¡°La esclavitud africana dio origen al racismo y fue a escala industrial¡±
El autor de 'Esclavitud', uno de los libros del momento en Brasil, explica que el legado del vasallaje est¨¢ presente en la desigualdad social que padece el pa¨ªs
La esclavitud ha existido desde los albores de la historia, pero solo alcanz¨® escala industrial cuando los europeos trajeron por la fuerza a 12,5 millones de africanos a Am¨¦rica. El desarrollo del continente habr¨ªa sido imposible sin la explotaci¨®n de los supervivientes. Escravid?o (Esclavitud), del escritor y periodista Laurentino Gomes (Maring¨¢, 63 a?os), es uno de los libros del momento en Brasil, un fascinante reportaje sobre un episodio hist¨®rico cuyo legado est¨¢ presente en la desigualdad en el ¨²ltimo pa¨ªs americano que aboli¨® la esclavitud. El autor sostiene, en una entrevista en S?o Paulo con motivo del D¨ªa de la Conciencia Negra (el 20 de noviembre), que los pa¨ªses implicados deber¨ªan pedir perd¨®n.
Pregunta. ?Aprendi¨® m¨¢s con su trilog¨ªa sobre la fundaci¨®n de Brasil o ahora con la esclavitud?
Respuesta. La anterior me ayud¨® a comprender c¨®mo fue la construcci¨®n del Estado brasile?o en el siglo XIX tras romper lazos con Portugal. Pero si quieres entender Brasil en una dimensi¨®n m¨¢s profunda, debes estudiar la esclavitud, el tema m¨¢s importante de nuestra historia. Todo lo que fuimos, somos y lo que nos gustar¨ªa ser tiene que ver con la esclavitud. Con casi cinco millones de cautivos africanos, fue el mayor territorio esclavo de Am¨¦rica y el ¨²ltimo en poner fin a la trata, en 1850, y a la esclavitud, en 1888. El pa¨ªs fue construido por esclavos en todos los sectores econ¨®micos, az¨²car, oro, diamantes, caf¨¦. Los abolicionistas del siglo XIX argumentaron que Brasil necesitaba hacer dos aboliciones: dejar de comerciar con personas e incorporar a los antiguos esclavos a la sociedad como ciudadanos, d¨¢ndoles tierra, empleo y educaci¨®n. Brasil nunca ha hecho esto.
P. ?Por qu¨¦?
R. Brasil se convirti¨® en un paria internacional como Sud¨¢frica durante el apartheid. La Ley ¨¢urea (que ilegaliza la esclavitud) busca librarle de esta mancha, pero nunca hizo ning¨²n esfuerzo por incorporar a los afrodescendientes porque significaba la renuncia de privilegios y riquezas. Por eso somos uno de los pa¨ªses m¨¢s segregados del mundo, aunque no tuvi¨¦ramos leyes de segregaci¨®n racial como las de EE UU. Si mides Brasil con cualquier criterio, ingresos, empleo, seguridad p¨²blica, existe un abismo entre las oportunidades para la poblaci¨®n blanca y la negra. Aunque desarrollamos el mito de que ¨¦ramos una gran democracia racial, las manifestaciones de racismo son expl¨ªcitas en las redes sociales y en el discurso del presidente de la Rep¨²blica.
P. ?Cu¨¢l es la traducci¨®n pr¨¢ctica de la segunda abolici¨®n en Brasil?
R. Si la riqueza de las naciones ya no son los recursos naturales sino el capital humano, Brasil nunca ser¨¢ un pa¨ªs decente mientras la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n (negra) carezca de educaci¨®n, salud y trabajo decentes. Afrontar la desigualdad social en Brasil es sin¨®nimo de segunda abolici¨®n, porque la mayor¨ªa de los pobres son negros. Por eso digo que no es solo una reparaci¨®n hist¨®rica, sino una inversi¨®n en el futuro. Esta es la principal agenda pol¨ªtica en el futuro, incluso si tenemos un Gobierno hostil. Este es un tema atrapado en el siglo XIX. Cualquier Gobierno, partido pol¨ªtico o campa?a electoral enfrentar¨¢ este legado.
P. ?Cu¨¢l es la mayor diferencia entre la esclavitud de Am¨¦rica y el cautiverio en el mundo?
R. Existi¨® en el antiguo Egipto, Babilonia, la antigua Grecia y en ?frica antes de la llegada de los europeos. La primera novedad es la escala industrial, con 12,5 millones de personas embarcadas en unos 35.000 viajes al Nuevo Mundo. La segunda, el nacimiento del racismo: es la primera vez en la historia que se asocia la esclavitud a la piel negra. Existe toda una ideolog¨ªa para decir que los africanos eran salvajes y que lo mejor que pod¨ªa pasarles era ser esclavizados para incorporarlos a la supuesta civilizaci¨®n europea instalada en los tr¨®picos.
P. La Iglesia cat¨®lica distingu¨ªa entre indios y africanos.
R. Hubo una discusi¨®n filos¨®fica y teol¨®gica sobre si esclavizar o no a los indios, pero la realidad es que fueron masacrados. Portugueses y espa?oles no pudieron llevar a cabo su proyecto inicial de esclavizar a los indios. Si hubieran tenido ¨¦xito, podr¨ªamos no haber tenido esclavitud africana.
P. Cuenta en su libro que algunos grandes pensadores de los siglos XVIII y XIX defend¨ªan la libertad y la esclavitud.
R. S¨ª, David Hume (fil¨®sofo y escritor brit¨¢nico) era accionista de una empresa de comercio de esclavos. Thomas Jefferson, que escribi¨® la Declaraci¨®n de Independencia de EE UU y defend¨ªa que todo ser humano nac¨ªa con los mismos derechos, pose¨ªa un gran lote de esclavos.
P. ?Deben los pa¨ªses pedir perd¨®n? Usted cuenta que el expresidente Lula da Silva lo hizo, pero el portugu¨¦s Marcelo Rebelo de Souza, no.
R. Creo que s¨ª. Es una cuesti¨®n de honestidad, algo simb¨®lico, porque fue una masacre. Ahora, dudo si ser¨ªa posible pagar esta deuda. En ?frica existe ahora una ¨¦lite heredera de aquellos aliados con los europeos que se beneficiaron de la trata. El rey Ashanti en Ghana suministraba cautivos a ingleses y holandeses. ?Qui¨¦n indemniza a qui¨¦n? Es dif¨ªcil. Pero una actitud pol¨ªtica de pedir perd¨®n es importante. El papa Juan Pablo II lo hizo en Senegal, no por toda la Iglesia, sino por los cat¨®licos implicados. Tambi¨¦n apoy¨® medidas pr¨¢cticas, como las cuotas en escuelas y en la Administraci¨®n, para personas de ascendencia africana. Existe una deuda hist¨®rica que debe abordarse con palabras y gestos concretos.
P. Cuenta que hubo un tiempo en que por cada cien habitantes de Brasil, 86 eran esclavos. ?Por qu¨¦ no se rebelaron?
R. Hab¨ªa manuales que aconsejaban a los agricultores que no mantuvieran grupos del mismo origen, cultura, idioma o regi¨®n. Esto les impidi¨® organizarse. Y hab¨ªa un sistema de recompensa y castigo. El rebelde era azotado; el cooperativo ganaba tiempo libre semanal, el derecho a cultivar un huerto, ir a misa y ganar su propia manumisi¨®n (su libertad). La principal forma de resistencia era tratar de ocupar los espacios que la sociedad le daba al esclavo para acercarse al universo de los blancos, como las hermandades religiosas. Hubo un blanqueamiento cultural: cuanto m¨¢s r¨¢pido se alejara de la cultura africana, m¨¢s ventajoso ser¨ªa.
P. ?Ha consultado testimonios de esclavos?
R. Poco. Desafortunadamente la historia de la esclavitud es contada por los blancos. Hay algunos testimonios y biograf¨ªas relativamente raros. Otra fuente preciosa para escuchar a los esclavos son las preguntas de la polic¨ªa cuando fueron acusados de delitos. Todo lo que se sabe de Palmares, el principal quilombo (asentamiento creado por esclavos huidos en Brasil) son expediciones militares.
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