Marcus Rediker, historiador: ¡°Todos vivimos con los fantasmas de la esclavitud¡±
El estadounidense sostiene que los marineros y piratas del siglo XVIII son precursores de los movimientos anticapitalistas modernos
El historiador Marcus Rediker (Kentucky, 71 a?os) pronuncia con sosiego palabras cargadas de rebeli¨®n. No le hace falta alzar la voz. Avala su contenido con un estudio profundo de los testimonios y acciones de ¡°las personas de abajo¡± que claman justicia hist¨®rica. Otorga el protagonismo de su investigaci¨®n a los esclavos africanos llevados por millones a mejorar la vida de otros en otras latitudes durante siglos y defiende que los marineros y piratas del XVIII son precursores de los movimientos anticapitalistas modernos. Como muestra de su activismo por reescribir una Historia dominada por los vencedores comparte que en todas las c¨¢rceles de Texas est¨¢ prohibido su libro La hidra de la revoluci¨®n (2022), que ha presentado este mes en Espa?a junto a Villanos de todas las naciones (2023), los dos de Traficantes de Sue?os
Pregunta. ?Qu¨¦ lecciones dejaron los piratas?
Respuesta. Los piratas eran marineros, trabajadores comunes con bajos salarios, mala alimentaci¨®n y castigos violentos infligidos por los todopoderosos capitanes de barcos. Ellos se organizaron de manera diferente. Eleg¨ªan a su capit¨¢n, establec¨ªan l¨ªmites a su poder, divid¨ªan los recursos en partes iguales y le daban a la tripulaci¨®n el poder de establecer los castigos... El barco pirata era una utop¨ªa democr¨¢tica e igualitaria para el marinero com¨²n. Desafiaron los modelos existentes sobre c¨®mo gestionar un barco.
P. ?Y qui¨¦nes ser¨ªan los piratas del siglo XXI?
R. Probablemente la comparaci¨®n m¨¢s cercana ser¨ªan los hackers. Ocupan una posici¨®n estrat¨¦gica. As¨ª como los piratas provocaron una crisis comercial mundial, los piratas inform¨¢ticos tienen un poder similar en el sistema de comunicaciones, algunos con intenciones subversivas.
P. ?Siente que ahora tiene el poder para renegociar la Historia con su trabajo?
R. Siento que hago un aporte a la sociedad. Pero la historia es colectiva, no individual, y muy amplia. Se necesita una revisi¨®n con nuevas miradas, de la esclavitud o de las mujeres. Esto puede conducir a resultados que para algunos no son lo suficientemente patri¨®ticos o desaf¨ªan el nacionalismo de una historia pasada de moda.
P. ?Detecta cambios en los discursos hist¨®ricos?
R. S¨ª. Crec¨ª durante la Guerra Fr¨ªa con una historia dominada por una ¨¦lite de hombres blancos. Ahora hay m¨¢s personas incluidas y representadas, pero todav¨ªa tenemos trabajo por hacer; que el p¨²blico en general comprenda la importancia de la esclavitud, por ejemplo. Y esto es controvertido.
P. ?Se pueden sentir todav¨ªa en ?frica los efectos de millones de personas desarraigadas de sus tierras durante siglos?
R. Definitivamente. Todos vivimos con los fantasmas de la esclavitud. No es casualidad que en ?frica Occidental se encuentren muchos de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo. Durante siglos, los europeos y sus aliados africanos capturaron y se llevaron a millones de los m¨¢s j¨®venes y fuertes de su poblaci¨®n. Los europeos tambi¨¦n han explotado all¨ª sus recursos naturales. No hay duda de que se han causado graves da?os.
P. ?Qu¨¦ recomienda ahora?
R. En mis estudios veo una conexi¨®n directa entre la violencia deliberadamente calculada utilizada en el sistema esclavista y el racismo y la violencia que existen hoy. Debemos comenzar con un reconocimiento honesto de lo que sucedi¨® en el pasado. Hay disculpas, pero necesitamos ir m¨¢s all¨¢. Necesitamos reparar los da?os causados por la trata de esclavos y la esclavitud, eliminar los prejuicios, la pobreza, la desigualdad y las muertes prematuras. Las reparaciones no son solo una cuesti¨®n de dinero, sino de educaci¨®n, de justicia social y de creaci¨®n de una vida mejor para todos. Si no afrontamos el da?o causado por nuestra historia violenta, persistir¨¢ una injusticia masiva.
P. ?D¨®nde encuentra las evidencias de las personas a las que llama ¡°sin rostro¡± o ¡°sin voz¡±?
R. He encontrado que los registros judiciales son muy ¨²tiles, entre otras cosas porque los pobres casi siempre est¨¢n en el lado equivocado del mundo. En esos documentos legales se pueden encontrar sus testimonios con su versi¨®n de los hechos, sus creencias, sus culturas... Hay muchos secretos dentro de esas fuentes.
P. En Barco de esclavos (Capit¨¢n Swing, 2021) se lee que un capit¨¢n mat¨® a latigazos a una chica de 15 a?os que se negaba a bailar desnuda, entre otras atrocidades. ?C¨®mo afront¨® el dolor de realizar esta investigaci¨®n?
R. Es doloroso, pero hay que estar dispuesto a decir la pura verdad. Cuando uno escribe sobre un tema como la trata de esclavos, tambi¨¦n debe intentar hacer justicia a las v¨ªctimas de tanta violencia y terror. Lo que pas¨¦ al escribir el libro no es nada comparado con lo que ellos sufrieron.
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