Una frase est¨²pida, una fecha misteriosa y un ritmo imparable: la historia de ¡®September¡¯, inesperado ¨¦xito de esta Navidad
Gracias a su inclusi¨®n en la pel¨ªcula ¡®Robot Dreams¡¯, la canci¨®n de Earth, Wind & Fire enamora a nuevas generaciones, recuerda a sus padres ¨¦pocas discotequeras y confirma su atemporalidad
Es inevitable: cuando comienzan los r¨ªtmicos acordes de guitarra las piernas toman el control del cuerpo y para cuando estallan las trompetas y los saxos ya la pista de baile (o el sal¨®n de casa) es un agitar de cuerpos. September eleva el ¨¢nimo, convierte una jornada perezosa en una fiesta y abre un cielo tormentoso para que luzca el sol. Eso: magia. La canci¨®n de Earth, Wind & Fire se ha colocado como un inesperado tema de Navidad en Espa?a gracias a la pel¨ªcula de animaci¨®n Robot Dreams, el filme de Pablo Berger que se estren¨® el 6 de diciembre y que ya ha ganado el premio a la mejor pel¨ªcula europea de animaci¨®n, el Forqu¨¦, es favorita para el Goya en su categor¨ªa y candidata a colarse en los Oscar. Y todo ello con September ocupando un espacio crucial (suena hasta siete veces en diferentes versiones) para narrar una oda a la amistad entre un robot y un perro. Una madre a la salida del filme en una sala del centro de Madrid cuenta: ¡°La pel¨ªcula la eleg¨ª yo, pero intuyendo que le pod¨ªa gustar a mi hijo, de seis a?os. Y as¨ª ha sido¡±. D¨ªas despu¨¦s, esa misma madre informa de que September forma parte de la lista de canciones del cr¨ªo junto a Quevedo o Bizarrap.
Berger (Bilbao, 59 a?os) es un fan¨¢tico de la m¨²sica negra: funk, soul, jazz, hip hop... El director de Robot Dreams cuenta por tel¨¦fono: ¡°La pel¨ªcula se desarrolla de septiembre de un a?o a septiembre de otro, a mediados de los ochenta. Aunque la canci¨®n es de 1978, todav¨ªa ten¨ªa mucha pegada en los ochenta y la gente la bailaba patinando por Central Park, como los protagonistas de la pel¨ªcula, Robot y Dog¡±. Y a?ade: ¡°La he escuchado miles de veces, y no me canso. Me sigue gustando. Es algo misterioso. Ha pasado la prueba del tiempo. Te cambia el ¨¢nimo en un segundo y te pone de buen humor. Y es alucinante, porque fue un ¨¦xito en su momento y lo sigue siendo ahora: en Spotify tiene 1.500 millones de reproducciones¡±.
En la historia de September se cruzan una frase est¨²pida, una fecha enigm¨¢tica, la colaboraci¨®n de tres personas en su composici¨®n (una ajena al grupo) y hasta (oh, sorpresa) Taylor Swift. Earth ,Wind & Fire ya llevaban varios a?os editando buenos trabajos antes de publicar September. Habla por tel¨¦fono Luis Lapuente, experto en m¨²sica negra y autor, entre otros libros, de Historia de la m¨²sica disco (Efe Eme): ¡°Es un grupo de los a?os setenta, pero anclado en los sesenta porque su l¨ªder, Maurice White, estuvo tocando la bater¨ªa para grabaciones del sello Chess y en el Ramsey Lewis Trio, que interpretaban soul-jazz. White era un percusionista potente y su hermano tocaba muy bien el bajo. Era gente ya importante en el soul de los sesenta en Chicago¡±.
White se traslad¨® a principios de los setenta a Los ?ngeles y mont¨® Earth, Wind & Fire, una agrupaci¨®n numerosa que ofrec¨ªa conciertos espectaculares para la ¨¦poca: llegaron a montar unas grandes pir¨¢mides en el escenario y realizaban n¨²meros de magia donde hac¨ªan desaparecer a personas. Practicaban un funk suave con mensajes limpios y White se erigi¨®, adem¨¢s de l¨ªder, en cantante principal. ¡°Aunque en Espa?a son conocidos por temas de finales de los setenta y principios de los ochenta como Boogie Wonderland, Let¡¯s Groove o September, desde mediados de los setenta encadenaron discos que se pueden considerar obras maestras: That¡¯s the Way of the World (1975), Gratitude (1975), Spirit (1976), All¡¯n All (1977). Y contaron a la voz con uno de los mejores falsetes de la historia de la m¨²sica negra, Philip Bailey¡±, apunta Lapuente.
En 1978 editan September. La fiebre de la m¨²sica disco y las discotecas con bolas de espejitos recorr¨ªa el mundo. En la composici¨®n colaboran tres personas. El guitarrista de la banda, Al McKay, y el propio White crearon la estructura musical, que combina funk y soul, la esencia del disco. Para la letra, White llam¨® a Allee Willis, una escritora at¨ªpica. No sab¨ªa leer m¨²sica, pero pose¨ªa un o¨ªdo prodigioso. Nacida en Detroit, de peque?a se sentaba en los estudios de aquella ciudad de la Motown (el esencial sello de soul) y, escuchando, aprendi¨® todo lo que luego desarroll¨® como escritora no solo para Earth, Wind & Fire: es la autora del famos¨ªsimo tema de la serie Friends (I¡¯ll Be There for You, que interpretaron los Rembrandts) y ha compuesto para Pet Shop Boys, Cyndi Lauper, Sister Sledge o Bonnie Raitt. Lo primero que hizo White fue entregar a Willis tres libros sobre filosof¨ªas espirituales y cosmolog¨ªa, ¡°para que captara la esencia que quer¨ªa transmitir en la canci¨®n¡±. ¡°Abr¨ª uno de los libros y entr¨¦ en p¨¢nico: all¨ª solo hab¨ªa met¨¢foras y leyendas del antiguo Egipto¡±, cont¨® en muchas ocasiones Willis, que falleci¨® en 2019 con 72 a?os.
Al final llegaron a un acuerdo porque lo que quer¨ªa contar White era, en definitiva, una alegre historia de amor. Tuvieron un choque importante. Parte crucial de la letra surge en el estribillo, tres s¨ªlabas: ¡°Ba-de-ya, say, do you remember? / Ba-de-ya, dancing in September / Ba-de-ja, never was a cloudy day¡± (Ba-de-ya, di, ?lo recuerdas? / Ba-de- ya, bailando en septiembre / Ba-de-ya, nunca hubo un d¨ªa nublado). ¡°Ba-de-ya¡± era la expresi¨®n que utilizaba White cuando no ten¨ªa letra, pero quer¨ªa ensayar la melod¨ªa. ¡°Me parec¨ªa una frase est¨²pida. No significaba nada. Luch¨¦ con todas mis fuerzas para quitarla y sustituirla por algo que la gente entendiera. Cuando ya se iba a grabar le dije: ¡®Maurice, cambiaremos eso ?no? Porque, ?qu¨¦ demonios significa ba-de-ya?¡¯. Y ese hombre tan espiritual me dijo con toda la tranquilidad: ¡®?A qui¨¦n demonios le importa lo que significa? Nunca dejes que la letra se interponga en el ritmo¡¯. Es una lecci¨®n que apliqu¨¦ desde entonces en mi carrera. Si el ritmo y la melod¨ªa son buenas, dan igual las palabras que utilices, incluso sin son onomatopeyas, porque emocionalmente la gente lo entender¨¢¡±, cont¨® Willis en 2018 a Spotify.
Queda por resolver el misterio de esa primera estrofa donde cita una fecha: Do you remember, 21st night of September? (?Recuerdas la noche de 21 de septiembre?). Para decepci¨®n de todos los que desde ese 1978 han elegido esa fecha para casarse, la elecci¨®n del d¨ªa es absolutamente pragm¨¢tica: White inform¨® en muchas ocasiones de que la escogi¨® porque ¡°simplemente le cuadraba por cadencia y ritmo¡±. Intent¨® con ¡°uno¡±, ¡°dos¡±, ¡°tres¡±... Y la que le convenci¨® fue 21. Sin embargo, en 2018, Willis dijo a Wall Street Journal que Marilyn White, ya siendo viuda de Maurice (que falleci¨® en 2016 con 74 a?os) le dijo en una cena que el 21 de septiembre era la fecha prevista para el nacimiento del hijo de ambos y por eso Maurice la eligi¨®. Luego, el v¨¢stago se adelant¨® y lleg¨® al mundo en agosto.
Sea esta versi¨®n real o no, lo cierto es que el 21 de septiembre es la fecha preferida para contraer matrimonio para los estadounidenses. September sigue apareciendo en pel¨ªculas, series, suena en las bodas, es utilizada tanto para convenciones del Partido Dem¨®crata como del Republicano y conserva una acorazada vigencia m¨¢s all¨¢ de los propios Earth, Wind & Fire, que fueron perdiendo relevancia a partir de mediados de los ochenta con la irrupci¨®n de los grandes del pop como Michael Jackson, Madonna o Prince.
Berger asume el esfuerzo que tuvo que hacer para que sonara en su pel¨ªcula: ¡°Cost¨® much¨ªsimo en todos los sentidos. Los derechos musicales para incluir canciones en una pel¨ªcula son muy caros. Y si a eso a?ades que se incrementa el coste por el n¨²mero de veces que aparece en la pel¨ªcula¡ Fue una negociaci¨®n larga, compleja, con muchos abogados y contratos. Pero creo que ha merecido la pena el esfuerzo¡±. La ¨²nica hija de Berger, de 20 a?os, naci¨® el 21 de septiembre, algo de lo que se dio cuenta cuando ya hab¨ªa comprado los derechos de la canci¨®n. Un misterio m¨¢s.
A esta historia le falta una coda, que viene firmada por la diosa actual del pop, Taylor Swift. Porque la onda expansiva del tema ha llegado al coraz¨®n de la cantante: en 2018 interpret¨® una versi¨®n ¨ªntima de September. Pero cambi¨® la fecha por el 28 de septiembre. Los millones de fan¨¢ticos de la cantante se pusieron a trabajar para descubrir por qu¨¦. Y lo hallaron: esa d¨ªa comenz¨® su relaci¨®n con su novio de entonces, Joe Alwyn. Una demostraci¨®n m¨¢s de la inmortalidad de la canci¨®n.
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