricart Codina, no est¨¢ claro qui¨¦n es el protagonista de esta historia, aunque la atenci¨®n recaiga en Aurora y su curios¨ªsima vida, por calificarla de alguna manera. Pero no podemos olvidar que el doctor Germ¨¢n Vel¨¢zquez es el pilar s¨®lido y rotundo en torno al cual gira todo. Y nadie mejor que dos actores hipn¨®ticos como Blanca Portillo y Pablo Derqui, convertidos en un binomio fant¨¢stico, para materializar ese cuadro pintado por Grandes con decididos brochazos, alternados con otros m¨¢s detallados e incluso manieristas.
Junto a estos actores aparecen en el reparto Ferran Carvajal, Jordi Collet, Gabriela Flores, David Fern¨¢ndez Fabu, Bel¨¦n Ponce de Le¨®n, Macarena Sanz y Jos¨¦ Troncoso. Sobre el escenario tambi¨¦n est¨¢ el trabajo de los escen¨®grafos Paco Azor¨ªn y Alessandro Arcangel, el vestuario de Carlota Ferrer y la iluminaci¨®n de David Picazo, as¨ª como la m¨²sica de Jordi Collet y la coreograf¨ªa de Ferran Carvajal.
Portillo conoci¨® hace unos a?os a Grandes, despu¨¦s de leerla y admirarla desde hac¨ªa d¨¦cadas: ¡°Ella hab¨ªa seguido mis comentarios en Twitter de sus libros, algo que me impresion¨®, fue tan cercana que parec¨ªa que nos conoc¨ªamos desde hace tiempo¡±. Y a?ade: ¡°Cuando present¨® esta novela me pidi¨® que leyera un fragmento y me mand¨® mucha informaci¨®n que hab¨ªa recopilado¡±.
Derqui nunca lleg¨® a hablar con la autora: ¡°La descubr¨ª joven como lector con Las edades de Lul¨², libro maravilloso que obtuvo un premio de literatura er¨®tica [Premio La Sonrisa Vertical]. Me relacion¨¦ con esta autora de una manera er¨®tica, me sumerg¨ª en su lectura casi en plan pajillero¡±, comenta entre las risas de sus compa?eras, que aseveran que ¡°media Espa?a hizo lo mismo¡±. Derqui comenta ilusionado: ¡°Estoy recuperando a Grandes ahora¡±.
Todos coinciden en que Grandes, en este libro, tuvo mucha compasi¨®n por Aurora: ¡°Es que hay algo m¨¢s que una asesina, hay una parte de rechazo y miedo porque las cosas que dice son tremendas, pero Aurora fue una ni?a poco querida y degener¨® en una manera de pensar¡ No puedo evitar que una cierta ternura y admiraci¨®n, porque dice cosas que aunque sean tremendas son de una inteligencia pasmosa¡±, apunta Portillo. ¡°No es casual que se dijera que era una superdotada y que al sobrino al que educ¨® lo convirti¨® en un superdotado y a su hija Hildegard tambi¨¦n. En la novela se dice que deb¨ªa de ser una gran pedagoga, y lo cierto es que es un personaje que tiene muchos colores y que Grandes sent¨ªa algo especial por ella¡±, contin¨²a la actriz, mientras Portaceli asiente.
Derqui subraya que cuando a Aurora le quitan al sobrino, se mete en los negocios de la familia, que iban fatal, y en tres a?os sanea las finanzas de la familia. Portillo insiste en la gran inteligencia de Aurora: ¡°En un momento dado su cabeza le hace clic y aparece la paranoia¡. De alguna manera Grandes la pone ah¨ª como representaci¨®n y resultado de muchos de los horrores de este pa¨ªs¡±.
Los tres est¨¢n de acuerdo en que el crimen no le interesaba a la escritora, sino que lo utiliz¨® para hablar de la Espa?a franquista. ¡°Y no olvidemos que est¨¢n ah¨ª Antonio Vallejo-N¨¢jera, defendiendo cosas terribles como la eugenesia, tan de moda aquellos a?os, las pr¨¢cticas psiqui¨¢tricas de L¨®pez Ibor¡. La historia no ha hecho mucho favor a Aurora, sin olvidar que evidentemente era paranoica, pero a su lado hab¨ªa algunos que no estaban considerados locos y no eran mejores que ella¡±, concluye Derqui, que junto a sus compa?eras recuerda algo que se?alaba Grandes: ¡°En esta novela los monstruos no son lo que parecen, como Frankenstein, de ah¨ª la rabia de Germ¨¢n y de Aurora¡±.
Tiene que ver, seg¨²n Portaceli, Portillo y Derqui, con el hecho de que Grandes decidiera titular Episodios de una guerra interminable su serie de libros sobre la Espa?a del siglo XX. Y se ponen a charlar entre ellos, como si estuvieran solos, y a partir de ah¨ª se oyen frases sueltas. Como si pensaran en alto: ¡°Mi pa¨ªs no se ha relajado, no hay manera¡±; ¡°Es que no hace tanto. Hitler se suicid¨® porque perdi¨® la guerra, pero Franco se muri¨® en la cama y eso es muy distinto¡±; ¡°Somos ins¨®litos¡±; ¡°Se dicen cosas en la funci¨®n que se leen hoy en los peri¨®dicos¡±; ¡°Lo de los ganadores y perdedores sigue existiendo¡±; ¡°Se han adue?ado de un sentimiento patrio y de alguna manera me han impedido que yo tenga el m¨ªo¡±; ¡°Es como si esa espa?olidad solo fuera de ellos¡±; ¡°Tengo ganas de decirle al se?orito de banderita en la pulsera que ¨¦l no es m¨¢s espa?ol que yo¡±; ¡°Yo quiero ser espa?ol sin necesidad de hacer ciertas cosas, sin ser as¨ª¡±.
Y se muestran felices y contentos porque tienen claro, como dice Portillo, que han ido a la esencia, a las m¨¢s ¨ªntimas entra?as de la novela de Almudena Grandes.