El pueblo m¨¢s peque?o de M¨¢laga encuentra su castillo
Una investigaci¨®n analiza las t¨¦cnicas y elementos de la arquitectura de Salares para concluir que hay casas andalus¨ªes a¨²n en pie y que una serie de muros y viviendas formaron un sistema defensivo del Reino de Granada
El arquitecto malague?o Pablo Farf¨¢n se fue al pueblo menos habitado de M¨¢laga a estudiar la arquitectura tradicional y acab¨® descubriendo un castillo. Ha sido el resultado de un largo trabajo de campo iniciado en 2016 en el municipio de Salares, con solo 175 residentes, donde ha documentado decenas de elementos de la arquitectura andalus¨ª. Son referencias que luego traslad¨® a un mapa donde, al unir sus puntos, traz¨® las l¨ªneas de la que considera una vieja fortaleza del Reino de Granada que aparece mencionada en documentos del siglo XV. Le ha ocurrido en otras tres localidades m¨¢s de la zona. Todo ello forma una investigaci¨®n que se publicar¨¢ a finales de a?o y que, espera, servir¨¢ para proteger un patrimonio que a¨²n no est¨¢ ni catalogado. Tambi¨¦n para rehabitar una zona con graves problemas de despoblaci¨®n. ¡°Su trabajo nos ha dejado en shock. Nadie nos hab¨ªa explicado la joya que tenemos¡±, asegura Pablo Crespillo, alcalde de Salares.
Las viejas callejuelas de esta localidad no se encuentran por casualidad. Hay que ir a buscarlas a conciencia a la parte m¨¢s alta de la comarca de la Axarqu¨ªa por dos carreteras que son pura curva, protegidas siempre por el gigante calizo de la Sierra de Tejeda. Ese aislamiento ha sido un problema hist¨®rico, pero que ahora ha revelado una ventaja: su arquitectura ha quedado congelada en el tiempo. Farf¨¢n, que en 2016 llevaba ya dos d¨¦cadas trabajando en Madrid en la rehabilitaci¨®n de edificios antiguos hasta el siglo XVI, tambi¨¦n lleg¨® all¨ª por azar. De repente se vio caminando entre casas blancas con los ojos de quien hab¨ªa encontrado un tesoro. ¡°Alucin¨¦¡±, recuerda. Quiso entonces estudiar esta arquitectura vern¨¢cula ¡ªla tradicional de cada zona que utiliza t¨¦cnicas y materiales aut¨®ctonos¡ª para aplicar sus t¨¦cnicas a su trabajo en viviendas bioclim¨¢ticas. En un peque?o cuaderno realiz¨® dibujos al vuelo y su pareja no par¨® de tomar fotos. Acabaron enamorados del lugar y compraron una casa en la parte alta, junto a las calles Castillejo y Torre¨®n. Aquellos nombres le dieron motivos para pensar que all¨ª debi¨® de haber un castillo, ¡°pero ni estaba documentado ni catalogado¡±, a?ade. Convirti¨® aquella curiosidad en una investigaci¨®n. Sus resultados, como reconoce el propio alcalde, sorprenden.
Las conclusiones e hip¨®tesis son la meta volante de un largo camino que arranc¨® con el an¨¢lisis de las f¨®rmulas constructivas del municipio. Descubri¨® que el uso de piedra en seco es all¨ª com¨²n: casas construidas con rocas superpuestas ¡ªal estilo de los balates, muros declarados Patrimonio Mundial¡ª acabadas con barro como aislamiento. Tambi¨¦n que hay viejos ladrillos rojos compuestos por arcilla y piedras angulosas. Farf¨¢n no ten¨ªa herramientas para datar los materiales de esa arquitectura, pero pod¨ªa comprobar su relaci¨®n con elementos cercanos que s¨ª lo est¨¢n. Se fue a los alminares de las iglesias de Salares ¡ªjoya mud¨¦jar levantada entre los siglos XIII y XIV y declarada Monumento Nacional en 1989¡ª y ?rchez ¡ªde las mismas caracter¨ªsticas¡ª y visit¨® las ruinas del castillo de Sedella, con or¨ªgenes en el siglo X. ¡°Todo coincid¨ªa¡±, revela el arquitecto, que en su libreta apunt¨® otros elementos cl¨¢sicos de la arquitectura andalus¨ª como muros de mamposter¨ªa, aleros, arcos, algorfas, forjados con vigas y ca?as atadas con esparto. Tambi¨¦n elementos singulares como el tejaroz: ladrillos dispuestos en forma triangular sobre las puertas. Incluso capas de cal de hasta diez cent¨ªmetros que representan siglos de encalado, algunas salpicadas por estratos color a?il.
?De qu¨¦ le sonaba todo? Primero a los pueblos colindantes. Sedella, C¨²tar o Canillas de Albaida comparten patr¨®n arquitect¨®nico. Despu¨¦s, a dos comarcas cercanas del Reino de Granada a ambas caras de Sierra Nevada: la Alpujarra y el Marquesado de Zenete, que visit¨® para comprobar que todo coincid¨ªa. Luego viaj¨® a un tercer lugar al otro lado del mar de Albor¨¢n, Chauen, cuyos mapas describen el barrio andaluz, ponen fecha a las oleadas de habitantes llegadas desde el reino nazar¨ª entre los siglos XIV y XV y se?alan los ¡°ba?os andaluces¡±. Bajo sus fachadas a?iles hay capas de cal blanca. Sus caracter¨ªsticas se repet¨ªan en otro pueblo cercano, Aduz. ¡°En todas esas comarcas hay una arquitectura com¨²n que viene de la Edad Media y, por lo tanto, la de Salares tambi¨¦n tiene esos or¨ªgenes¡±, relata. Este pueblo tiene casas en pie, algunas habitadas, en su opini¨®n, con m¨¢s de 600 a?os. Tambi¨¦n otros cercanos como C¨²tar, donde hace dos d¨¦cadas se hall¨® un Cor¨¢n emparedado entre los muros de una casa desde el siglo XV.
Un recinto defensivo invisible
Entre los elementos descritos en Salares, el investigador malague?o tambi¨¦n marc¨® en rojo varias construcciones en forma de cubo. Sobresalen a simple vista nada m¨¢s aparcar el coche junto al mastod¨®ntico edificio del Ayuntamiento, pero subiendo cuestas y callejeando hay m¨¢s, muchos manchados por el episodio de calima de 2022. Muros gruesos, tres o cuatro plantas de altura, ventanas min¨²sculas y un espacio interior inhabitable por su estrechez son sus caracter¨ªsticas compartidas por recintos que hoy ejercen de trasteros o est¨¢n abandonados. Farf¨¢n marc¨® en un mapa del municipio cada una de estas estructuras. Cuando uni¨® los puntos encontr¨® su castillo. Lo que aparec¨ªa dibujado era un sistema defensivo similar a los construidos por el Reino de Granada: una muralla que proteg¨ªa el castillo en la parte alta y otra algo m¨¢s abajo que defend¨ªa la medina incluso con puertas en recodo.
El investigador Alberto Escolano a?adi¨® m¨¢s cimientos a la teor¨ªa al transcribir el Libro de Apeos y Repartimientos del municipio, de 1572, que describe las personas que fueron expulsadas ese a?o, sus posesiones y a qu¨¦ repobladores se las dieron. ¡°La palabra castillo aparece ah¨ª dos veces¡±, destaca. La tesis del historiador Valent¨ªn Fern¨¢ndez ya destacaba tambi¨¦n en 2016 el ¡°importante papel geoestrat¨¦gico¡± y defensivo de Daimalos, aldea donde hoy viven 50 personas a solo tres kil¨®metros al sur de Salares, que ¡±posiblemente parte del mismo sistema de defensa¡±, seg¨²n Farf¨¢n.
La ubicaci¨®n del municipio bajo la Sierra de Tejeda, como Daimalos, en el antiguo camino a Granada que siglos despu¨¦s a¨²n usaban los arrieros explica el car¨¢cter defensivo de la localidad. ¡°A partir de 1492 ya no hac¨ªa falta un sistema defensivo, por lo que estas murallas deben de ser anteriores¡±, insiste Farf¨¢n, cuyo minucioso trabajo en Salares ha permitido, bajo los mismos criterios, encontrar las pistas que dibujan otras tres fortificaciones en la misma ¨¢rea de la Axarqu¨ªa, en los municipios de ?rchez, C¨²tar y Canillas de Albaida. ¡°Coinciden materiales, elementos, patrones de construcci¨®n, ubicaci¨®n geoestrat¨¦gica y hasta la toponimia de sus calles¡±, recalca. El arque¨®logo Carlos Goz¨¢lbes sostiene que es muy claro en localidades como ?rchez, pero que en Salares es menos evidente. ¡°Existe esa posibilidad, pero no la seguridad de que sea as¨ª¡±, sostiene.
De momento, las hip¨®tesis de Farf¨¢n y el resto de especialistas ser¨¢n la base de un libro y de una exposici¨®n que sensibilizar¨¢ a locales y visitantes en los pr¨®ximos meses sobre la importancia de defender y proteger la arquitectura. ¡°Ahora falta certificarlo todo de manera cient¨ªfica¡±, afirma Mar¨ªa Jos¨¦ Bustos, que junto a Jes¨²s Moral ha utilizado el mismo modelo en el casco urbano de ?trabo, al norte de Sierra de Tejeda, ya en territorio granadino, donde comprobaron que ¡°se repite todo pr¨¢cticamente igual, aunque con matices locales¡±.
A?adir dataciones es uno de los pr¨®ximos objetivos de esta investigaci¨®n para transformarla en informes que impulsen la protecci¨®n de este patrimonio. ¡°El camino recorrido busca darle valor, aprender de ¨¦l, rehabilitarlo y recuperar la vida en la Axarqu¨ªa con m¨¢s poblaci¨®n: no hay mejor forma de mantener que habitar¡±, recalca Farf¨¢n, quien cree que las muchas generaciones de vecinos de Salares y otros pueblos han ejercido ¡°de guardianes¡± de ese patrimonio al mantenerlo vivo, ya sea en forma de vivienda, alminar, muralla, ba?o ¨¢rabe u otro uso. Ahora espera que las Administraciones pongan de su parte para la defensa de un pasado que tambi¨¦n puede ser futuro. Salares, de hecho, ya estudia una ordenanza que salvaguarda los elementos de valor. ¡°Es que podemos tener viviendas nazar¨ªes en pie¡±, remacha sorprendido el alcalde Pablo Crespillo, que pide cautela y planea ya reuniones y charlas con los vecinos para impulsar la preservaci¨®n de la joya andalus¨ª en la que viven.
Babelia
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