El mito de los hermanos Goldman: uno, estrella del pop franc¨¦s; el otro, atracador y revolucionario
Un ensayo del historiador Ivan Jablonka y una pel¨ªcula de C¨¦dric Kahn reexaminan las figuras dispares de Jean-Jacques y Pierre, iconos en la Francia contempor¨¢nea
Eran hermanos y no pod¨ªan ser m¨¢s distintos. Eran los Goldman, iconos de un momento de la historia y la sociedad de Francia, y hoy de nuevo de actualidad gracias a un libro y una pel¨ªcula.
El mayor, Pierre, era un rebelde, en c¨®lera contra todo y todos. Un aventurero, un revolucionario. Tambi¨¦n un macho alfa, un tipo violento, un atracador envuelto en un aura rom¨¢ntica que en los a?os setenta se convirti¨® en una causa c¨¦lebre para la izquierda. Sartre, Beauvoir, Montand firmaban manifiestos a su favor. El cantautor Maxime Le Forestier le dedic¨® una canci¨®n protesta.
Jean-Jacques era siete a?os menor e intentaba por entonces abrirse camino en el negocio musical. Se convirti¨® en el rey del pop-rock franc¨¦s, con millones de discos vendidos y un talante opuesto al de Pierre. Jean-Jacques fue un artista integrado en el sistema, progresista pero no revolucionario. Y con una imagen de estrella a su pesar, un hombre humilde y corriente que representaba una masculinidad tierna y sensible. Ahora se le llamar¨ªa un ¡°aliado¡± del feminismo.
Pierre muri¨® asesinado en 1979. Ten¨ªa 35 a?os. A su entierro, en el cementerio P¨¨re Lachaise, de Par¨ªs, asistieron miles de personas.
Jean-Jacques hizo mutis a principios de este siglo. Despu¨¦s de serlo todo en el pop franc¨¦s, seguramente el m¨¢s celebrado (y, al mismo tiempo, poco conocido fuera de las fronteras de la francofon¨ªa y despreciado por la ¨¦lite del buen gusto como artista de masas, facil¨®n y popular) de la era posterior a los sesenta y setenta, se retir¨®. Veinte a?os de silencio. Y, pese a que ya no graba discos y muy raramente aparece en p¨²blico, es, sondeo tras sondeo, la figura p¨²blica preferida de los franceses.
?Qu¨¦ ten¨ªan de especial aquellos hermanos, hijos de madre distinta (jud¨ªa polaca la de Pierre, alemana la de Jean-Jacques) y de un jud¨ªo nacido en Polonia y que particip¨® en la Resistencia francesa contra la ocupaci¨®n nazi? ?Qu¨¦ explica su leyenda de la Francia de su ¨¦poca, y de la de hoy? La publicaci¨®n de un ensayo sobre el artista Jean-Jacques Goldman y el estreno de una pel¨ªcula sobre el g¨¢nster-revolucionario Pierre Goldman, demuestra la fuerza del ambivalente mito Goldman.
¡°La coincidencia del libro y la pel¨ªcula dice algo de la historia de la familia Goldman, que encarna casi un siglo de historia francesa, si nos remontamos al padre¡±, explica Ivan Jablonka, profesor de Historia en la universidad Sorbona Par¨ªs Norte y autor de Goldman, uno de los ensayos del a?o en Francia. ¡°Tambi¨¦n dice algo sobre las luchas fratricidas en la izquierda francesa. Y sobre la manera en que los inmigrados, y en especial los inmigrados jud¨ªos, se integraron, y encarnan la historia francesa¡±.
El bistur¨ª anal¨ªtico y narrativo que Jablonka aplic¨® al asesinato de una mujer en La?titia o el fin de los hombres, y a la revoluci¨®n feminista y el machismo en Hombres justos (ambos publicados en castellano por Anagrama), los aplica ahora a una estrella pop. Salvando las distancias musicales, sociol¨®gicas e ideol¨®gicas, es como si alguien escribiese un ensayo sobre Mecano para entender la Espa?a y los espa?oles de los ochenta, y a los de ahora. Con el supuesto de que un familiar del grupo hubiese sido en los a?os setenta una mezcla de El Lute y un revolucionario de extrema izquierda.
La pel¨ªcula El proceso Goldman, dirigida por C¨¦dric Kahn, se centra en el otro protagonista. Se trata de una reconstrucci¨®n del segundo y ¨²ltimo juicio, en 1976, a Pierre Goldman, por varios atracos y por la muerte de dos empleadas de una farmacia cerca de la plaza de la Bastilla, en Par¨ªs. Fue absuelto por esta ¨²ltima acusaci¨®n y sali¨® en libertad. La pel¨ªcula es la historia de un hombre pose¨ªdo por una rabia incontenible y atormentado por el Holocausto.
¡°Yo nac¨ª en la sombra, nac¨ª en la sombra y durante tiempo mi deseo fue que no me arrancasen de la sombra donde me encuentro¡±, escribi¨® en Recuerdos oscuros de un jud¨ªo polaco nacido en Francia, un poderoso libro de memorias escritas en prisi¨®n, en las que afirma: ¡°Yo so?aba con una guerra civil, una guerra antifascista, un verdadero retorno del tiempo, de la historia.¡±
Hay en la pel¨ªcula un personaje secundario, pero del que es imposible apartar la mirada. Sentado en primera fila de la sala de audiencias, junto a sus padres, se ve a un muchacho con traje y corbata y ¡°larga cabellera¡±, como le describe Pierre en sus memorias. Es Jean-Jacques.
¡°Jean-Jacques¡±, apunta Jablonka, ¡°se defini¨® por oposici¨®n a su hermanastro, aunque fuesen de la misma familia y con el mismo padre, aunque pienso que hab¨ªa una cierta ternura entre ellos.¡±
El padre de ambos, Alter Moish¨¦ Goldman, milit¨® de joven en organizaciones jud¨ªas de izquierdas. Era deportista: le pill¨® el inicio de la Guerra Civil espa?ola en Barcelona para participar en la Olimpiada Popular. Tras la II Guerra Mundial, regent¨® un comercio de ropa deportiva en Montrouge, en el extrarradio de Par¨ªs. Jean-Jacques trabaj¨® ah¨ª hasta sus primeros grandes ¨¦xitos musicales. Mientras este hab¨ªa seguido la trayectoria cl¨¢sica de la meritocracia (boy scout, hijo obediente a un padre obsesionado con la integraci¨®n en Francia), Pierre se revolv¨ªa contra todo esto. Lo expulsaron de la escuela. Viaj¨® a Cuba y a Venezuela. Despreciaba por tibios a los revolucionarios de Mayo del 68.
¡°Ambos se opon¨ªan en dos puntos, al menos¡±, expone Jablonka. ¡°Primero, en su relaci¨®n con lo jud¨ªo. La de Pierre era muy reivindicada. Le habr¨ªa gustado ser un jud¨ªo en un gueto y matar nazis. La de Jean-Jacques era mucho m¨¢s discreta, fiel, dentro de una filiaci¨®n b¨ªblica, con una reflexi¨®n sobre el desarraigo, el exilio. En todo caso, era mucho m¨¢s humilde¡±.
¡°El segundo punto¡±, contin¨²a, ¡°es, evidentemente, el posicionamiento pol¨ªtico. Pierre Goldman es la estrella de los a?os setenta, la izquierda de choque, que quer¨ªa hacer la revoluci¨®n con una R may¨²scula, antes de derivar en el gansterismo. En cambio, Jean-Jacques era m¨¢s bien socialdem¨®crata, una izquierda liberal, pragm¨¢tica¡±.
Goldman puede leerse tambi¨¦n como un autorretrato de Jablonka, nacido, como Jean-Jacques, en una familia de inmigrantes jud¨ªos de Europa oriental y, como ¨¦l, identificado con la socialdemocracia y apegado al ¡°car¨¢cter vulnerable, fr¨¢gil de la masculinidad¡±. Es la historia de una generaci¨®n: los adolescentes de los ochenta, para quienes los hits de Jean-Jacques (Comme toi, Elle a fait un b¨¦b¨¦ toute seule, L¨¤-bas...) fueron una educaci¨®n, del mismo modo que las peripecias de Pierre fascinaron en los a?os de las barricadas. Dice el historiador: ¡°Jean-Jacques Goldman se ha vuelto un mito nacional, casi una instituci¨®n que forma parte del patrimonio colectivo¡±.
Un mito, o dos. Y dos misterios. El del silencio de Jean-Jacques, que ha roto para expresar su disconformidad con el libro de Jablonka. Y el de la muerte de Pierre, por los disparos de tres hombres en una plaza del distrito 13 de Par¨ªs. Una organizaci¨®n llamada Honor de la polic¨ªa lo reivindic¨®. Tambi¨¦n un exmercenario de extrema derecha, a?os despu¨¦s. Y circula otra hip¨®tesis en la prensa francesa desde el momento del asesinato: la pista espa?ola, quiz¨¢ relacionada con la guerra sucia contra ETA. Alguien oy¨® a uno de los pistoleros decir en castellano mientras hu¨ªan: ¡°?Por aqu¨ª, hombres!¡±.
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