Ben Shahn, el maestro del realismo social del siglo XX irrumpe en pleno auge de la ultraderecha
El Museo Reina Sof¨ªa dedica una gran retrospectiva al artista estadounidense que m¨¢s denunci¨® en sus cuadros la xenofobia y el rechazo al inmigrante


Ben Shahn (Kaunas, 1898-Nueva York, 1969) no cre¨ªa en el arte apol¨ªtico ni tampoco en el que se abstiene de tomar posturas. Migrante de una familia de clase trabajadora y de origen jud¨ªo, que proven¨ªa de la Lituania controlada por Rusia, entendi¨® que su trabajo deb¨ªa denunciar la xenofobia y el abuso de poder y dignificar al colectivo obrero. El rechazo a los inmigrantes, los gobiernos populares que propugnaban supremac¨ªas nacionalistas y las v¨ªctimas de la guerra son los temas que dominaron la carrera de este artista, como puede comprobarse en la muestra retrospectiva que le dedica el Museo Reina Sof¨ªa, bajo el t¨ªtulo De la no conformidad, que se inaugura este mi¨¦rcoles y podr¨¢ visitarse hasta el 26 de febrero de 2024. Viendo hoy sus obras, es inevitable cuestionarse si son piezas del siglo pasado o actuales.
¡°Shahn estar¨ªa aterrorizado si viera el momento que estamos viviendo. La historia se repite¡±, asegura Laura Katzman, comisaria de la exposici¨®n, que por primera vez re¨²ne en Espa?a cerca de 200 obras del m¨¢ximo representante del realismo norteamericano, que abarcan desde la d¨¦cada de 1930 hasta los a?os sesenta, procedentes de 50 museos, galer¨ªas, archivos y colecciones privadas, entre ellos el MoMA y el Museo Whitney de Nueva York. El paralelismo m¨¢s inmediato entre las obras de Shahn y la actualidad es la crisis migratoria. La ausencia de una pol¨ªtica para los miles de desplazados que llegan a Europa diariamente o el controvertido veto musulm¨¢n que decret¨® el gobierno de Trump en 2017 reverberan con el rechazo que sufr¨ªan los inmigrantes italianos en los a?os veinte en Estados Unidos por su fe cat¨®lica o sus ideas anarquistas. El cuadro La pasi¨®n de Sacco y Vanzetti (1931-1932) recrea el funeral con los dos cad¨¢veres de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, ejecutados en Massachusetts por un crimen que muchos creen que no cometieron.

Siguen la misma l¨ªnea la serie de guaches sobre Tom Mooney (1932-1933), un l¨ªder obrero irland¨¦s encarcelado injustamente por un atentado con bomba en 1916 en San Francisco. ¡°Al experimentar en carne propia el antisemitismo, Shahn desarroll¨® una gran empat¨ªa con los migrantes. En estos d¨ªas, nos recordar¨ªa que todos somos humanos y que tenemos responsabilidades con el otro¡±, asegura Katzman. El lituano abogaba por la convivencia entre razas y culturas como se puede ver en el cartel Soldadores (1946). La exhibici¨®n re¨²ne tambi¨¦n fotograf¨ªas, acuarelas, grabados y pinturas al temple.
Las obras de Shahn que denuncian la represi¨®n de los reg¨ªmenes autocr¨¢ticos de la d¨¦cada de los treinta como el nazi, tienen eco en los actuales de gobiernos extremistas en Europa y Am¨¦rica. ¡°Su trabajo podr¨ªa resultar pertinente para cualquier generaci¨®n, pero parece haber adquirido una nueva urgencia en el clima pol¨ªtico de gran polarizaci¨®n que impera hoy dentro y fuera de EE UU, en un momento en que la pol¨ªtica convencional ha experimentado una transformaci¨®n radical¡±, argumenta Katzman. El cuadro Luchamos por un mundo libre (1942) muestra la represi¨®n, el hambre y la tortura que sembraron los Estados desp¨®ticos. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial (a la que la muestra dedica una ampl¨ªa secci¨®n) se ven reflejados en sus Paisajes italianos, con escombros y mujeres deambulando en un lugar destrozado que no reconocen como su hogar, im¨¢genes no tan diferentes a las que salen en los diarios que cuentan d¨ªa a d¨ªa la guerra en Ucrania.

Shahn utiliz¨® su arte como un arma en la lucha de clases. Fue un ac¨¦rrimo defensor de la justicia social y de los despose¨ªdos, sus obras promueven los derechos de los trabajadores y exponen el desempleo generalizado y la precaria situaci¨®n de la clase obrera despu¨¦s del crack de 1929. Retrat¨® en fotograf¨ªas la situaci¨®n de los agr¨ªcolas y campesinos despu¨¦s de la crisis agraria y las fuertes tormentas de polvo provocadas por la sequ¨ªa en la d¨¦cada de 1930. Era un pintor abiertamente de izquierdas. No se ruboriz¨® a la hora de realizar obras para el Gobierno de Franklin Roosevelt y su campa?a de reelecci¨®n. ¡°A un principio era esc¨¦ptico con Roosevelt, pero al ver su compromiso antifascista y sus pol¨ªticas de empleo del New Deal, se convirti¨® en un seguidor¡±, asegura Katzman.
El pintor abstracto Robert Motherwell (1915-1991) lo llam¨® el mayor propagandista comunista de Estados Unidos, a lo que Shahn le respondi¨® que su obra era meramente decorativa. Durante la Guerra Fr¨ªa, sus pensamientos izquierdistas lo llevaron a ser interrogado por el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas de la C¨¢mara de Representantes y fue incluido en la lista negra de la CBS Broadcasting, para la que hab¨ªa dise?ado anuncios publicitarios. Este ambiente de persecuci¨®n y presi¨®n propio del macartismo lo reflej¨® en la obra Segunda alegor¨ªa (1953), en la que un gigantesco dedo acusador lo est¨¢ aplastando.

Es en ese camino hacia la segunda mitad del siglo XX cuando Shahn empieza a optar por un estilo m¨¢s l¨ªrico y expresionista, sin abandonar la figuraci¨®n. Era muy cr¨ªtico con los expresionistas abstractos de la ¨¦poca, a pesar de estudiarlos y apreciar su estilo, a quienes acusaba de no cuestionar su entorno. Cuando se le preguntaba por su fijaci¨®n por denunciar la realidad, Shanh respond¨ªa: ¡°[William] Blake dec¨ªa, en El matrimonio del cielo y del infierno, que indignarse con raz¨®n ante las injusticias era la alabanza m¨¢s aut¨¦ntica que se le pod¨ªa dedicar a Dios. Y creo que yo me paso la mayor parte del tiempo indignado con raz¨®n. El miedo que m¨¢s me atormenta es el absolutismo, ya sea en la religi¨®n, en la ciencia, en la pol¨ªtica o en el arte¡±.
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