Las ¡®cebras¡¯ de hace ocho millones de a?os que terminaron en un cruce de la autov¨ªa A-33
La construcci¨®n de una carretera en Albacete destapa un gran yacimiento de animales del Mioceno que fueron arrastrados por el agua
En septiembre de 2018, durante las obras de construcci¨®n de la autov¨ªa A-33 a su paso por el municipio de Caudete (Albacete) ¨Dsituado en el cruce de cuatro provincias, Albacete, Alicante, Murcia y Valencia¨D, las m¨¢quinas excavadoras hallaron a unos 10 metros de profundidad miles de restos ¨®seos y dientes de animales de grandes proporciones. Se trataba del ahora conocido como yacimiento paleontol¨®gico de El Cruce, que acumulaba m¨¢s de 6.000 huesos de ejemplares que hab¨ªan vivido hace unos ocho millones de a?os. Lo llamativo es que la mayor parte se concentraba en un ¨²nico lugar y a la misma profundidad ¨Dunos 10 metros¨D, mientras que en las capas superiores o inferiores, o a escasos metros de distancia, no se pudo hallar ni uno.
La revista de divulgaci¨®n cient¨ªfica Capdetania. Tierra de Fronteras desvela ahora los ¨²ltimos informes paleontol¨®gicos que dan una respuesta a tan sorprendente hecho: los animales ¨Dpertenecientes a la especie Hipparion, ¨¦quidos similares a las cebras actuales, un rinoceronte, artiod¨¢ctilos (de cuatro dedos) como jirafas, carn¨ªvoros (hienas, entre ellos), reptiles (cocodrilos o un tipo de tortuga gigante) y conejos¨D fueron arrastrados violentamente por las aguas hasta terminar todos depositados en un ¨²nico lugar.
La mayor parte de las monta?as que conforman el t¨¦rmino municipal de Caudete est¨¢n constituidas por rocas que se originaron a partir de sedimentos acumulados bajo el mar hace millones de a?os. ¡°En un primer momento¡±, se lee en el art¨ªculo firmado por Ignacio Fierro, Ainara Aberasturi, Jos¨¦ Navarro Almendro, Carmen Corbal¨¢n, Francisco Javier Ruiz S¨¢nchez, Plini Montoya y Jos¨¦ Manuel Mar¨ªn Ferrer, ¡°resultaba sorprendente que el hallazgo se realizara solo a varios metros de profundidad, cuando en superficie no se hab¨ªa detectado ning¨²n indicio de la existencia de tal afloramiento, ni f¨®sil alguno¡±. Adem¨¢s, todo el estrato no estaba ocupado por restos de animales en la misma proporci¨®n. Los huesos aparec¨ªan concentrados en determinados sectores de esa capa, mientras que en otras zonas cercanas no se localizaba ninguno.
El seguimiento paleontol¨®gico se inici¨® en junio del a?o 2020 por un equipo de nueve paleont¨®logos de la Fundaci¨®n Cidaris, contando con una triple codirecci¨®n (Ignacio Fierro, experto en patrimonio paleontol¨®gico; la ge¨®loga Ainara Aberasturi, directora del Museo Paleontol¨®gico de Elche, y el ge¨®logo Jos¨¦ Navarro, experto en Sistemas de Informaci¨®n Geogr¨¢fica). Al equipo se unieron tambi¨¦n miembros especializados en micromam¨ªferos de la Universidad de Valencia.
Adem¨¢s, la urgencia en los plazos de entrega de las obras de la autov¨ªa no permiti¨® excavar en algunas zonas ¡°hueso a hueso¡±, por lo que se extrajeron grandes bloques, llamados carcasas o momias, para analizarlos con posterioridad en laboratorio. Sin embargo, en otras partes del yacimiento s¨ª se pudo seguir con el procedimiento cl¨¢sico de las intervenciones paleontol¨®gicas y los restos fueron documentados individualmente. En conjunto, se recuperaron m¨¢s de 6.600 huesos y dientes, adem¨¢s de 100 carcasas de gran tama?o con multitud de piezas en su interior.
Una cuenca sedimentaria es una depresi¨®n en la corteza terrestre que permite, durante un lapso de tiempo m¨¢s o menos largo, generalmente decenas de millones de a?os, que los sedimentos erosionados de los relieves circundantes se acumulen en su ¨¢rea. La de Caudete, que se extiende hacia la localidad de La Font de la Figuera (a 16 kil¨®metros), se comenz¨® a rellenar de sedimentos en el Mioceno Medio (13 millones de a?os).
Este tipo de cuencas b¨¦ticas comienza con un relleno de elementos marinos, ¡°lo que evidencia que exist¨ªan pasillos de agua que conectaban el oc¨¦ano Atl¨¢ntico con el mar Mediterr¨¢neo, y una evoluci¨®n hacia ambientes continentales, donde el mar desaparece y predominan los dep¨®sitos de sedimentos vinculados con lagos y r¨ªos¡±. El an¨¢lisis de estos elementos permite a los expertos reconstruir su historia, dado que los f¨®siles dan pistas del ambiente y clima del pasado.
Las rocas sedimentarias de los taludes de la autov¨ªa se?alan, adem¨¢s, ¡°paisajes fluviales y lacustres que temporalmente se suced¨ªan. Diversos procesos naturales favorecieron as¨ª que grandes concentraciones de huesos de animales que habitaban el entorno se acumularan en El Cruce, quiz¨¢s arrastrados por las aguas de escorrent¨ªa hacia el centro de la cuenca¡±.
Un porcentaje importante de los huesos encontrados en el yacimiento pertenecen a un ¨¦quido conocido como Hipparion, un caballo trid¨¢ctilo extinto. Junto a ellos, y hasta el momento, se han reconocido restos del mencionado rinoceronte, de carn¨ªvoros y reptiles, adem¨¢s de varias especies de micromam¨ªferos (dos m¨²ridos, un h¨¢mster, un conejo y tres insect¨ªvoros) e invertebrados.
El Hipparion fue un animal relativamente frecuente en el Mioceno Superior (8 millones de a?os) y el Plioceno (entre 5 y 2 millones de a?os) en el Levante peninsular. Sin embargo, no es frecuente encontrar grandes concentraciones de su osamenta y especialmente cr¨¢neos agrupados o amontonados, tal y como ocurre en El Cruce. ¡°La presencia de estos animales en la depresi¨®n de Caudete constituye un hecho de gran relevancia cient¨ªfica. Dada la edad de este yacimiento, en torno a los 8 millones de a?os, la informaci¨®n que suministre el material f¨®sil recogido ser¨¢ fundamental para comprender mejor las migraciones de mam¨ªferos entre Europa, Asia y Norteam¨¦rica durante esta edad¡±. En la actualidad todos los f¨®siles se encuentran depositados en el Museo Paleontol¨®gico de Castilla-La Mancha (MUPA), a la espera de proseguir su investigaci¨®n y de que una parte de los f¨®siles puedan ser exhibidos permanentemente en el futuro centro de interpretaci¨®n de Caudete.
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