La Academia francesa elige al francoliban¨¦s Amin Maalouf como nuevo secretario perpetuo
El autor de ¡®Le¨®n el Africano¡¯ sucede tras un ¡°duelo fratricida¡± con su amigo Rufin a la fallecida H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse
La Academia francesa, fundada en 1665 por el cardenal Richelieu, ha elegido este jueves al escritor francoliban¨¦s Amin Maalouf (Beirut, 74 a?os) como nuevo secretario perpetuo. Maalouf, autor, entre otros, de la novela L¨¦on el Africano y el ensayo Identidades asesinadas (ambas publicadas en castellano por Alianza editorial), sucede como jefe m¨¢ximo a la historiadora ...
La Academia francesa, fundada en 1665 por el cardenal Richelieu, ha elegido este jueves al escritor francoliban¨¦s Amin Maalouf (Beirut, 74 a?os) como nuevo secretario perpetuo. Maalouf, autor, entre otros, de la novela L¨¦on el Africano y el ensayo Identidades asesinadas (ambas publicadas en castellano por Alianza editorial), sucede como jefe m¨¢ximo a la historiadora H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse, fallecida el 5 de agosto.
Maalouf se impuso por 24 votos contra 6 a su ¨²nico rival, su amigo el diplom¨¢tico y escritor Jean-Christophe Rufin, autor, entre otros, de Rojo Brasil (Ediciones B, en espa?ol). La elecci¨®n de un intelectual nacido en L¨ªbano en un ambiente multirreligioso y multiling¨¹stico, y con un pie en varias culturas del Mediterr¨¢neo, env¨ªa un mensaje de apertura en una instituci¨®n a la que se ha acusado con frecuencia de haber quedado transnochada y sobrepasada por la modernidad. Su elecci¨®n tambi¨¦n celebra la francofon¨ªa, que trasciende las fronteras de Francia, y el cosmopolitismo que el nuevo secretario perpetuo encarna como pocos.
¡°Acabo de mandarle mi felicitaci¨®n entusiasta¡±, ha explicado poco despu¨¦s de la elecci¨®n Mario Vargas Llosa, inmortal ¡ªas¨ª se llama a los miembro de la Acad¨¦mie¡ª desde el pasado febrero. Vargas Llosa se ha declarado ¡°viejo admirador¡± de Maalouf y ha recordado que lo conoci¨® hace a?os en casa de la editora Michi Strausfeld. ¡°Creo que con ¨¦l al frente¡±, a?adi¨®, ¡°la Academia cumplir¨¢ sus funciones de manera excelente, gracias a su empe?o y excelencia en aquello que emprende.¡±
La elecci¨®n de Maalouf pone fin lo que Le Monde ha llamado un ¡°duelo fratricida¡±, y otros han comparado con una serie de Netflix o un Juego de tronos en el Quai Conti, sede de la Academia a orillas del Sena. Es algo exagerado, pero refleja las luchas de poder tan habituales en la trastienda ¡ªy algunas, a plena luz¡ª en las instituciones culturales francesas.
La muerte de Carr¨¨re d¡¯Encausse, pese a haber cumplido ya los 94 a?os, fue inesperada y tom¨® por sorpresa a los acad¨¦micos. Sus antecesores inmediatos hab¨ªan abandonado el cargo antes de morir, lo que hab¨ªa agilizado la transici¨®n.
No era f¨¢cil encontrar a un sustituto de la mujer ¡ªla primera en el cargo¡ª que durante 23 a?os gobern¨® con mano de hierro la instituci¨®n. Detractora del lenguaje inclusivo, se hac¨ªa llamar ¡°secretario perpetuo¡±. Su personalidad infund¨ªa respeto y a la vez temor.
La llamaban ¡°la madre superiora¡± o ¡°la zarina¡±, por sus or¨ªgenes rusos. Su padre era georgiana, su madre rusa y fue esta la lengua que habl¨® hasta los ocho a?os, del mismo modo que Maalouf se educ¨® en ¨¢rabe e ingl¨¦s. El apodo de ¡°la zarina¡± tambi¨¦n ven¨ªa porque su especialidad como historiadora fue Rusia y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Tras la muerte de Carr¨¨re d¡¯Encausse, Maalouf se impuso como el sucesor de consenso. Pose¨ªa la principal calidad que se requiere de un inmortal: ser ¡°de buena compa?¨ªa¡±. Su afabilidad y talante hac¨ªan de ¨¦l el favorito.
Pero una elecci¨®n sin rival pod¨ªa quedar algo deslucida. Un nombre alternativo empez¨® a sonar: el de Rufin. Enseguida se form¨® un frente para torpedear esta candidatura. Seg¨²n Le Monde, que lleva semanas informando con detalle del culebr¨®n, lideraba este frente el acad¨¦mico Marc Lambron. Resulta que en 2001 Lambron hab¨ªa perdido ante Rufin el premio Goncourt, el m¨¢s prestigioso de las letras francesas, que Maalouf hab¨ªa recibido en 1993 por La roca de Tanios. Lambron lanz¨® una campa?a ¡°ante el todo Par¨ªs¡± para recordar los v¨ªnculos de su viejo rival con la petrolera Total?nergies y con la farmac¨¦utica Sanofi. Harto del hostigamiento del que se sent¨ªa v¨ªctima, Rufin env¨ªo un mensaje por tel¨¦fono a Lambron: ¡°Viendo el inter¨¦s que sientes por mi vida y mi carrera, te preciso que no soy candidato¡±.
Esto ocurr¨ªa hace unas semanas, pero en todo buen culebr¨®n hay giros en el guion. Este lunes, cuando faltaban unas horas para cerrarse el plazo para presentar candidaturas, Rufin salt¨® de nuevo a la palestra. En una carta al decano, Pierre Rosenberg, argument¨®: ¡°Tentado en un primer momento por la renuncia, he llegado a la conclusi¨®n de que nuestra causa merece algunos sacrificios y que la situaci¨®n exige que servir a aquella con energ¨ªa, competencia y transparencia¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Parece indispensable que la Compa?¨ªa disponga, para decidir sobre su futuro en los a?os venideros, de una verdadera elecci¨®n¡±.
El mismo d¨ªa, Rufin hab¨ªa invitado a Maalouf a cenar en su casa, explica Le Monde. Cuando Maalouf supo que Rufin tambi¨¦n era candidato, anul¨® su presencia. As¨ª es como dos viejos amigos ¡ªRufin hab¨ªa pronunciado el discurso de recepci¨®n de Maalouf cuando este se convirti¨® en inmortal al ocupar el sill¨®n de Claude L¨¦vi-Strauss¡ª acabaron frente a frente. Estaba en juego el trono en una de las instituciones m¨¢s mon¨¢rquicas de Francia. El secretario perpetuo, como un ministro, tiene a su disposici¨®n un apartamento se?orial en el complejo que aloja el instituto de Francia. Es alguien que puede llegar a ejercer influencia en el mundo pol¨ªtico-literario parisino, una figura de prestigio y de poder. E imprimir un sello personal, como hizo Carr¨¨re d¡¯Encausse.
¡°Por gratitud tanto hacia Francia como hacia el L¨ªbano¡±, dijo Maalouf en su discurso de ingreso en 2012, ¡°aportar¨¦ todo lo que mis dos patrias me han dado: mis or¨ªgenes, mis lenguas, mi acento, mi convicci¨®n, mis dudas, y m¨¢s que todo, quiz¨¢s, mis sue?os de armon¨ªa y de coexistencia¡±. Ah¨ª est¨¢, posiblemente, la clave de su mandato.