1.700 yacimientos arqueol¨®gicos afloran en los pantanos espa?oles despu¨¦s de tres a?os de sequ¨ªa
La carencia de lluvias desvela bajo los campos de cultivo del norte peninsular de entramados urbanos milenarios a campamentos romanos
Desde hace tres a?os, los pantanos espa?oles est¨¢n bajo m¨ªnimos. En pleno diciembre de 2019, el embalse de Valdeca?as (Bohonal de Ibor, C¨¢ceres) dejaba ver, por primera vez desde los a?os noventa, los restos de la ciudad romana de August¨®briga. El que es conocido como el Stonehenge espa?ol, el dolmen de Guadalperal, un monumento megal¨ªtico de hace 5.000 a?os, que fue engullido tambi¨¦n por el embalse de Valdeca?as, emergi¨® en 2022. Por su parte, Pintia, gran la ciudad vaccea de Valladolid, ha mostrado el entramado de sus calles y un posible templo romano, porque el terreno se ha secado como nunca antes. Cerca de 1.700 yacimientos arqueol¨®gicos han aflorado en este trienio, seg¨²n los datos del Ministerio de Cultura y Deporte, por la sequedad permanente. De gran parte de ellos no se ten¨ªa conocimiento. Sus ubicaciones, no p¨²blicas, se guardan ya en una base de datos abierta al efecto. ¡°El temor es el expolio¡±, afirma ?ngel Villa, coordinador del Plan Nacional de Arqueolog¨ªa. ¡°Cuando llegamos al embalse de Izn¨¢jar [entre C¨®rdoba, M¨¢laga y Granada], los detectoristas ya lo hab¨ªan expoliado. Y eso que nadie conoc¨ªa de su existencia¡±. Por eso, las autoridades trabajan a contrarreloj en la redacci¨®n de un protocolo, que deber¨ªa estar acabado en diciembre pr¨®ximo, ¡°para sistematizar la actuaci¨®n sobre los yacimientos que est¨¢n emergiendo¡±.
La falta de lluvias, adem¨¢s de provocar el descenso del nivel de los embalses y las l¨®gicas apariciones de yacimientos sumergidos, aumenta el efecto de lo que los arque¨®logos llaman crecimiento diferencial. Este consiste en un contraste de tonalidades muy acusado en una misma ¨¢rea de cultivo. Donde la capa de terreno f¨¦rtil es muy profunda y, por tanto, se guarda mejor la humedad, las plantas presentan un color verde o verduzco, mientras donde hay poco espesor de tierra, porque existen estructuras p¨¦treas cerca de la superficie, la tonalidad es m¨¢s cercana al marr¨®n. Este efecto siempre ha permitido a los arque¨®logos conocer con gran facilidad, en primavera y verano, d¨®nde se ocultan estructuras constructivas desconocidas. Pero desde hace unos a?os, el fen¨®meno se produce con mayor frecuencia y mayor contraste en el norte peninsular.
Esperanza Mart¨ªn, directora de varios yacimientos en el norte de Espa?a, admite que la falta de precipitaciones le ha permitido documentar recientemente, gracias al crecimiento diferencial, un ¡°edificio monumental¡± en Dess¨®briga (ciudad vaccea entre Palencia y Burgos). ¡°La sequ¨ªa, que evidentemente no es un fen¨®meno nuevo, s¨ª que es muy extra?a en los ¨²ltimos a?os. Llueve menos o a destiempo, lo que provoca un raro crecimiento de los cultivos. Esto me ha pasado en cinco o seis lugares este a?o, entre ellos un campamento romano que se ve muy claramente¡±.
La arque¨®loga ¨Dque reh¨²sa indicar d¨®nde se han realizado los ¨²ltimos hallazgos para evitar expolios¨D s¨ª menciona, por ejemplo, que la bajada del nivel del agua en el pantano de Luna (Le¨®n), permite ver un nuevo tramo de la calzada romana. ¡°Conozco la zona desde muy jovencita y jam¨¢s lo hab¨ªa visto as¨ª. Ll¨¢malo sequ¨ªa o cambio clim¨¢tico, da igual. Pero no recuerdo nada parecido¡±.
Mim¨ª Bueno Ram¨ªrez, catedr¨¢tica de Prehistoria de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, asevera que cuando las previsiones de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo, la Junta de Extremadura y el Ministerio Cultura avisaban de una bajada importante del nivel del agua del embalse de Valdeca?as, inici¨® junto a Enrique Cerrillo, de la Universidad Complutense, un proyecto de prospecci¨®n intensa del hallazgo. As¨ª se hall¨® el conocido como dolmen de Guadalperal (finales del V y el III milenio a. C.). ¡°Esta parte de Extremadura fue una zona de paso y asentamiento durante muchos siglos de muchas culturas. El pantano, apenas ha vuelto a subir, lo que nos ha permitido localizar 200 yacimientos dentro de ¨¦l de todo tipo de ¨¦pocas¡±, entre ellas monumentos megal¨ªticos, poblados neol¨ªticos y calcol¨ªticos, menhires, adem¨¢s de elementos del paleol¨ªtico, prehistoria reciente y Edad del Hierro¡±.
La arque¨®loga explica que cuando el pantano se construy¨® en los a?os sesenta del siglo pasado no se llevaba a cabo ning¨²n tipo de estudio arqueol¨®gico previo para determinar si alg¨²n yacimiento quedaba afectado. ¡°Eso, afortunadamente, ya no pasa as¨ª¡±. Y recuerda que, nada m¨¢s hallarse el dolmen, se hizo un inventario de los yacimientos del embalse gracias a la carta arqueol¨®gica (documento oficial donde se se?alan los lugares arqueol¨®gicos), referencias historiogr¨¢ficas, fotograf¨ªas a¨¦reas anteriores a la construcci¨®n del pantano y sobre todo datos extra¨ªdos de im¨¢genes LIDAR (fotograf¨ªa l¨¢ser) que pudieron ser comprobados ante la continuidad de la sequ¨ªa durante los a?os 2020 y 2021. El trabajo en el Guadalperal concluy¨® con una excavaci¨®n arqueol¨®gica que ha permitido determinar los criterios de conservaci¨®n y relleno para que se mantenga la estructura.
?ngel Villa, por su parte, explica que los pantanos est¨¢n bajo responsabilidad de las confederaciones hidrogr¨¢ficas, lo que confiere a al Ministerio de Cultura y Deportes la coordinaci¨®n de los trabajos sobre ellos. ¡°Casi todos los embalses son zonas muy antropizadas, ya que coinciden con vados hist¨®ricos, pasos o zonas muy f¨¦rtiles, como son los casos de los embalses de Izn¨¢jar, Serena o Valdeca?as. Cada vez que voy a ellos, me sorprendo, porque muestran una sucesi¨®n arqueol¨®gica muy elevada¡±, afirma el coordinador del plan nacional.
Villa cree que el protocolo de actuaci¨®n estar¨¢ terminado a finales de este a?o. ¡°Si se trata de bienes inmuebles, se consolidar¨¢n para que agua no los perjudique, como ya se hizo hace dos a?os en Guadalperal o se monitorizar¨¢n las subidas y bajadas de los niveles. En el caso de restos muebles, se llevan al Instituto de Patrimonio Cultural de Espa?a (IPCE) para que los restaure y se depositen posteriormente en museos, como as¨ª ha ocurrido en el embalse de Valdeca?as¡±.
¡°Pero lo que de verdad da?a a los yacimientos, no es tanto la subida y bajada del nivel del agua, sino los expolios. Los detectoristas van por delante de nosotros. El agua, al bajar, limpia el estrato superior. Lo que es maravilloso para los arque¨®logos, lamentablemente tambi¨¦n lo es para expoliadores porque les facilita destruir los yacimientos. Cuando llegamos a Izn¨¢jar, ya lo hab¨ªan expoliado y eso que el yacimiento ni se conoc¨ªa. Es terrible¡±.
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