Gloria Moure, historiadora del arte: ¡°Me aterroriza que la izquierda no sea consciente de la importancia de la cultura. La extrema derecha lo tiene muy claro¡±
La gestora cultural, que fue despedida por Fraga por su apuesta cosmopolita del arte, ahora organiza tres exposiciones en la Fundaci¨®n Mapfre, el Guggenheim de Bilbao y el Museo del Prado
Si hubiera que se?alar los nombres de los responsables de dar a conocer el arte contempor¨¢neo en Espa?a despu¨¦s de la Transici¨®n, la lista no ser¨ªa demasiado extensa y, con seguridad, nadie desbancar¨ªa de los primeros puestos a Gloria Moure (Barcelona, 77 a?os). Creadora de museos como el Espai Poblenou de Barcelona, su trabajo al frente del Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo (CGAC) de Santiago de Compostela consolid¨® el reconocimiento que ya se hab¨ªa ganado por su comisariado de grandes artistas internacionales desconocidos en la Espa?a de entonces. Entre 1994 y 1998, por el CGAC desfilaron Dan Graham, Ana Mendieta, F¨¦lix Gonz¨¢lez-Torres, Christian Boltanski, Juan Mu?oz o Anish Kapoor, entre otros muchos. Pero con Aznar al frente del Gobierno, Esperanza Aguirre en Cultura y Manuel Fraga en la Xunta, la programaci¨®n cosmopolita y equiparable a lo que se pod¨ªa ver en la Europa m¨¢s moderna era inasumible para aquella derecha y fue destituida. Los artistas y los estudiantes se pusieron al frente de las protestas que siguieron a su cese. Hubo manifiestos condenatorios de un despido que se consider¨® como una involuci¨®n hacia las pol¨ªticas culturales del posfranquismo. Moure recurri¨® ante los tribunales, pero perdi¨® la reclamaci¨®n. No hubo marcha atr¨¢s y el museo gallego, hasta entonces un ejemplo de modernidad, nunca recuper¨® su prestigio.
Desde su marcha de Galicia, Gloria Moure ha seguido ligada al arte con diferentes proyectos, en 2001 se incorpor¨® a la editorial Pol¨ªgrafa como directora de una nueva colecci¨®n de monograf¨ªas de artistas surgidos a partir de 1960. Ella misma firma las de Sigmar Polke, Gordon Matta-Clark, Dan Graham y Marcel Broodthaers.
Entre libros, exposiciones y jurados (form¨® parte del equipo de expertos que eligi¨® al ¨²ltimo director del Reina Sof¨ªa y formar¨¢ parte del Consejo Asesor del seleccionado, Manuel Segade), Moure inicia una temporada en la que organiza nada menos que tres importantes exposiciones. En La Fundaci¨®n Mapfre de Madrid ha comisariado la mayor retrospectiva dedicada en Espa?a a Medardo Rosso, precursor de la escultura contempor¨¢nea. El 9 de febrero de 2024 presentar¨¢ una retrospectiva de Giovanni Anselmo en el Guggenheim de Bilbao y, ya en noviembre, confrontar¨¢ en el Prado a Sigmar Polke con el goya que guarda el Museo de Bellas Artes de Lille (Francia).
Pregunta. ?C¨®mo fueron sus comienzos en el arte?
Respuesta. Ante todo quiero decir que me considero historiadora del arte y esa es la carrera que estudi¨¦. Me siento parte de la cultura europea y espa?ola. Si tengo que buscar el momento concreto en el que sent¨ª que me iba a dedicar al mundo del arte, me situar¨ªa en el verano de 1975 en Cadaqu¨¦s, en una larga conversaci¨®n con Richard Hamilton y Dieter Roth. Con ellos compart¨ª ideas y experiencias, algo que me apasiona hacer con los artistas. De esos encuentros sali¨® la idea de crear una instalaci¨®n para un perro, cosa que hicimos en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona en 1976.
P. Del perro pas¨® a Duchamp.
R. La exposici¨®n de Marcel Duchamp que ide¨¦ para la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona y que tambi¨¦n se pudo ver en Madrid era la m¨¢s ambiciosa realizada hasta entonces. Era 1980 y las referencias que pod¨ªamos usar para pedir obra fuera eran escas¨ªsimas. Yo tampoco era muy conocida. Tuve la suerte de conectar con la viuda de Duchamp, Lydie Fischer Sarazin-Levassor, que me ayud¨® a conseguir material para una exposici¨®n muy compleja.
P. ?Duchamp le da el certificado de calidad como comisaria de exposiciones?
R. Puede que sea as¨ª. La exposici¨®n tuvo un recorrido tremendo. Tengamos en cuenta tambi¨¦n que en ese arranque de los ochenta, lo moderno era la pintura, pero yo soy de las que creen que hay que hacer lo que no est¨¢ de moda. Cuando Lydie Fischer vio el resultado de la exposici¨®n me dijo: ¡°Bienvenida al mundo de los cocodrilos¡±.
P. ?Mucho cocodrilo en este mundillo?
R. Much¨ªsimo.
P. ?C¨®mo fue el salto a Santiago para dirigir el CGAC?
R. Soy barcelonesa de or¨ªgenes gallegos, pero cuando me llam¨® Fraga para ofrecerme el CGAC, no ten¨ªa v¨ªnculos con nadie y mucho menos con pol¨ªticos. La oferta me pareci¨® interesante porque me dejaba manos libres para llevar a cabo el proyecto que quisiera.
P. Todo fue bien durante los primeros tiempos.
R. Empezamos con artistas de los sesenta no muy conocidos para no competir con Madrid y expon¨ªamos a artistas gallegos a la vez que nos permit¨ªamos retrospectivas hist¨®ricas que enriquec¨ªamos con ciclos de filosof¨ªa o de poes¨ªa. La primera hist¨®rica se la dedicamos a Medardo Rosso. Fraga ven¨ªa a todas las exposiciones. Si estaba el artista ped¨ªa que fuera ¨¦l quien le guiara y si no era posible, le gustaba escuchar a los comisarios. Era un hombre pol¨ªglota y culto, pero le dimitieron dos directores generales en protesta por mi trabajo. Cuando un tercero amag¨® con marcharse, Fraga no dud¨® y me despidi¨®. El pa¨ªs estaba en plena involuci¨®n con Aznar en la presidencia y con Esperanza Aguirre como ministra de Educaci¨®n y Cultura.
P. Tuvo el apoyo de artistas, intelectuales, estudiantes y colegas de todo el mundo.
R. As¨ª fue, pero nada se movi¨®.
P. ?Qu¨¦ siente cuando ve que los gobiernos de PP y Vox en varias comunidades aut¨®nomas est¨¢n atacando directamente a la cultura censurando, cancelando y recortando presupuestos?
R. Siento que estamos viviendo un momento muy peligroso, que volvemos a las cavernas. Es muy urgente que la izquierda entienda que, al igual que la sanidad, la cultura no puede dejarse en manos privadas ni puede ser manoseada. Vox lo ha visto muy claro y es lo primero que exigen cuando entran en los gobiernos. Quieren destrozar la cultura. Si no se reacciona, habr¨¢ generaciones perdidas.
P. Lleva d¨¦cadas en primera l¨ªnea, pero sorprende que tenga en cartera tres exposiciones tan relevantes.
R. Se han sumado varias circunstancias. El coronavirus alter¨® agendas, fechas y pr¨¦stamos. Toda previsi¨®n se deshizo y aqu¨ª estamos, con tres exposiciones que, efectivamente, son muy importantes.
P. Coincidi¨® con Carmen Gim¨¦nez, responsable de la pol¨ªtica oficial de exposiciones del Ministerio de Cultura entre 1983 y 1989.
R. Ese es el periodo durante el que se produce el gran cambio cultural de nuestro pa¨ªs. El Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez tuvo el acierto de recurrir a la cultura para transformar la imagen de Espa?a en el exterior y para dar a conocer en el interior lo que se hac¨ªa en el extranjero. Javier Solana, que en mi opini¨®n fue un gran ministro de Cultura, tuvo el acierto de elegir a alguien valiente y cosmopolita como Carmen Gim¨¦nez. Su trabajo fue espectacular. De repente, todos los artistas y coleccionistas quer¨ªan viajar a Madrid, cosa que hasta entonces no ocurr¨ªa
P. ?Se trataron ustedes?
R. S¨ª, tuvimos y tenemos muy buena relaci¨®n.
P. ?Se encontr¨® con obst¨¢culos extra por ser mujer?
R. No ha sido f¨¢cil, desde luego. Pero tampoco he tenido a nadie que me amargase la vida.
P. ?Qu¨¦ ten¨ªa usted profesionalmente que no tuvieran otros colegas?
R. Siempre he tenido una visi¨®n personal, que supone tener un programa propio como el que pude generar en Galicia. Le doy un valor enorme a los artistas porque ellos son la esencia del arte. Tambi¨¦n le doy valor al entorno porque los museos no son islotes. Tienen que relacionarse con los barrios, con los maestros, con los estudiantes.
Babelia
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